Comenzó a instruirse para la defensa del Wallmapu (Territorio Mapuche) cuando tenía 8 años. Hoy, a sus 23, es werkén de la comunidad de Temucuicui, una de las más allanadas de los últimos meses. Mijael Carbone ha crecido y luchado al alero de un pueblo perseguido en plena democracia, que ha visto caer a varios […]
Comenzó a instruirse para la defensa del Wallmapu (Territorio Mapuche) cuando tenía 8 años. Hoy, a sus 23, es werkén de la comunidad de Temucuicui, una de las más allanadas de los últimos meses. Mijael Carbone ha crecido y luchado al alero de un pueblo perseguido en plena democracia, que ha visto caer a varios weichafe (guerreros) de su edad, algo que no le asusta: «Sabemos que por cada muerto se levantarán diez más», dice. Fue perseguido por 20 kilómetros por la policía (6 de ellos a pie) antes de que los evadiera y días más tarde se entregara a a la Justicia para que evalúe aquello de lo que se le acusa, intento de homicidio, lo que el werkén asegura que es otro montaje.
A días del incendio de Carahue, el conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado chileno ha entrado en una nueva etapa de tensión. Numerosos allanamientos han ensuciado desde hace tiempo la tranquilidad de las comunidades, con bombas lacrimógenas que estallan en las propias casas, con numerosas denucnias de abuso policial a mujeres, niños y ancianos como el costo de la persecución en contra de quienes luchan por la recuperación del territorio. La pena de Arauco, que hace años describió Violeta Parra, no se detuvo en las manos sangrientas del dictador, ni en la ilusión del regreso a la «democracia», ni mucho menos en la llegada de un gobierno de derecha. Desde hace años, las herramientas instaladas por el régimen deAugusto Pinochet se han utilizado para encarcelar a destacados guerreros del pueblo mapuche y avalar la impunidad tras la muerte de otros.
En las palabras de Mijael Carbone, no obstante, no hay miedo. Tampoco lo hubo hace un tiempo en las declaraciones de la joven Natividad Llanquileo, quien defendió con firmeza los intereses de los presos políticos mapuche de Angol. El miedo tampoco acompañó a José Ancalao, werkén de la Federación Mapuche de Estudiantes (Femae), quien supo liderar durante las movilizaciones estudiantiles de 2011 las demandas y necesidades propias de los universitarios y secundarios mapuche. Y así, una nueva generación de weichafes comienza a levantarse pese a las circunstancias, pese al terror y la persecución que tan pasivamente observa la democracia.
-Mucho se informa sobre lo que está pasando en el Wallmapu, pero no se sabe cuánto de todo eso es cierto. ¿Cuál es el contexto actual que se vive hoy al interior de las comunidades?
La situación se ha agudizado en las últimas semanas después del incendio en Carahue. El Gobierno ha dejado abierta la utilización de la Ley Antiterrorista nuevamente, así que se han visto opacadas las reivindicaciones territoriales que tenemos en las comunidades. Hay un cordón policial que ha ido en aumento, con 5 mil efectivos trabajando en la zona sólo de la provincia de Malleco. Hoy día el Gobierno de turno y los medios de comunicación masivos tergiversan la información acusándonos de estar armados… yo digo que si nosotros estuviésemos armados las cosas serían diferentes, muy diferentes.
-¿Cómo ha afectado a la cotidianeidad del pueblo mapuche, al ambiente familiar y a la relación en sus hogares la persecución del Estado?
En el tema estructural de cada familia, creo que ha afectado directamente a los niños y a los ancianos. Nosotros estamos ya acostumbrados a este tema, es una arremetida que viene desde la Concertación y que hoy sólo ha aumentado con un Gobierno de derecha a la cabeza. La dificultad está en el tema psicológico de los niños, el odio que van tomando hacia las policías. Ya los está viendo con otros ojos, después de tantos allanamientos. Los ancianos viven con temor constante de que asesinen a uno de sus hijos o nietos.
-El video de la mujer golpeada por carabineros de Fuerzas Especiales mientras cargaba a su hijo impactó al ser difundido en las redes sociales, pero algunos pensamos que eso es sólo lo que se pudo registrar, que pasan muchas más cosas así todos los días…
Eso es uno de cien episodios. En la comunidad de Temucuicui hemos sufrido más de cien allanamientos en los últimos tres meses. Hace unos días atrás vimos en Wente Wenke Quipul cómo le disparaban en sus pechos a una lamgen (hermana), una madre de familia también. Ahora la manera de usar la escopeta antimotines de carabineros es simplemente golpeando y apuntando a una mujer. Ella estaba defendiendo su derecho. Si hoy nosotros pudiéramos evidenciar lo que realmente ocurre dentro de las comunidades podríamos denunciar una violación de derechos humanos a una escala gigantesca. Podríamos dejar en evidencia cómo el Gobierno está preocupadísimo de proteger los intereses de las transnacionales, empresas forestales y mineras dentro de nuestro territorio.
-¿Cómo se enfrenta la lucha después de tantos weichafes muertos?
Hay una dificultad enorme en nuestro territorio en la utilización de armas de fuego por parte de la policía. La muerte de los caídos dentro de la lucha de resistencia de la nación ha sido cada día más brutal, con asesinatos por la espalda, con armamentos de guerra y, a nosotros, la aplicación de Ley Antiterrorista por dañar los intereses económicos de las empresas trasnacionales. Hoy hemos enfrentado esto sumamente dignos y siempre con la decisión de que los caídos no serán una forma de frenar nuestra lucha sino que nos darán mucha más fuerza para seguir hacia adelante, con más orgullo y respeto por los derechos que tiene nuestro pueblo. Por los caídos, hoy nosotros reconstruimos nuestra nación, por ellos resistimos al interior de las comunidades y por ellos sentimos menos miedo de perder la vida. Sabemos que un por un muerto se levantarán diez más. Hoy vuelve la tranquilidad al cuerpo del joven weichafe mapuche y estamos a total disposición de nuestra madre tierra.
Por esta lucha tenemos hombres caídos, gente clandestina y gente en las cárceles, aquí no hay nada gratis.
La mala educación
-¿Que piensas de quienes los critican por estar movilizados, argumentando que hace años ustedes mismos vendieron todas esas tierras y otros mitos sin mayor conocimiento histórico?
Responsabilizamos directamente al Estado por mantener a su gente ignorante todavía. Nosotros perfectamente sabemos quién es Arturo Prat, O’Higgins, Ercilla y otros sujetos que han formado parte de, entre comillas, la historia o independencia de Chile, pero los chilenos no saben quiénes son Caupolicán, Lautaro, Guacolda, Fresia o Leftraro, que son gente que defendió nuestra nación y, antes de que ellos nacieran, firmaron tratados internacionales con la Corona Española y luego con el Estado chileno sobre los límites que existían desde Bío Bío hacia el sur y hacia el norte.
Los gobiernos de turno se encargan de tener a la gente ignorante y de venderles un sueño por televisión, una realidad que no existe y que consiste en proteger los intereses de los grandes empresarios de este país, muchos de los que ni siquiera son chilenos. La gente se acostumbró a ser el motor del país, que a una cierta hora los echen a andar, que tengan que funcionar hasta cierta hora, luego descansar y al otro día volver a funcionar. Y es todos los días igual, nosotros no estamos dispuestos a eso, no vamos a entregar nuestros territorios para eso.
Hoy, a los medios de comunicación masivos no les interesa saber por qué la gente está ignorante o por qué seguimos luchando. A ellos les interesa vender a muertos, a personajes condenados a 10 ó 20 años y un día por la Ley Antiterrorista. Eso sirve hoy para que la gente que está en las casas, mucho de los que no tienen nada por qué luchar sino que un sueldo que defender, que simplemente quieren comer y deben estar de un lado para otro todos los días, esa gente no nos comprenderá. Siempre dirán ¿Para qué, si se les da todo? No, a nosotros nada se nos regala, todo lo que tenemos en nuestros cuerpos, en nuestras tierras y espacios lo obtenemos peleando y de verdad que nos cuesta mucho. Por esta lucha tenemos hombres caídos, gente clandestina y gente en las cárceles, aquí no hay nada gratis.
Yo creo que el joven chileno está tomando conciencia de lo que está pasando en su país, del atropello de ver a sus padres mortificándose, trabajando todo el día por pagarle una carrera
-¿Qué piensas de la lucha de la Federación Mapuche de Estudiantes (Femae), la inclusión de uno de sus voceros, José Ancalao, a la Confederación de Estudiantes de Chile y la demanda por una educación intercultural?
Yo creo que el joven chileno está tomando conciencia de lo que está pasando en su país, del atropello de ver a sus padres mortificándose, trabajando todo el día por pagarle una carrera. Ha tomado conciencia y ha estado investigando sobre lo que pasa también con el pueblo nación. La Femae está siendo representada por una persona que conoce, proveniente de comunidades. Las necesidades nuestras son también las mismas que tiene el pueblo chileno y eso ha sido compatibilizado hoy, girando en torno a una demanda armoniosa en conjunto. Nosotros respaldamos desde atrás siempre y les deseamos el mejor de los éxitos. Sabemos que es un Gobierno muy difícil, que cuida y protege lo privado y sus intereses, se está peleando con un enemigo que es grandote y tiene a uno de sus mayores representantes en el poder político. Por eso, estamos muy orgullosos, ellos deben saber que tienen un pueblo nación que los respalda en su justa lucha por un espacio más libre dentro de la educación chilena.
-¿A qué se debe tanta resistencia mapuche al aeropuerto que se pretende construir en Freire?
La resistencia a un aeropuerto nacional en territorio mapuche es porque sabemos lo que significa, el daño que se nos ocasiona en la siembra y el agua. Este daño a costa de algo que no vamos a utilizar, porque nosotros no vamos a caber ahí, por recursos económicos no tenemos acceso al aeropuerto y la gente que lo utilizará son los particulares, son las empresas trasnacionales que vienen a trabajar al territorio y hacen su inversión. Son los gerentes que están poniendo hidroeléctricas, los que están destruyendo todo el sur de Chile, las empresas forestales que están eliminando el agua en nuestro territorio. No vamos a permitir que a esas personas se les de mas garantías para llegar y hacer más inversiones. Nuestra idea es primero proteger nuestro lugar sagrado, ya que el aeropuerto se instala en un lugar en donde la comunidad hacían sus ceremonias, entonces no corresponde. Haremos defensa sin importar lo que ocurra y no vamos a permitir la instalación de ese aeropuerto.
La gente que no nos conoce, que muchas veces nos ha catalogado como flojos, lo dice porque nosotros no sobreexplotamos la tierra. Vivimos en armonía con ella porque sabemos lo que significa
La protección de René Urban
-Un artículo publicado en Azkintuwe menciona que los mapuche ya han hecho 64 ocupaciones a predios del empresario René Urban, mientras que él y su familia viven con permanente vigilancia policial otorgada por el Estado incluso a sus predios. ¿Por qué ese cuidado?
A él se le hizo una demanda de territorio y no accedió a la demanda de la comunidad. Ingresos a sus predios se han hecho y yo he estado liderando muchos a rostro descubierto. Hoy cuesta 3 millones de pesos la protección policial que tiene en particular René Urban y 2 millones 800 una hectárea de tierra, entonces evidenciamos que no tienen ningún interés en utilizar los recursos públicos de este país en la gente que lo necesita. Este Gobierno pretende proteger e inmunizar a los particulares y a quienes están habitando territorios mapuche. La estrategia es proteger a los particulares no importando el costo económico. Imagínese que hay sobrevuelos de helicópteros diarios en la comunidad. Sacábamos la cuenta que un sobrevuelo está avaluado en alrededor de 1 millón de pesos y en un día se ocupan 5 ó 6 horas de sobrevuelo.
-¿Cómo se enfrentan desde la perspectiva mapuche en armonía con la tierra al deseo capitalista de producción en exceso?
Nosotros creemos que la gente que no nos conoce, que muchas veces nos ha catalogado como flojos, lo dice porque nosotros no sobreexplotamos la tierra. Vivimos en armonía con ella porque sabemos lo que significa. ¿Quién es dueño del aire, del agua o de lo que la tierra produce? Sabemos que puede generar muchos recursos económicos explotar la tierra pero un día no dará absolutamente nada más. ¿Que va a pasar ahí? Nosotros no estamos a disposición de destruir lo que nos ha dado la vida. La sobrexplotación hoy está pasando la cuenta. Es la tierra la que nos da de comer, beber, nos da el aire. Vamos a talar una planta, pero no cien cuando podemos vivir con una. Nosotros no soportaríamos un par de días acá en Santiago, con este boche, con este smog, con todos gritando, con que si no te mueves de ahí te tocan la bocina. Si la gente eligió vivir esto, déjennos elegir cómo vivir a nosotros también. Nosotros hemos elegido vivir en armonía con la tierra y por eso nuestra disposición a entregar la vida si es necesario por defenderla.
Nuestro pueblo ayudó a que volviera la democracia y la democracia nos pagó con más militarización, se nos apuñaló por la espalda y gracias a eso nos hicieron comprender que los jóvenes tenían que prepararse para enfrentar nuevos desafíos
-¿Qué te parece que tras el incendio en Torres del Paine, el responsable sólo pague una multa y, luego del incendio en Carahue, el presidente aparezca a pocas horas declarando la intencionalidad del accidente e invocando Ley Antiterrorista?
Si te das cuenta, en la Patagonia, principalmente los israelíes hacen el servicio militar obligatorio y después de eso tienen pasantías. Nosotros creemos que hay algo que se está haciendo allá en el sur que debe ser investigado, claramente. Puede ser una intención de estos personajes de eliminar vegetación para una pronta habitación de esos espacios territoriales.
Es importante observar cómo se comporta el Gobierno de derecha cuando pasa lo de Torres del Paine, solucionándolo desde acá y solicitando ayuda internacional cuando no era necesario, porque pudieron pararlo cuando iba en diez hectáreas de tierra. No lo hicieron porque no necesitaban pararlo ahí, sino cuando todo esto fuera un desastre. Lo que pasa en Carahue, donde ya no es nativo, sino eucaliptus exótico, que pertenecen a una conocida empresa –Forestal Mininco– propiedad de Eliodoro Matte, gran amigo de Piñera, es que ahí se corre, sale el presidente hablando y con Hinzpeter viajando a la zona para invocar la Ley Antiterrorista, para buscar algún mapuche que alguna vez haya aparecido en algún medio y haya tenido algún encontrón con el Ministerio Público para poder aplicarle esa ley. Ellos se aprovechan de las siete familias que hoy están llorando la muerte de estos hermanos para un fin político que es estigmatizar, criminalizar al pueblo mapuche, algo que va a seguir cometiendo no sólo contra nosotros. Cuando los estudiantes vuelvan a las calles a marchar, se va a tapar lo que ocurre en las comunidades y se va a trasladar acá y va a ser otro tipo de escenario. Ellos juegan muy sucio.
-Tú tienes 23 años y eres werkén en tu comunidad, mientras que Natividad Llanquileo ejerció la vocería de los presos políticos de la Coordinadora Arauco Malleco con 22 años. ¿A qué se debe el liderazgo de hombres y mujeres mapuche tan jóvenes?
Esto viene desde la dictadura, nuestro pueblo ayudó a que volviera la democracia y la democracia nos pagó con más militarización, se nos apuñaló por la espalda y gracias a eso nos hicieron comprender que los jóvenes tenían que prepararse para enfrentar nuevos desafíos. Esto nos recuerda a Lautaro y otros guerreros muy jóvenes que llevaron avanzadas gigantescas que terminaron con frentes y fuertes instalados. Los jóvenes hoy hemos vuelto a liderar porque le hemos perdido todo respeto al Estado chileno, todo, le hemos perdido el temor a las balas y a las encarcelaciones.
-¿Cuál es tu opinión sobre el trabajo realizado por la Coordinadora Arauco Malleco (CAM)?
Creo que es una orgánica respetable que lucha por la recuperación y restauración de la nación mapuche y que hoy está injustamente encarcelada -su gente-. Este es uno de los montajes más grandes que se ha visto en el último tiempo, a la par del Caso Bombas que se cae. El Gobierno necesitaba una orgánica del pueblo mapuche sobre la cual se podría sentar y está utilizando a la CAM para estigmatizar a la nación en su conjunto. Aunque muchos no pertenecemos a su orgánica, respetamos el trabajo hecho.
-¿Cuáles son las diferencias entre la Alianza Territorial Mapuche, a la que perteneces y la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), liderada por Héctor Llaitul?
Yo creo que no hay ninguna, sólo que la reivindicación territorial se impulsa desde otras comunidades. A nosotros nos acusan de guerrilla y de ser gente muy subversiva, el Gobierno dice que somos responsables de todo lo que no se adjudica la Coordinadora. Siempre hemos dicho que no hay diferencias de ningún tipo, respetamos la postura de la CAM y es una lucha en común. Hay apoyo mutuo.
Yo ingresé a los 8 años al movimiento mapuche, hoy tengo 23 y nunca había visto las balas tan cerca de mi cuerpo. Nunca.
-¿Cómo enfrentan su relación con los medios de comunicación? Hay mucha desconfianza desde el pueblo mapuche…
Hay éticas profesionales que hoy día en Chile ya no son respetadas. Hay muchos periodistas en este país que venden la información a la policía. Nos ha ocurrido que hermanos nuestros han sido entrevistados por la comunidad hoy día, y mañana a las 5 de la mañana sufren un allanamiento. Por eso tenemos desconfianza de los medios, sobre todo de los masivos como Canal 13, Mega,Chilevisión y TVN que son canales grandes vinculados con el Gobierno o la policía o los empresarios. El Mercurio, por ejemplo, que trabaja con servicios de inteligencia. Son medios que pautean la investigación que se le tiene que hacer a los comuneros y a la gente que lucha. Por eso trabajamos con medios alternativos, sabemos que la lucha se construye desde muchas partes y ya aprendimos a no depender de los canales de televisión, ni los medios masivos para seguir nuestro proceso reivindicativos.
-El pasado 28 de noviembre la noticia de tu persecución sacudió las redes sociales, con información muy difusa y dispersa respecto a lo que realmente sucedía. ¿Podrías relatarnos qué te llevó a huir de la policía durante días?
Esto parte el 23 de noviembre, cuando hicimos una marcha que se extendió a Temuco, Valdivia, La Serena y Santiago donde muchas personas salieron a apoyarnos. Anunciábamos grandes movilizaciones de parte de la Alianza Territorial Mapuche y el sábado en la madrugada allanan mi comunidad. Un contingente de alrededor de 150 efectivos ingresan, se equivocan y allanan la casa de mi tía. Se llevan ropa y cosas así, zapatos y todo lo que pillaran como posibles pruebas para culpabilizar de algún hecho. Como no lograron mi detención, fiscal (Luis) Chamorro, a cargo de la investigación dice «no, mira, nosotros íbamos a notificar a Mijael Carbone con 150 efectivos y él nos enfrento a balazos», algo que no ocurrió. Yo continuo con mis días normales, viajo a Ercilla y comunicamos a los medios populares lo que estaba pasando. Vuelvo a mi comunidad y el lunes por la mañana, cuando llego a hablar con mi abogado, llega carabineros y uno me apunta con su arma de servicio, un revólver 38 y la verdad es que no la pensé dos, ni tres, ni cuatro veces, me subí a la camioneta y me comenzaron a perseguir.
Nosotros vamos a continuar sin importar cuánto armamento, poder político o económico tengan. No se nos pasa por la cabeza abandonar nuestra comunidad.
Primero era una, dos, tres, después cuatro camionetas y después venia un bus detrás de nosotros. Entramos al interior de las comunidades y descendí de la camioneta antes de que llegara la policía. Cuando éstas llegaron, empiezan inmediatamente a disparar, fue una persecución de alrededor de 20 kilómetros. Alrededor de 14 kilómetros en vehículo y lo otro a pie, donde los matorrales pudieron salvarme. Yo ingresé a los 8 años al movimiento mapuche, hoy tengo 23 y nunca había visto las balas tan cerca de mi cuerpo. Nunca. De todo el tiempo que llevo dentro de mi comunidad, que es siempre allanada y todo, pero ese día fue diferente. Ese día fue de suerte.
-¿La intención era matarte…?
Sí, la intención era matarme. Yo estaba acompañado de otros 3 hermanos. Pudo haberme pasado lo que le pasó a Matías, a Alex Lemún o a Mendoza Collío. Después estuve 8 días clandestino y evaluando las posibilidades de enfrentar un debido proceso. Terminamos rompiendo los cercos policiales de carabineros y llegando de manera voluntaria al Tribunal de Collipulli. El tribunal declaró mi libertad por no tener absolutamente nada de pruebas, aunque el fiscal me acusa de homicidio frustrado y pide 10 años de cárcel para mí. La única prueba es una foto de un hombre a rostro cubierto que tiene la contextura física similar a la mía. Esto está en investigación, hay un plazo de 3 meses y estoy con arresto domiciliario. Ahora estoy -en Santiago- con una autorización del tribunal por unos exámenes médicos y luego tengo que volver al arresto.
-Ante ese tipo de persecución y violencia ¿No dan ganas de irse a buscar tranquilidad?
No. No vamos a abandonar, fuimos criados ahí, son nuestros espacios, lo que más amamos -que es la tierra- esta ahí. Ni por persecución ni por amedrentamiento vamos a permitir que nos vuelva a pasar. Nos involucraron en una constitución en la que no participamos. Nosotros vamos a continuar sin importar cuánto armamento, poder político o económico tengan. No se nos pasa por la cabeza abandonar nuestra comunidad.