Finalmente, logró llegar a las salas de cine de Chile y otros países el documental sobre el pueblo mapuche, que la cineasta Elena Varela preparaba antes de caer en prisión por una causa de la que resultó totalmente exculpada. «No hay mal que por bien no venga. Pese que (la policía) requisó mucho material y […]
Finalmente, logró llegar a las salas de cine de Chile y otros países el documental sobre el pueblo mapuche, que la cineasta Elena Varela preparaba antes de caer en prisión por una causa de la que resultó totalmente exculpada. «No hay mal que por bien no venga. Pese que (la policía) requisó mucho material y me devolvieron cintas destruidas, la película quedó con mucha más fuerza», comentó Varela a IPS sobre «Newen Mapuche» (Fuerza de la Gente de la Tierra, en la lengua de ese pueblo), cuyo preestreno tuvo lugar el día 12 en Santiago de Chile.
Como la vida de su autora, el plan original del documental terminó alterado y la cinta que aborda en el terreno las reivindicaciones del pueblo indígena más numeroso de Chile, con casi un millón de integrantes, comienza con la detención de Varela y finaliza con su liberación incondicional en abril.
La cineasta fue arrestada el 7 de mayo de 2008 en su domicilio del municipio de Villarica, en la sureña región de la Araucanía, acusada de planificar dos robos, presuntamente perpetrados en 2004 y 2005 por una célula del insurgente Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que se levantó en armas contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Por unanimidad, la también gestora cultural fue declarada inocente de todos los cargos.
Además de «Newen Mapuche», al momento de su detención Varela dirigía el documental «Sueños del Comandante», sobre el exterminio de miembros del MIR por agentes represores de la dictadura en Neltume, una localidad de la precordillera de Los Andes, en la también sureña región de Los Lagos.
En el marco del proceso judicial, la policía le incautó 300 cintas de material fílmico. No todas fueron devueltas y algunas retornaron en mal estado, aseveró Varela, quien no descarta presentar acciones legales contra los responsables del daño.
«Perdí entre 300 y 500 horas de trabajo de los dos documentales», aseguró.
El preestreno de «Newen Mapuche» tuvo lugar en un atiborrado Centro Arte Alameda. Luego, el documental fue presentado en el 17 Festival Internacional de Cine de Valdivia, celebrado entre los días 14 y 19 en esa ciudad de Los Ríos.
La expectación previa dio paso a la emoción entre un grupo mayoritario del público, según reseñas sobre el festival.
Ahora el filme circulará, en calidad de invitado, en diversos certámenes nacionales, como el Festival de Cine de Viña del Mar, a realizarse entre el 15 y 20 de noviembre en ese balneario de la central región de Valparaíso, entre otros.
También se presentará en el Quinto Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México, que se desarrolla por 10 días desde este jueves 21, y en la Cuarta Muestra de Cine Documental organizada por la Asociación de Documentalistas Argentinos, que tendrá lugar entre el 18 y 24 de noviembre en Buenos Aires.
Varela ahora está buscando financiamiento para subtitular la cinta en inglés y francés, para así responder a pedidos de copias del documental procedentes de Bélgica, Canadá, Francia y Suecia, además de España, Nicaragua y Venezuela.
Pese a que ya comenzó su distribución, Varela piensa postular «Newen Mapuche» a fondos nacionales, para perfeccionar la postproducción y adaptar el documental al formato de 35 milímetros, con miras a estrenar una versión definitiva en febrero.
La cineasta repite que el proceso judicial seguido en su contra fue un montaje del Estado, donde abundaron «pruebas falsas y testigos protegidos», aunque no da nombres de eventuales personas o instituciones involucradas.
Su caso movilizó a periodistas, realizadores audiovisuales y figuras públicas nacionales e internacionales, quienes cuestionaron principalmente la incautación de su material de trabajo. Se reivindicó el derecho periodístico a guardar reserva sobre las fuentes.
«El caso de Elena Varela nos preocupó desde el inicio, considerando sobre todo el atropello a la propiedad intelectual de la obra que le fue requisada», dijo a IPS Viviana Erpel, presidenta de la Asociación de Documentalistas de Chile (ADOC).
«Creemos que la labor del documentalista, en general, fue pasada a llevar (agredida) y que la obra de Varela, en particular, fue mal utilizada como ‘evidencia’ en un caso que no tuvo sustento jurídico», acotó la dirigente.
Esto «nos genera una enorme preocupación porque nos sentimos vulnerables frente a los aparatos estatales que ejecutaron estas acciones legales, lo cual creo, a título personal, no es sano y no es propio de ciudadanos de un Estado democrático», enfatizó Erpel.
En 2008, la ADOC y otras organizaciones de defensa de los derechos humanos recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, adscrita a la Organización de Estados Americanos y con sede en Washington, para solicitar medidas cautelares a favor de Varela.
La Plataforma Audiovisual, conformada por la ADOC y otros gremios, también impulsó un proyecto de ley, en el parlamento desde 2008, que regula el secreto profesional en las obras audiovisuales.
«La imagen es poderosa», comentó Varela, al reflexionar sobre la función que cumplen los documentalistas en la protección de los derechos humanos, en su caso de los mapuches. A fines del siglo XIX, ese pueblo sufrió la usurpación de gran parte de su territorio por parte del Estado, para que finalmente terminase en manos privadas.
«La lucha del pueblo mapuche es muy dolorosa, muy difícil», planteó Varela, para quien la huelga de hambre de más de 80 días que una treintena de prisioneros de esa etnia sostuvo hasta principios de este mes sólo obtuvo «acotados beneficios».
«El problema de fondo, por el que ellos luchan, que es su dignidad como pueblo», sigue vigente, concluyó.