El problema de la satisfacción de las necesidades básicas del pueblo, en una sociedad donde se impone el dinero por sobre la dignidad humana, se puede plantear en dos sentidos: a) que un determinado bien como la vivienda, sea insuficiente para las necesidades de la población , o b) que, siendo insuficiente, se ofrezca de […]
El problema de la satisfacción de las necesidades básicas del pueblo, en una sociedad donde se impone el dinero por sobre la dignidad humana, se puede plantear en dos sentidos: a) que un determinado bien como la vivienda, sea insuficiente para las necesidades de la población , o b) que, siendo insuficiente, se ofrezca de tal manera que no pueda ser adquirido por la población empobrecida, y si este es adquirido, se transforma en una gran pesadilla, debido a que no alcanza el dinero para pagar la deuda. En ambos casos, es posible que surja un movimiento organizado denunciando la situación injusta que se ha creado. Su objetivo será que el problema se resuelva. Pero, debido al momento histórico que vivimos, el movimiento no tiene poder directo para hacerlo. Sí, puede en cambio crear un estado de opinión que consiga convencer a quien tiene el poder político (gobierno) o económico (clase dominante o empresarios) de la necesidad de intervenir y solucionar el problema.
No debemos esperar más. Debemos pasar a la ofensiva, organizándonos, aprendiendo en la lucha día a día y reconociendo quienes nos niegan nuestros derechos, podremos cambiar algunos problemas que enfrentamos como trabajadores y hacer frente a tanta miseria.
¡Somos el fuego y la mecha que enciende los cambios!
Durante los últimos 17 años de gobiernos «democráticos» en chile, los ricos y poderosos han desatado una batalla implacable contra los pobres.
Imponiendo a través de la violencia legítima y las leyes hechas a su medida, la realización de grandes proyectos y reformas sociales que no hacen más que favorecer a sus bolsillos e intereses de clase.
Cuando hablamos de esto nos referimos al llamado «Acuerdo Nacional para la Transición a la plena Democracia», el cual tenía como fin convertir todas nuestras necesidades básicas en un negocio (vivienda, educación, trabajo etc.) y por supuesto, dividir y acabar con las organizaciones populares que pensaban que la lucha por un mundo libre y justo, no terminaba derrocando al gobierno autoritario.
Es esta política de libre mercado impuesta institucionalmente por la dictadura militar y muy bien administrada por los últimos cuatro gobiernos democráticos la que ha degenerado en un indiscutible pero lento proceso de agudización de la crisis general del país, crisis que se manifiesta en la incapacidad de resolver los problemas fundamentales de un pueblo que ya no aguanta más.
De esta forma es que el año recién pasado, vivimos algunas experiencias que quedaran en la memoria histórica de nuestra clase, la que intenta nuevamente caminar y crear las condiciones favorables para imponer nuestras necesidades. Es así como vimos que en todos lados se hizo manifiesto que el pueblo no esta satisfecho con lo que le ha tocado. Esto se demostró en las organizaciones que luchan por una vida digna y por acabar con los privilegios sólo para algunos. Este es el caso de los Deudores Habitacionales agrupados en ANDHA Chile A Luchar, los cuales pelean por el fin a los remates de sus casas y para terminar con el robo que están llevando a cabo los bancos. En estrecha relación con ellos están los Allegados organizados en la Agrupación de Pobladoras y Pobladores Sin Techo (APST-Chile), los cuales luchan por una vivienda digna y por acabar con una política habitacional que favorece a los dueños de los terrenos y de las empresas constructoras. Y también nuestros, hijos o hermanos estudiantes secundarios, los que pelean por una educación de calidad y que este al servicio de una sociedad justa.
Nosotros creemos que todas estas organizaciones en realidad son sólo una, ya que están compuestas por personas que luchan día a día para poder sobrevivir, somos personas despojadas de todo, pero que con nuestra ORGANIZACIÓN, UNIDAD Y LUCHA impulsaremos el cambio social necesario. Somos los trabajadores y trabajadoras de este país, el motor de esta sociedad y del mundo entero, y por lo tanto, nuestro destino fue y será extendernos por toda la faz de la tierra, llevando con nosotras y nosotros las semillas del mundo nuevo que traemos en nuestros corazones.
Pensamos que es necesario generar la unidad más amplia de los sectores en lucha, por tanto, es de suma urgencia fortalecer y crear espacios donde las organizaciones populares se encuentren, discutan y al calor de la pelea y las movilizaciones, forjemos y construyamos las condiciones para la real UNIDAD desde la lucha de los pobres.
Debemos superar la separación que nos impone nuestro rol social, ya que esto nos lleva a luchas aisladas según demandas sectorizadas, ya sea como trabajadores, estudiantes, amas de casa, inmigrantes, allegados, deudores habitacionales, etc.
Las luchas sociales que se han desarrollado en este último tiempo, nos demuestran que es de «suma urgencia» que nuestro pueblo se unifique en un solo cuerpo y que con esa gran unidad de miles de trabajadores en lucha demos un fuerte golpe a los que dominan y nos mantienen en la miseria, ya que cuando el pueblo se organiza, genera apoyo mutuo y se prepara para enfrentar la lucha, las clases dirigentes (gobernantes y empresarios) recién comienzan a temblar y a practicar, las lecciones que han aprendido de la historia y ante el temor de la revuelta popular, que es capaz de imponer formas radicales de cambio y opuestas a los intereses de los ricos, ha establecido el piso de negociación con el pueblo descontento. Pero si por el contrario nos separamos y no nos organizamos, somos más débiles y por tanto presa fácil de los que nos quieren ver derrotados.
¡¡ARRIBA LOS POBRES QUE LUCHAN, ARRIBA LA CLASE TRABAJODORA DEL MUNDO ENTERO!!
AGRUPACION DE POBLADORES Y POBLADORAS SIN TECHO-CHILE (APST-CHILE)