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¿Por qué le niega el gobierno colombiano los derechos a los prisioneros políticos?

Fuentes: Rebelión

IntroducciónDurante los dos años de la presidencia de Alvaro Uribe su gobierno ha estado negando el estatus político y los derechos a los prisioneros de guerra y los prisioneros políticos. Con esta práctica autoritaria se busca, en principio, negar el derecho que tendrían de ser tratados como prisioneros de guerra, en el caso de los […]

Introducción
Durante los dos años de la presidencia de Alvaro Uribe su gobierno ha estado negando el estatus político y los derechos a los prisioneros de guerra y los prisioneros políticos. Con esta práctica autoritaria se busca, en principio, negar el derecho que tendrían de ser tratados como prisioneros de guerra, en el caso de los combatientes guerrilleros, y de presos políticos a la gran mayoría, que es el resto. Esta actuación del gobierno, lo ha llevado a desconocer los acuerdos internacionales que regulan los conflictos internos, como la Convención de Ginebra.

Negar los derechos a los prisioneros de guerra y políticos, es también la versión que difunden los Medios de Alienación Masiva (MAM) del país, los llamados medios de comunicación. Lo afirmo porque a mi entender son medios que alienan masivamente la «opinión» de la gente a intereses y propósitos determinados. Dichos medios son, siguiendo la idea expuesta por Noam Chomsky y Edward Herman en «Manufacturing Consent», los aparatos a través de los cuales la clase dominante «crea» o «fabrica» el «consentimiento» a favor de sus políticas.

Pero existe otra verdad sobre los prisioneros políticos. Según la ONG Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, en los últimos dos años del gobierno de la «seguridad democrática», los aparatos represivos del estado han llevado a cabo 6.590 detenciones. Y pensamos que lo menos que podemos hacer es dar a conocer esta otra versión de la realidad de miles de luchadores, hoy casi en el olvido. ¿Y quién más que nosotros, puede difundirla? Los MAM no lo harán, por el contrario, los ha borrado de sus medios. Aquí va, pues, su historia.

El papel de los MAM en Colombia
En el caso colombiano, los MAM a través de lo que «informan y difunden», aseguran que la mayoría de la población crea que las capturas masivas y los miles de detenidos por los aparatos represivos del Estado, son simples «terroristas» o criminales. Actúan, de esta forma, como sus colegas venezolanos y la oligarquía quienes en su ciega y obstinada reacción a los cambios que se viene presentando en el vecino país, pretenden detener, negar, tergiversar y manipular la nueva realidad que vive Venezuela impulsada por el gobierno bolivariano de Hugo Chávez. Aquí en Colombia, país muy similar al vecino en historia, costumbres, idioma, herencias e injusticias, ocurre algo distinto. La oligarquía con la ayuda de sus aliados del norte y los MAM sigue sin llevar a cabo cambios en su agenda política y económica que alivie la miseria de la mayoría de la población. Mientras, se empeña en defender sus privilegios de clase y su alianza a los intereses imperialistas, desatando una represión contra la oposición que ha significado la muerte, masacre, tortura, cárcel, y exilio a miles de Colombianos, en su mayoría miembros de organizaciones sociales y de oposición.

Sin embargo, la derecha latinoamericana tiene problemas muy serios. Uno de ellos, es que también vamos aprendiendo de las experiencias de los pueblos hermanos. Nadie puede negar que la derrota que ha sufrido la oligarquía en Venezuela y sus MAM, podría ocurrir en otras partes del continente que rebulle con sus luchas. Esa ha sido una de las grandes enseñanzas de la lucha del pueblo venezolano contra la oligarquía y el imperialismo. Asestarles un nuevo golpe en el pasado referéndum a favor de que continúe en su cargo el presidente Hugo Chávez.

Lo que niega el gobierno…
La posición del gobierno y los MAM en el tema de los prisioneros políticos, se derrumba ante la realidad y el hecho de que aquí en Colombia existen por miles. Tampoco es una coincidencia que la llamada «cruzada» global contra el «terrorismo» que el imperialismo y sus aliados han desatado en varias regiones, aprovechando los ataques del 11/9 en EEUU, les ha servido en bandeja de plata la ofensiva de reconquista y expansión en que se encuentra. Para este propósito cuentan en Álvaro Uribe con un aliado dócil a sus demandas para asegurarse el domino y control de sus recursos y de la región. Es dentro de este contexto que se dan los ataques e invasiones contra Afganistán e Irak; Israel continúa su política de ocupación, expulsión y asesinato del pueblo palestino; y la estrategia de expansión y dominio en la región se aplica a través del Plan Colombia, Iniciativa Regional Andina, ALCA, etc.

…lo cuenta una cajita de Pandora…
Y es que hay otra realidad sobre los prisioneros políticos en Colombia. En el documento «Balance de la política de «seguridad democrática», elaborado por la ONG Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, se afirma que en Colombia hay miles de prisioneros políticos. Yolanda Amaya, su secretaria general, estuvo en Londres asistiendo a un encuentro invitada por Justice for Colombia (http://www.justiceforcolombia.org/) para que expusiera la situación que viven los prisioneros políticos en las abarrotadas cárceles del país. Según esta ONG, en Colombia han sido capturados 6.590 personas durante los dos últimos años. De éstas, 3.365 ya han sido puestas en libertad después de sufrir una peligrosa macartización, y enfrentar prolongadas batallas judiciales para demostrar su inocencia. Las restantes 3.225 o se encuentran vinculadas al proceso penal (2.223), o en proceso de averiguación (1.002). Además, afirma el informe, de las 1.980 personas condenadas, 1.534 están en las cárceles sentenciadas por «terrorismo» , «concierto para delinquir» o «rebelión». Dentro de estas cifras, cabe señalar que 119 menores de edad y 5 ancianos también fueron capturados. Sobre los sectores sociales a los que pertenecen, los más representados son: campesinos (960), estudiantes (261), líderes sociales (141), pequeños comerciantes (44), funcionarios públicos (40), defensores de derechos humanos (29) y líderes sindicales (24). Finalmente, la gran mayoría pertenecen a la categoría de «otros» (4.930). ¿Quiénes son esos «otros» 4.930 capturados? Son inocentes acusados por informantes a sueldo, el millón de informantes al servicio de los intereses de las minoría oligárquica colombiana, que actúan como soplones de todo sospechoso de ser…»terrorista», guerrillero, comunista, gente de izquierda, lideres sociales, sindicalista, estudiante, campesino, defensor de derechos humanos, músico, etc.

Los Pasajeros
Los Pasajeros son un grupo musical que fue detenido el pasado 12 de Junio y actualmente se encuentran recluidos en la cárcel Bellavista de Medellín. ¿Cuál es la razón de su detención? Veamos lo que dice el secretario de gobierno municipal de Medellín, en un escueto mensaje como respuesta a las ONGs que protestaron por la detención de éstos: «Según información entregada por la Sijín de la policía (secreta), el grupo de músicos detenido en Copacabana el pasado sábado tiene orden de captura expedida por la fiscal 57 especializada y se les acusa de concierto para delinquir y terrorismo*. La detención no tiene nada que ver con las actividades en Copacabana sino con las investigaciones adelantadas con anterioridad por esa dependencia.» La noticia sobre la detención de Los Pasajeros fue publicada por Rebelión: (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=725). * El subrayado es nuestro.

Averiguaciones posteriores de los abogados y amigos de la campaña por su libertad nos cuentan que Leo Rua, Hernán Rua y Roland Higuita fueron detenidos y acusados de «terrorismo y concierto para delinquir» porque la fiscal que ordenó su detención dice tener siete testigos (informantes) que los señalan de eso que en Colombia y Latinoamérica se conoce como los concierto-s para delinquir desde la música, la poesía, la cultura y la política contra la explotación e injusticia, concierto-s para buscar desde el canto y la palabra el cambio de lo injusto hacia lo justo (http://www.anncol.org/side/763).

Como Los Pasajeros sabemos que hay miles de prisioneros políticos y cerca de un millar de prisioneros de guerra. Y que el gobierno de Alvaro Uribe se niega a intercambiar con las FARC (ver editorial de El Tiempo citado arriba). Por el contrario, en su último show desde los MAM salió a decir, desconociendo olímpicamente su interlocutor ( las FARC), que estaba dispuesto a liberar cincuenta combatientes de la guerrilla a cambio de que ésta libere a más de medio centenar de retenidos (peces gordos del establecimiento, tres soldados estadounidenses, una ex -candidata presidencial, algunos altos mandos del ejército, políticos corruptos, unos cuantos millonarios y el resto oficiales de baja graduación de las fuerzas armadas). Las FARC respondieron con un comunicado que publicó ANNCOL (http://www.anncol.org/side/786). No extraña para nada que esta guerrilla critique el oportunismo presidencial, ya que lanzar desde los MAM dicha propuesta, «carece de seriedad y realismo», si tenemos en cuenta que Uribe busca la reelección. Y que mucho menos le interesa la situación de las familias y amigos de los retenidos y encarcelados, ni el movimiento que existe en Colombia y el mundo por el intercambio humanitario.

El diario El Tiempo en uno de sus editoriales (hablando sobre el intercambio humanitario de guerrilleros presos por retenidos de la guerrilla, entre el gobierno y las FARC) nos «informa» que ya existe una tendencia en el mundo contraria a los derechos establecidos en los foros internacionales a favor de los prisioneros políticos. Lo citamos: «…no se trata de aceptar las rígidas demandas de las Farc. Su planteamiento sobre la conexidad de delitos como el secuestro con el de rebelión, con el objeto de facilitar su tratamiento político, va en contravía de todas las actuales tendencias internacionales en materia penal. Y también de las nacionales: la Corte Suprema de Justicia acaba de negarle a un desertor de las Farc una petición en ese sentido». (http://eltiempo.terra.com.co/ 24 de Agosto). De nuevo, dar por verdad lo que se ajuste a los intereses de las clases dominantes. Aceptar los derechos de los prisioneros políticos y de guerra sería ir en contravía de las actuales tendencias internacionales. Y, ¿quién impone dichas «tendencias»?

De un gobierno que ni siquiera reconoce los voceros que esta guerrilla nombró hace meses como negociadores, ¿qué podemos esperar? ¿Con quién cree este gobierno que va a negociar? Desde luego que no será con las AUC (paramilitares). Al parecer, el presidente y su gabinete está muy ocupado con su reelección y la legalización de sus mercenarios, los paramilitares, que han sembrado de terror y muerte los campos y ciudades de Colombia. Pero las campanas también pueden sonar por este régimen autoritario. Ya sonaron por la oligarquía venezolana, y en el pasado referéndum por la reforma autoritaria y antisocial que quiso imponer Uribe hace un año. Y a pesar de que continúa el criminal asesinato de dirigentes sindicales (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=3140) campesinos, y populares, la lucha por parar y derrotar este régimen y su timonel en las próximas elecciones continuará.

¡Libertad para los presos políticos y los prisioneros de guerra en Colombia!