El Partido Comunista Colombiano observa con preocupación los hechos en la frontera colombo-venezolana y la campaña de agitación belicista y electorera de los consorcios capitalistas de la información con motivo de los sucesos lamentables que afectan a compatriotas migrantes al vecino país hoy deportados a Colombia. La crisis de la frontera no es un asunto […]
El Partido Comunista Colombiano observa con preocupación los hechos en la frontera colombo-venezolana y la campaña de agitación belicista y electorera de los consorcios capitalistas de la información con motivo de los sucesos lamentables que afectan a compatriotas migrantes al vecino país hoy deportados a Colombia.
La crisis de la frontera no es un asunto meramente económico ni de migraciones, como se ha venido presentando por los grandes medios. No es explicable con la tesis del colapso económico de Venezuela, magnificado para denigrar del gobierno legítimo de ese país. Se trata de algo mucho más grave: se trata de la complicidad de poderosos grupos de mafias capitalistas, de uno y otro lado, confabuladas en el propósito de derrocar el gobierno de Venezuela y de demeritar su papel solidario en el proceso de solución política para la paz en Colombia. La ofensiva anti bolivariana que compromete a la derecha colombiana hace parte de un plan de desestabilización y de «golpes blandos» en América Latina, contra gobiernos democráticos considerados por Washington como indeseables.
El papel de las derechas colombiana y venezolana encubre el accionar del paramilitarismo, la exportación de paramilitares colombianos a Venezuela y otros puntos críticos del continente. Encubre el voluminoso lavado de activos detrás del «bachaqueo», el contrabando de productos y la trampa cambiaria con el llamado Dólar Today, cuyo precio lo fijan las Casas de Cambio de Cúcuta controladas por un puñado de especuladores, legalizados ante las autoridades financieras colombianas.
Somos solidarios con los compatriotas deportados, muchos de ellos trabajadores explotados por los grandes capitales binacionales y transnacionales del contrabando. Sus derechos fundamentales deben ser respetados en Venezuela como en Colombia, de donde tuvieron que emigrar buscando una vida digna.
Exigimos del gobierno colombiano una posición clara frente al desmantelamiento de las estructuras paramilitares, sus vínculos con estructuras del Estado y sus actividades criminales, dentro y fuera de Colombia, ya que constituyen la más grave amenaza a la paz, a la convivencia entre colombianos y a la no injerencia en los asuntos de otros Estados.
Exigimos del gobierno colombiano buscar soluciones por vías diplomáticas, con medidas que vayan al fondo de las causas de esta crisis, que tiene que ver con las economías mafiosas que financian la parapolítica, controlan el poder regional y financian a los partidos de la derecha gobernante. Implica cortar con la ilegalidad y el contrabando, tolerado y auspiciado por las autoridades. Implica buscar acuerdos fronterizos compatibles con el derecho a la autodeterminación de cada país, con expreso rechazo de cualquier sombra de intervencionismo en los asuntos de gobierno de Venezuela. En tal sentido reclamamos el pronunciamiento de los partidos, los gremios, las organizaciones sindicales, los movimientos sociales y la opinión popular.
Convocamos al movimiento popular y a las fuerzas democráticas a actuar unidos en defensa del proceso y el diálogo de paz, de la amistad bolivariana y la solución amistosa y pacífica de las diferencias.
Jaime Caycedo Turriago es Secretario General del Partido Comunista Colombiano
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