Transcripción de Leila Juzam
La semana pasada estuvimos en la avenida Departamental en el límite entre las comunidades de Peñalolén y la Florida, en un lugar que durante el gobierno de la Unidad Popular fue el campamento de pobladores «Nueva Habana». En un documental de la época todavía se puede ver a varios militantes del MIR en el campamento y a un grupo de niños desfilando y gritando «Casa o Muerte, ¡Venceremos!» Cuando Fidel Castro vino en visita oficial a Chile esta población fue uno de los lugares a los que acudió con el presidente Salvador Allende [1]. El campamento «Nueva Habana» se constituyó tras un largo proceso de organización barrial dirigido por múltiples comités de pobladores y llegó a tener grandes dosis de autonomía política: contaba con su propia escuela, su propia policía, su hospital comunitario etc.
Después vino el golpe, y como sucedió con tantas otras cosas, la violencia y la represión arrasaron con casi todo o con mucho, pero no con todo. Hoy los hijos y los nietos de esos pobladores, agrupados en el Comité de Allegados Don Bosco, están llevando a cabo una lucha por permanecer en esta población a pesar del alto valor inmobiliario de los terrenos, pues su localización casi precordillerana-es decir, por encima del smog, del ruido y la furia de la ciudad de Santiago-ha despertado el interés de capitalistas y especuladores de esa alta burguesía chilena de nombres vascos que ha mercantilizado derechos sociales como la vivienda y ha excluido del bienestar a la mayoría. Sin embargo, la dignidad de los vecinos de este barrio no está en venta y allí mismo han ocupado unos terrenos baldíos para demandar no tanto el derecho a recibir gratuitamente sus viviendas, sino a implementar alternativas autogestionarias que les permitan ser ellos, y no el mercado, quienes construyan su ciudad.
En ese mismo lugar, bajo un techado de palos y ramas nos recibe Rafael Soto, presidente del mencionado comité y candidato a diputado por el Partido Igualdad. Mientras nos acomodamos en los bancos de madera para almorzar, Soto le da la bienvenida a un grupo de líderes pobladores que h an venido de toda América Latina a compartir sus experiencias de lucha dentro del marco de la SELVIP (Secretaría Latinoamericana de Vivienda y Hábitat Popular). Nos sentamos a almorzar con Ana María Cepeda y otros participantes de la conferencia. Ana María, dirigenta de los deudores habitacionales de Maipú y miembro también del Partido Igualdad, carga con ella un cuaderno de tapas negras en el que va escribiendo sus poemas: «una mañana me levanté y me dio como un fogonazo, sentí una especie de fuerza que venía de adentro y dije, tengo que ponerme a escribir poemas». En la libreta hay poemas sobre las mujeres de Calama, sobre la Unidad Popular, sobre los remates de casas que dejan en la miseria a gentes de los barrios más humildes y más dignos, crónicas de la vida y el quehacer de su gente. Al hilo de los poemas Ana María y otros pobladores nos explican cómo fueron estafados por la bancarización, pura transferencia de dinero público a manos privadas levantada sobre los hombros y la vida de las gentes de menos recursos. El gobierno chileno subsidia parte del dinero para la construcción de viviendas sociales mientras los «beneficiarios» deben muchas veces adquirir créditos en bancos con tasas de interés elevadísimas para completar el monto total requerido. Neoliberalismo en estado puro. Ana María, como muchos otros deudores, ha pagado tres veces ya el costó inicial de la vivienda y pelea por la condonación de esta deuda que no es otra cosa que usura legalizada y santificada por el sistema neoliberal surgido de la dictadura pinochetista.
Por la tarde caminamos por las calles de esta población santiaguina con Rafael, con Ana María, con Lautaro y con otras y otros compañeros de lucha. Son los iguales de Roxana Miranda, candidata a la presidencia de Chile por el Partido Igualdad. Roxana Miranda nació en Buín, pero creció en el barrio de San Bernardo, comuna ubicada en el extremo sur de Santiago. Es dirigente poblacional como Rafael y deudora como Ana María, madre de cuatro hijos, costurera e hija de costurera; tal como dijo en debate televisivo, ella no representa al pueblo, ella es pueblo. Su historia de militancia, como se verá en la entrevista que sigue, es larga y profunda como su mirada cuando explica que lo importante no es que ella sea la candidata del Partido Igualdad, sino que por primera vez en el Chile contemporáneo hay una candidatura de los nadie, de los nunca, de los sin casa, de los sin dientes, de los humildes, de los que nada tienen y que, sin embargo, son la mayoría de este país.
Los que firmamos estas líneas pensamos que hay algo absolutamente arrebatador en el discurso de Roxana Miranda que parte de ella, pero que, efectivamente, no tiene que ver sólo con ella. Roxana Miranda es, sin duda, la candidata del Chile profundo, no sólo de los pobladores, sino también de los pescadores, los mineros, las y los mapuches, las amas de casa, los desempleados, los usuarios del sistema público de salud y transporte, las cajeras del Líder y el Jumbo, las clases medias empobrecidas y desclasadas, el Chile del norte y el Chile del sur… Es su candidata porque su historia es de abajo, no habla por ellos, pero por su voz hablan ellos y ellas, se escuchan los sueños y la potencia política del Chile que la dictadura y el neoliberalismo condenaron al olvido y la marginalidad. La voz y la mirada de Roxana Miranda tocan la realidad, están anudadas a ella como el enorme libro de la «Asamblea Constituyente y Social» que lleva a todas partes para «que el pueblo mande», como dice el eslogan de su campaña electoral.
Con muy pocos recursos –apenas 100,000 carteles de una donación– mucha ilusión, mucha dignidad y, por qué no decirlo, un sentido del humor y un ingenio populares de raíz, Roxana Miranda, podría alcanzar según las últimas encuestas hasta un 2% de los votos, pero incluso eso no sería lo más importante, porque pase lo que pase, Roxana Miranda y sus iguales seguirán en la brecha; la vía electoral y el partido, dicen ellos, son sólo un medio. En estas elecciones en las que, sin duda y con razón, escucharemos hablar mucho sobre el alto número de candidatas mujeres, vale la pena prestar atención también a las diferencias: las hijas de los generales y Roxana Miranda que creció con una madre soltera, los préstamos millonarios de Bachelet y la plata que deben los deudores de las viviendas bancarizadas como Roxana Miranda, el Chile de arriba y el Chile de abajo, Vitacura y San Bernardo, promesas y realidades, las palabras anquilosadas de Matthei y Bachelet, la palabra-pueblo de Roxana.
Luis Martín-Cabrera. Cuéntemos un poco cuál es su trayectoria política y personal, de dónde viene y cómo se incorpora al partido Igualdad, Andha Chile (Agrupación Nacional de Deudores Habitacionales) y al movimiento de pobladores
Roxana Miranda : A ver, yo nací en la comuna de Buin, y bueno, desde chica mis papás se fueron a San Bernardo, entonces yo toda mi vida he sido de la comuna de San Bernardo, en la periferia de Santiago. Cuando estaba en el liceo, fui parte del centro de alumnos de mi liceo, después me casé y ahí ya comencé con otra actividad, la junta de vecinos, y ya son 10 años de presidenta de esta junta de vecinos. Y yo me incorporo al Andha a fines del año 2005, principios del año 2006, cuando yo ya debía tres dividendos de mi casa. Como presidenta de la junta de vecinos ya me transformo en una dirigente del comité y me incorporo definitivamente a la agrupación. En eso ya llevo hartos años… Hoy día soy dirigenta nacional de la agrupación de estafados, familias humildes traspasadas a la banca privada.
LMC: ¿Podría explicarnos en qué consiste la estafa?
RM: Hubo una inmoralidad de parte de las autoridades en hacer un traspaso indiscriminado de familias humildes a la banca privada. Primero bancarizaron la vivienda social, porque aquí no estamos hablando… no sé poh de palacetes, estamos hablando de que se traspasaron a familias producto de que se bancariza la vivienda social en Chile.
Hubo un período en donde estuvo Ravinet de ministro, se construyo menos vivienda social sin deuda, entonces la gente con subsidio en la mano, se vió obligada a comprar, y le decían, «no se preocupe, compre en la constructora al frente». Primero ese traspaso es inmoral y lo otro que nos dimos cuenta después, cuando ya habíamos firmado papeles, es que las tasas de interés que a nosotros nos habían aplicado eran usureras, el 12%, 14%, 16% , cuando, por ejemplo, en Las Condes, La Dehesa, en los sectores altos de Santiago, están en el 4,9%. Claro y ahí uno se da cuenta de cómo operaba el sistema, ¿por qué tanto interés de traspasar familias a la banca privada? Porque todos estos créditos están seguritizados, si tú no puedes pagar una vivienda social, el Estado paga al banco. Entonces, te rematan una casa y el banco pone palos blancos en el remate, y van y se la venden a otros, vuelven a ganar garantías, otro premio, subsidios… Nosotros descubrimos un caso a lo largo de todos estos años de una vivienda que había sido rematada cinco veces. O sea, el banco agarró cinco veces garantía, cinco veces subsidio, cinco veces de ahorro previo.
LMC: ¿Usted fue afectada directamente por esta bancarización?
RM: Yo soy deudora habitacional estafada, yo debo 6 años y ya me llegó mi remate. Yo estoy en remate ahora, de mi casa. Yo y seis mil familias más.
Miguel Pérez Ahumada: ¿Cuándo nace Andha?
RM: Había una coordinadora, y el Andha como Andha nace en el año 2004. Ahí se juntan varias organizaciones y se decide formar la Agrupación Nacional por los Derechos Habitacionales, Andha, Andha Chile.
MPA: ¿Y cómo se pasa de Andha a vincularse con otros grupos de poblados y formar la FENAPO (Federación Nacional de Pobladores)? Eso fue el 2010 si no me equivoco.
RM. Sí, el Andha llama a un encuentro a distintas organizaciones, y ahí llegaron el MPST [Movimiento Pueblo Sin Techo] de La Pintana, todos los grupos de deudores y decidimos formar la Federación Nacional de Pobladores. Nosotros como Andha fuimos los impulsores de formar la Federación de Pobladores. Cuando ya la formamos se empezaron a incorporar otros grupos, y ahí se incorporó el MPL [Movimiento de Pobladores en Lucha], bueno, todos los grupos que se han ido incorporando hasta ahora. Nosotros somos los fundadores de la Federación de Pobladores, y así nos vinculamos a gente que ha trabajado igual el tema habitacional. Pero la Federación se forma por otro propósito, que es la Federación Nacional de Pobladores y Trabajadores por la Defensa de los Derechos, ese es el nombre original de la Federación pero no hemos logrado cuajar voluntades de otros grupos, de trabajadores, bueno, de comunidades… Ha sido difícil. Hasta ahora ha habido más simpatía de todo lo que es habitacional, pero el interés nuestro es que esta federación crezca a nivel nacional en lo popular, en lo poblacional.
MPA: ¿Y tal vez desde ese mismo interés es que se plantea tu candidatura presidencial?
RM: Fue una madurez también de años porque nos encontrarnos con la tozudez de la autoridad: nos descalificaban, no había ninguna voluntad de cambiar la política habitacional, porque nosotros, claro, hemos ganado pequeñas migajas por la lucha, pero la ganada importante, que era cambiar la política habitacional no lo logramos. Ni nosotros, ni los estudiantes, nadie lo ha logrado. En cada período electoral éramos instrumentalizados. Siempre llegaban los partidos a buscar los pollos más gritones, los dirigentes más mediáticos, y los sacaban para sus propósitos, que fueran candidatos por sus partidos…
LMC: Los compraban, digamos…
RM: Los compraban, claro. Era una forma de desarticular e instrumentalizar el movimiento. Entonces nosotros decidimos ahí legalizar una herramienta política que fuese el paraguas de protección del movimiento social, o sea, tener autonomía también en lo político, no sólo como movimiento social, sino que también autonomía política, y ahí decidimos legalizar nuestra propia herramienta política, que es el partido Igualdad. Hicimos tres intentos MPT [Movimiento por los Pueblos y los Trabajadores], SOL [Solidaridad, Organización y Lucha[, y finalmente el Partido Igualdad
LMC: ¿Qué lectura hacen desde Igualdad y desde el movimiento poblacional del modelo neoliberal en Chile, y por qué participan en un modelo en el que de partida no pueden ganar con el binominalismo y otros candados legales?
RM: La vocación de poder. Nos dimos cuenta de que teníamos vocación de poder y que no podíamos permitir que siguieran gobernando los mismos. Nosotros desprestigiamos al sistema, este Estado nosotros no lo queremos, lo queremos derrocar, pero de la forma en que nosotros lo estamos haciendo y lo continuamos haciendo no vamos a poder. Porque mira, ha habido luchas importantes, alzamientos importantes en Chile: Quellón, Freirina, Aysén…y el Estado no se mueve ni un pelo. La lucha estudiantil… salió internacionalmente, salieron millones a la calle y el Estado ni un pelo, el sistema ni un pelo se movió.
Entonces, esa lectura nos permite decir hoy día, que a pesar de que está el binominal, nosotros decimos hay que meterse adentro, hay que meterse a esta manzana como gusanos, hacer el daño, a romper la constitucionalidad pero desde dentro, porque desde afuera el Estado, el sistema no se ha movido nada, y lo que hemos logrado con el pataleo han sido ganadas particulares para el movimiento, pero la ganada principal no la hemos obtenido, no hemos logrado lo que nosotros queremos, que es derrocar a este Estado. Como lo hemos hecho hasta ahora no lo vamos a lograr y lo que sí hemos logrado es encarcelamiento de dirigentes, muchos juicios políticos, montajes, desarticulación, comprar dirigentes, dividir al movimiento. Eso es lo que hemos logrado hasta ahora.
Nos dimos cuenta que solo el pataleo no servía, que había que hacer algo más que el pataleo, y al pataleo le sumamos hoy día vocación de poder. Esa vocación de poder es tomar un protagonismo que nos corresponde a nosotros; nosotros somos los protagonistas hoy día, nosotros no queremos que nadie más nos represente, hemos permitido que esta gente nos represente. ¡Nos han representado espectacular! Pero han representado al empresariado, al capitalismo, a las transnacionales, pero no al pueblo. No queremos más representantes y por eso que decidimos con ese atrevimiento que nosotros somos los convocados a cambiar esto, y cuando estemos todos adentro, en ese parlamento que no queremos, bueno, ahí nos miramos las caras y decimos, ya, chao, esto no sirve, y se destruye.
Es un proceso largo, nos costó… cuando partimos legalizando el partido hubo mucha crítica de organizaciones, de los mismos vecinos, «no, cómo, ya pasaron a la política». Nosotros decíamos «sí poh». Es que había que hacerlo, había que dar ese paso, era importante darlo, pero no con cualquiera, sino que también con autonomía, por eso que decidimos legalizar el partido, no hay otra herramienta política, el pueblo pobre de Chile no era una herramienta cualquiera, no estábamos yendo como candidatos por los partidos de la Concertación o de la Nueva Pillería o de la derecha, era nuestra herramienta política. Y digo herramienta porque eso para nosotros es clave, para nosotros es una herramienta, será partido para la legalidad, pero para nosotros era una herramienta más de lucha. Y la legalidad hasta donde nos sirva, y cuando no sirva, hasta luego. Ese es el propósito de Igualdad. No estamos convocando acomodos ni «¡pucha que quedamos bien aquí, está tibiecito, está calientito, nos pagan bien!» No, no, no es para dar vuelta a la mesa, tirar del mantel, chasconear a la política.
MPA: ¿y quiénes confluyen en Igualdad, básicamente, es un partido político formado por quién? Hay pobladores claramente, ¿pero además de pobladores…?
RM: Hay organizaciones sociales y algunos compañeros que vienen también de experiencias políticas, del MIR hay algunos, hay de distintas experiencias y que hoy día confluyen en el partido Igualdad, pero mayoritariamente son organizaciones sociales.
LMC: ¿y cuál es su relación , por ejemplo, con el movimiento estudiantil, el movimiento mapuche, con los otros movimientos sociales que están tratando de cuestionar el modelo neoliberal?
RM: La mejor poh, porque ese es el pueblo real, ese es el Chile real, son las organizaciones en lucha hoy día. Nosotros vamos a gobernar con el pueblo que está peleando, con el pueblo en lucha.
LMC: ¿pero tienen contactos como para hacer eso?
RM: sí, contactos con las comunidades. No con todas, porque acuérdate que también está la diversidad en los movimientos. Hay mapuches de derecha, hay mapuches de izquierda, hay pobladores de derecha, pobladores de izquierda, y eso casi en todo. Hay dirigentes amarillos, otros que hablan con términos muy rojos, pero el corazón es blanco. Entonces sabemos que el escenario está así, por eso es que nosotros estamos en este camino que se inició hace 500 años; si nosotros estamos haciendo solamente la continuidad de las luchas que han sido históricas en nuestro país. Hoy día lo que estamos haciendo es recoger historia, recoger e instalar conceptos. Yo instalo el término activismo nuevamente en Chile, y la gente lo mira con simpatía. Y esa así como nos estamos reencantando con los términos, no para instalarlos nuevamente, pero reencantar, que la gente nuevamente se empodere. Este propósito de vocación de poder es también vocación de empoderamiento a la gente, porque si nosotros no nos empoderamos y terminamos sólo con el líder, al líder le puede llegar una bala loca, o lo pueden cargar con droga y se va 30 años en cana. ¿Y qué pasó con el proyecto, con lo que significa el empoderamiento de la gente? Ese es el proyecto principal, el empoderamiento de la gente, que la gente decida por lo que nos corresponde, decida quitar, arrebatar, recuperar, pero porque son derechos nuestros que vamos a recuperarlos.
MPA: Casi todos los candidatos hablan de asamblea constituyente, pero ¿cuál es el énfasis que tú le das?
RM: Que nosotros marcamos la diferencia, porque no sólo es asamblea constituyente, es asamblea constituyente y social. Si nosotros no hacemos un proceso soberano, el más democrático en la historia chilena, lamentablemente vamos a estar quedándonos con una constitución hecha a medida de un traje de sastre, a la medida del capitalismo o de esta gente macabra; vamos a terminar 30 años más aguantándonos. Por eso decimos que nosotros estamos de acuerdo con la asamblea constituyente, pero le agregamos un término, y le pedimos al resto que lo haga: «asamblea constituyente y social», porque si sólo queda en asamblea constituyente, y no queda en un proceso soberano vamos a terminar en lo mismo: el cambio de una coma por un punto, una frase por otra, pero no va a ser el cambio en su profundidad. Lo que queremos garantizar es la soberanía del pueblo. La soberanía se hace en la calle diseñando hasta con faltas de ortografía. Y el que no sepa escribir que lo dibuje, esa es la forma más soberana, la participación de la gente. Nosotros iniciamos un proceso hace rato, vía hacia la constituyente, le llamamos nosotros, porque no hay un puro camino, va a haber distintos caminos, pero que todos van a llegar al mismo río.
LMC: A mí me llamó la atención, que a usted le vi en una entrevista en la televisión que iba con un…
RM: el libro, sí
LMC: ¿Qué cosas se pueden leer ya en el libro?
RM: ¿te lo traigo?
LMC: sí, como no…
RM: ese es. (trae el libro y lo muestra)
LMC: buenísimo, espectacular. No, es muy conmovedor.
RM: Es solo un lápiz y la voluntad.
LMC: ¿Y les ha leído algunas cosas en los medios…?
RM: Sí, sí. Y a todos les causa así como… fuerte, pero no es fuerte, es un proceso que tendríamos que haber hecho hace tanto tiempo. Para ellos es fuerte porque dicen mira, lo que se les ocurrió, lo que están haciendo… hasta, hasta con sus manitos sucias. Ellos son de Melipilla, la Josefina y el José Manuel, y nos hicieron un avión. Viste como los niños sueñan…
LMC: Sí, es hermoso.
RM: Sí. Es bonito. sí, o mira ahí, hay gente que igual se demora, porque mira, hay gente escribe larguísimo, mira.
LMC: Tienen necesidad de expresarse.
RM: sí pues, y tenís que darte ese espacio, de empoderarte, tenís que hacerlo. Puede ser con tres palabras, puede ser con lo que quieras, pero… Mira… Entonces la gente se dedica, cachai que es tal la necesidad, y la gente está dispuesta a hacerlo.
LMC: Claro, la gente sabe lo que quiere…
RM: Sí, la gente sabe, si la sabiduría popular existe, está. Lo que pasa es que nos tienen ahí con los corazones apretados, endurecidos por todo lo que nos pasa, pero está poh, sí está, es cosa de escarbar un poquito y la esencia aparece.
LMC: Están todas las cosas además, la pesca, la minería, las cuestiones de género…
RM: Todo, todo, todo. Estudiantes, droga, el aborto…
LMC: ¿Y habrá Tomo II?
RM: Sí. 2014, habrá 2015, no sé, porque un proceso soberano, constituyente no dura 4 años, no va a ser así.
LMC: Es una lucha de largo recorrido.
RM: Es una lucha larga, larga, porque tenemos que empoderar a la gente. Nosotros tenemos que lograr que la gente se empodere, porque la burguesía no se va a suicidar, para que nosotros seamos gobierno. No se van a suicidar, no nos van a entregar los campos ni la cordillera, ni todo lo que nos han robado. Entonces para enfrentarte a la burguesía necesitas tener un pueblo empoderado, y solamente un pueblo empoderado, sino que los países empoderados, que salgan en defensa de los vecinos.
LMC: Me llamó la atención la metáfora de los distintos caudales que tienen que acabar por confluir en un mismo río. ¿Cómo ven ustedes la cuestión de potenciales alianzas, digamos, la creación de poder popular o de un frente popular con las distintas fuerzas de izquierda, digamos, que están tratando de pelear por las mismas cosas?
RM: Difícil, porque nos hemos mucho daño, nos hemos traicionado mucho, nos hemos engañado mucho, entonces por eso que es importante esta coyuntura, porque se levantaron varios candidatos, estamos reconociéndonos de nuevo, estamos mirándonos las caras. Hay discursos muy similares, pero yo creo que vamos a ir avanzando a medida que se esté haciendo lo que se dice, que haya coherencia entre lo que se dice y se hace. Cuando empiece a fluir esa coherencia, la hicimos. Ahora sólo son coyunturas electorales, son procesos, son decantes. Estamos en eso, en eso todavía.
LMC: Pero por ejemplo, ¿qué posibilidades habría de juntarse por ahí con la candidatura de Marcel Claude, el movimiento mapuche, el movimiento estudiantil… y armar un río grande?
RM: Nosotros lo intentamos, no quisieron. Nosotros hicimos un proceso de una convergencia en enero. El Partido Humanista y Marcel Claude se retiraron a la tercera semana de conversaciones, y decidieron correr con colores propios. Ellos no son parte y no fueron parte de la convergencia, se retiraron, no quisieron convergencia, porque había un interés mayor ahí, siento yo, sin ánimo de descalificar, mucho ombligo con piercing…
LMC: ¿Dices que son como clase media alternativa o algo así?
RM: sí, sí.
LMC: Como con menos penetración popular…
RM: Sí. A mí me pidieron que los definiera con palabras, una palabra para cada uno. Yo dije que [Marcel Claude] era un señorito. ¡Chuta, casi me ahorcaron! Entonces yo ahora digo, bueno, no es señorito, es un conde, porque él algo esconde (risas). Sí, uno sabe cuando te están mintiendo, se nota. Mira, en tus actos te conocerás, y yo lo he visto en muchas situaciones, en los mismos foros, la poca cercanía… él se siente un dios y no poh, nosotros no necesitamos eso. Si no tiene que ver con las personas, es un caso fortuito que yo sea la candidata, pero puedo ser yo o puede ser cualquiera, si no tiene que ver con el presidente o la candidatura, tiene que ver con el proceso que estamos impulsando y a dónde queremos apuntar. Tiene que ver con eso. Si a mí me puede llegar una bala loca, que era lo que yo te decía, y dónde quedó todo lo que estábamo construyendo se murio.
Después de esta coyuntura nos vamos a ver las caras de nuevo, y quiénes van a estar en la calle de nuevo y ahí uno dice bien, ahí démosle, démosle. Porque los que vamos a gobernar no vamos a ser nosotros. En esta coyuntura no vamos a gobernar nosotros.
MPA: O sea, el proceso que está llevando Igualdad claramente trasciende las elecciones.
RM: Sí, sí. Va más allá de una coyuntura electoral. Va más allá de eso, si nosotros después de las elecciones, ¿tú crees que nos va a dar depresión o nos vamos a ir para la casa? No, nosotros vamos a seguir haciendo poder popular, no sólo lo vamos a cantar, lo estamos haciendo. Esa es la diferencia, que nosotros estamos haciendo poder popular, porque hoy día, claro, las marchas espectacular, luchando, creando, poder popular. En el canto sale espectacular, en la práctica, ¿cuánta gente está haciendo poder popular en Chile? ¿Cuánta gente está organizando, no para control de votos, sino que para poder crear el poder popular? Que el pueblo mande, ¿cuánta gente está dispuesta a que el pueblo mande? Porque nosotros estamos precisando esta candidatura popular, como un hecho histórico. Por primera vez una vieja de una población, sujeta de investigación es candidata a la presidencia. Nosotros hemos sido víctimas. No me estoy victimizando, estoy diciendo que nosotros somos el producto de este sistema, y aquí estamos poh. Nos mataron hermanos, nos torturaron, pero aquí estamos de nuevo, con las mismas ideas. Si no son nuevas ideas, son las mismas de siempre, con otras caras.
LMC: ¿Cómo es la lectura que ustedes hacen del 40 anuversario del golpe de estado de septiembre de 1973?
RM: Es la misma lucha con el mismo sentimiento, que es de amor a nuestra gente. Y se levanta de nuevo después de 40 años, nos volvemos a levantar. Por eso que estos 40 años nos sirvieron para ver efectivamente quién hoy día está dispuesto a ponerse en esa postura de quiebre, que no es fácil, que no es nadar en aguas tibias, y vente pa’ acá que vamos a estar mejor. No, es pa’ quemarte o enfriarte, ¿y cuánta gente está dispuesta a hacer eso? Por eso que nosotros decimos, si esta coyuntura electoral nos ha servido muchísimo para incentivar que más gente se empodere, el reencanto de nuevo. Esta celebración de los 40 años fue distinta, porque los medios de comunicación fueron obligados, y sacaron imágenes inéditas.
No fue casual que pasara justo ahora. Por eso que yo te digo, nada es casual, todas las cosas ocurren en su momento. Esa unidad que tú hablabas, esa convergencia… yo todo lo asimilo mucho a la naturaleza, y uno no puede cortar una pera si no está madura, no puede apresurar procesos en la naturaleza, porque ya el sabor va a ser distinto. Hay que dar el proceso de la naturaleza, que siga, que cumpla su período de madurez, y después bien, rico… sabroso, pero si cortai verde… por muy palta que sea, por muy durazno, o pera o lo que sea…
LMC: ¿Pero ahí ustedes la tienen clara que van hacia allá?
RM: sí, sí, sí.
MPA: ¿Qué esperan de las elecciones?
RM: Chasconearles la política, reírnos, disfrutar el momento. Yo me estoy riendo en su cara, lo estamos disfrutando (ríen). Con la simplicidad no más poh. Yo no soy economista ni doctora, pero nos estamos cagando de la risa; que se caguen, cáguense, porque así llegamos de nuevo.
MPA: Pero usted dijo que era magister en economía…
RM: Yo soy magister en economía, sí poh. Yo y miles…
MPA: Claro, todas las pobladoras.
RM: Somos magíster en economía, porque tenís que ser magister para distribuir la cagá de sueldo que se gana en Chile, las mierdas de pensiones que te pagan. Hay que ser economista, hay que ser magíster en economía pa’ llegar a fin de mes a alimentar a tus cabros.
MPA Aparte de la vía constituyente social ¿cuáles serían los otros puntos del programa electoral?
RM: Mira, tenemos puntos que son primordiales: recuperar los recursos estratégicos, no solo en lo económico, porque recuperar los recursos estratégicos es nacionalizar todos los recursos naturales, recuperarlos. Refundar el Estado chileno, pero también recuperar los recursos estratégicos en lo comunicacional, los medios hoy día no son nuestros, los medios están al servicio de la burguesía, son los lacayos, los lamebotas de toda esta gente. Entonces para nosotros es recuperar esos recursos estratégicos, los medios de comunicación que nos permitan educar, como lo hizo el comandante Chávez, como lo han hecho cuántos países. Educar, educar, educar. El tipo qué es lo que hizo, educó, educó, educó, y hoy día todo el mundo habla de socialismo, de revolución. Yo tuve la suerte y la fortuna de ir y ver a viejitas, 80 años y las viejas dicen, yo entrego mis años de vida que me quedan a la revolución.
LMC Y siguiendo con esto, como ¿cómo imaginan ustedes su relación con los otros procesos de cambio en América Latina?
RM: Mira, primero, nosotros tenemos que dejar de ser el mal vecino, nosotros ponernos la meta que nosotros nunca más vamos a ser el mal vecino, a nosotros nos encapsularon, pusieron fronteras los países, y los países no tienen fronteras, las fronteras las hicieron precisamente para dividir culturas, creencias, dividirnos como hermanos. Nosotros creemos en la patria grande. Yo se lo digo en la asamblea y se lo dije recién con los estudiantes, nosotros estamos considerados el mal vecino. Uno lo ve en la población, un mal vecino cuando le pasa algo, nadie lo ayuda, nadie lo socorre, pero cuando tú eres buen vecino, lo que te pase todos corren a defenderte. Es lo que nosotros tenemos que lograr.
Hoy día la lucha y la marcha en Latinoamérica no la encabezamos nosotros, nosotros la encabezamos hace 40 años, nosotros estamos al último lugar hoy día, pero no importa, estamos en la misma masa. Somos de los mismos, tenemos que lograr la unidad, no solamente en Latinoamérica, sino que en los países del mundo, en los pueblos del mundo tenemos que lograr esa unidad para defendernos. El capitalismo está atacando en todos lados, estamos secuestrados por ese sistema, y aquí a la gente se lo inyectaron a la vena. Entonces, tenemos que hacer un proceso de descontaminarte, desintoxicarte, porque tenemos amor por la gente nuestra, nos queremos, nuestro pueblo es bueno, y tiene garra poh. Alguien dijo por ahí, que dormíamos… ¿como marmotas? y despertábamos como leones (ríen). Y es lo que está pasando, estamos nuevamente despertando y nos parece espectacular. Nos demoramos harto sí, pero…
LMC: pero está vivo.
RM: pero está vivo, sí.
LMC: Una crítica que hemos escuchado frecuentemente es que su discurso sólo llega a los pobladores o a ciertos sectores populares, pero como para poder realmente desbordar el sistema, tendría que hablarle también a los sectores de la clase media, los profesionales…
RM: Y también son pobladores. Lo que pasa es que están desclasados.
LMC: ¿pero qué tiene que decir de esa crítica?
RM: Es que nosotros les llegamos, nosotros le hablamos a todo el mundo, y le hablamos por igual. A mí me ha pasado en algunas universidades que precisamente la gente más preparada agacha cabeza, porque es verdad, porque si hoy día tener un mejor trabajo, un auto, les hizo perder su esencia, de lo que fueron sus padres, sus abuelos. Si ser popular no significa hablar mal, o andar con los mocos colgando, significa que tenís corazón de verdad por defender tu país. Lo que pasa es que la clase media chilena se acomodó, le gustó estar en esa agüita tibia, esos privilegios, ¿cuántos están dispuestos a valorar muchas veces esos privilegios, porque hay que valorar privilegios para poder avanzar? No podís estar conectado con la realidad si no perdís ciertos privilegios.
Me pasó hasta con esa filial que fuimos a la casa de Alberto Hurtado, lleno de profesionales hablando de superación de la pobreza, pero superación de la pobreza desde las nubes, desde la poca conexión. Si la pobreza no la vamos a superar porque es el mejor negocio, y porque se sigue replicando, les interesa seguir replicando pobreza, si ahí está el negocio. Entonces cuántos están dispuestos de verdad a terminar con la pobreza. Desde los libros, si es de la práctica misma cómo tú vai eliminando y deteniendo la pobreza, educando. Si no solamente se es pobre y miserable en lo económico, también en las mentes, que es lo peor. Cuando tú tienes una mente estrecha, es la peor pobreza, esa sí que es pobreza. La pobreza de cabeza es la peor, y hoy día tenemos plagado de gente estrecha de mente.
Por eso, cuando yo digo que haber salido de la olla a la calle es revolucionario, sí poh, es revolucionario. Eso es revolucionario, estar cambiando la mentalidad de la gente es revolucionario. Esto mismo, habernos atrevido a presentar una candidatura presidencial de los nunca, de los nadie, de abajo, de los sin dientes, de los sin casa, es revolucionario. Tratar de hablarle a esa clase media es revolucionario, porque hay muchos grupos que están hablando con presidenciables, pero cuál de ellos está dispuesto a que el protagonistas o los protagonistas seamos nosotros.
LMC: Sí, pero déjame ser de abogado del diablo. La pregunta es si ciertos excesos verbales, creo que dijiste, por ejemplo, que todos los empresarios deberían ir a una isla desierta, no asusta a esa clase media, semi acomodada que seguramente, está endeudada hasta el cuello…
RM: Y que están desclasados, porque si esa clase media no estuviera desclasada, saben perfectamente que no estamos hablando de ellos, porque estamos hablando de cuatro mil familias, estamos hablando de las familias más ricas, de esa gente estamos hablando, no de la clase media que les pagan a medias y que comen a medias, que trabajan a medias, porque trabajan en dos o tres trabajos para tener un auto. Esa clase media, a la que yo le critico que están desclasados, cuando pierden su trabajo, que les permite tener todos esos bienes, caen inmediatamente de donde yo provengo. Inmediatamente, porque quedan endeudados, en la universidad, en la cuota del auto, en la cuota de la casa, inmediatamente cae en el sector más pobre. Yo digo, bien que hayan superado, bien que estén en mejores condiciones, pero no se olviden que pueden caer inmediatamente, por eso es que yo siento que hay una clase importante desclasada, y, y cuando yo hablé de eso, si ellos estuviesen claros que ellos no son, no tienen por qué ofuscarse, si nosotros no vamos a por ellos, vamos a por otros.
MPA ¿Cuál es el funcionamiento de la campaña, como cuáles son los problemas que ustedes ven y qué soluciones les darían? Cuéntame a grandes rasgos.
RM: A ver, la poca cobertura, no hay, no hay mano para hacerlo, pero que al no tener recursos, no tener esas ventanas que tienen ellos a cada rato, empiece el ingenio a operar, y han salido unas cuestiones ingeniosas. Ayer me enteré que estábamos marcando dos puntos. Algo, alguna fibra está tocando el proyecto. Es porque estamos hablando desde el corazón, estamos hablando de lo que nos pasa a diario, y eso sin recursos, sin ventana mediática, y el boca a boca está teniendo resultados…
MPA: ¿Cuesta mucho como hacer ese paso de decir que una dirigenta vecinal va a ser candidata presidencial?
RM: Sí, sí, porque estamos acostumbrados a que solo los ricos pueden ser presidentes, hasta en la formalidad poh, si ni siquiera hay avances en plata para que tú puedas hacer tu campaña. No, no existe. Ellos dan por hecho que solo un rico puede ser presidente en Chile. Tiene que ser de la elite política, no puede ser cualquiera, no puede ser un Miranda, y menos una Roxana, no puede. Esa es la novedad que una pobladora como yo, no puede nunca más ser novedad, tiene que ser parte de la normalidad, si lo que es anormal es que un empresario sea presidente de un pueblo. Y más encima en esta constitución que tenemos; nosotros queremos que en la nuestra esos puestos tienen que ser revocatorios, si el gallo se equivocó se tiene que ir al tiro, incluyendo al presidente. Si ellos son empleados nuestros, ellos son los empleados. Un trabajador cuando hace mal su pega lo sacan al tiro, no le pagan, esta gente sigue gobernando.
LMC. ¿Y cómo financian la campaña?
RM: en el 25 de la Gran Avenida [calle conocida porque se ejerce la prostitución]… No. (ríe) Con mi cartera… no. No tenemos recursos, pero sabes qué, Rodrigo Román… ¿Un amigo de él, no? Se consiguió cien mil afiches. Esa es la campaña nuestra, la campaña en la ventana se llama. El que se sienta pueblo como yo, va a pegar un afiche en la ventana, así nadie lo va a despegar ni le va a pegar otro encima. Entonces como una peste, empiezan a aflorar, uno por aquí, otro por allá… eso. Recursos no tenemos, a nosotros no nos pagan, nos pegan, así que…(ríen)
No, no hay lucas, pero sí astucia, el boca a boca en las asambleas, por ejemplo hoy día hay treinta, su obligación es que treinta más, usted lo divulgue, treinta más, treinta más, treinta más, y cuando usted termina de hablarle a esos treinta, usted le dice, usted está a treinta más, treinta más, treinta más… o quince, o diez, o cinco, o dos. Así, como un cáncer así.
LMC : Yo tengo una última pregunta, bueno, tendría muchísimas más, pero… ¿qué importancia tiene que usted también sea una candidata mujer, pero muy diferente de las otras dos candidatas mujeres?
RM: O sea, tiene importancia porque, aparte de ser pobladora, es un hecho histórico que haya tres mujeres entre los nueve candidatos, pero más que mujer, yo soy persona, y eso es. Somos personas no más.
LMC: No pesó en la consideración que usted fuera la candidata que fuera mujer de ninguna manera…
RM: No, no. Lo que pasa es que nuestro partido tiene esa esencia popular y yo creo que, bueno, se buscaron características de un dirigente social que puedo haber sido yo o un compañero, se buscaron características no más, y bueno…
LMC: Bueno, me refería a cuestiones más específicas, por ejemplo, de diferencias salariales entre hombres y mujeres, la manera en la que las mujeres, además de su pega afuera de casa tienen que hacer la pega en casa, la violencia intrafamiliar, problemáticas específicas de mujeres
RM: Sí, sí… Es que son temas particulares que claro, por supuesto, que uno puede defender con mayor atribución, el tema del aborto… También es importante, que se legisle, que nos abramos las mentes con esta sociedad hipócrita. No, él tiene razón, que como mujer me permite muchos temas, las condiciones en las que trabajan las mujeres, lo precario de los trabajos y las diferencias de ingresos. Sí, por supuesto, por supuesto, que me permite con más conocimiento de causa instalar los temas. Y… bueno, la diferencia con las otras dos rubias, hijas de generales, yo soy hija de un obrero, esas cosas les duelen muchísimo, nosotros las disfrutamos, pa’ mí es espectacular, pa’ ellas es… la hija del obrero, como la hija de la…
MPA: ¿Ha tenido la oportunidad de estar con las dos, así frente a frente?
RM: no.
MPA: ¿nunca? Entonces pal debate…
RM: Evelyn [Matthei] nunca me ha saludado.
MPA: ¿no?
RM: no, nunca, hemos estado en espacios juntas, nunca. La que tuvo un gesto en el tedeum evangélico es Bachelet, por su condición de ex presidenta estaba un poco más adelante y en algún momento ella como que mira, mira y justo coincide con mi mirada y me hace un gesto así… (inclina la cabeza)
MPA: La conoce bien Bachelet poh.
RM: sí.
MPA: usted estuvo varias veces afuera de su casa…
RM: sí, además que ella me intentó encarcelar también po’. Casi 3 años de cárcel.
MPA: y ahora, en igualdad de condiciones… aparentemente… o sea, en el papel, claro.
RM: sí, solo en el papel. A mí me estaban rematando mi casa y el mismo día que me llegó el remate a Bachelet le estaban prestando cinco millones de dólares… No, qué aval me van a dar a mí, si no tengo ni siquiera solvencia económica… E imagínate, la cantidad de votos que nosotros vamos a sacar ni siquiera me los van a devolver, porque si yo no hago gastos, ¿cómo justifico? Tengo que justificar.
LMC: ¿Hay algo más que quiera añadir para concluir?
RM: sí. ¡Que el pueblo mande!
[1] http://www.youtube.com/watch?v=DXh5TLcYHXo
Vídeo de la Franja electoral del Partido Igualdad: http://www.youtube.com/watch?v=0ABrkYvu2nU
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