La Constitución otra vez está en medio del debate del conglomerado de Gobierno. Mientras sus defensores aseguran que éste es el momento de concretarlo, sus detractores usan el argumento económico para plantear que se debe postergar el debate anunciado para septiembre. A días del cónclave de la Nueva Mayoría, uno de los temas que, de […]
La Constitución otra vez está en medio del debate del conglomerado de Gobierno. Mientras sus defensores aseguran que éste es el momento de concretarlo, sus detractores usan el argumento económico para plantear que se debe postergar el debate anunciado para septiembre.
A días del cónclave de la Nueva Mayoría, uno de los temas que, de seguro, será parte del debate es la nueva Constitución, más cuando la Presidenta Bachelet aseguró este martes que el proceso constituyente se iniciará en septiembre, pero descartó la realización de un plebiscito para determinar el mecanismo a través del cual se llegará a una nueva Ley Fundamental para el país.
Asímismo aseguró que éste proceso será participativo, «tomando en serio la opinión» de los ciudadanos y lo calificó como una «tremenda oportunidad, dada la situación de extraordinaria desconfianza en las instituciones democráticas en todo», y para que «las elites vuelvan a tener una relación de cercanía con la ciudadanía (…) es parte de un proceso que necesitamos en nuestro país», declaró en una entrevista a radio Universo.
También el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, confirmó que la nueva carta magna sería una realidad durante este gobierno. Sin embargo, en el interior de la Nueva Mayoría hay voces que insisten en que éste no es el momento para inducir tal cambio.
Previo al anuncio de la Mandataria, mucho se debatía en torno a qué implicaba la priorización de reformas anunciada por el Ejecutivo. En ese sentido, se plenteaban dudas respecto de la nueva Constitución y el proceso constituyente comprometido para septiembre.
En el oficialismo se enfrentan posturas en torno al destino del debate por una nueva carta fundamental. Así, voces como la de la diputada del PPD, Cristina Girardi fueron tajantes en insistir en la necesidad de que sea este gobierno el que saque adelante estas reformas estructurales comprometidas en el Programa de Gobierno, ya que son los cambios que, desde su punto de vista, no se hicieron en los 20 años de mandato de la Concertación, y que les significó perder las elecciones en 2010.
«Nosotros nos acomodamos para que la cosa siguiera, pero dejamos de criticarlo y lo empezamos a parchar, pero no hicimos grandes cambios, y esa reflexión la hicimos cuando la Concertación perdió el gobierno, y por eso comprometimos los cambios, los cambios que realmente siempre debimos haber hecho, y avanzar hacia eso. Si ahora nosotros nos vamos a desdecir de eso, entonces vámonos para la casa, mejor».
La diputada del PC, Karol Cariola también se expresó contraria a que se coarte la posibilidad de que una nueva Constitución vea la luz durante la administración de Michelle Bachelet, y de paso criticó la propuesta entregada por el senador Ignacio Walker sobre una convención constituyente que sea designada por miembros del Parlamento.
«El proceso constituyente es algo que no se puede poner en duda, que debe ser un proceso democrático, abierto, participativo, en donde creemos que la mejor opción es la Asamblea Constituyente. Aquellos que están pensando, y quiero decir a propósito de la propuesta de Ignacio Walker cuando plantea esto de que sean 15 diputados, 15 senadores y una treintena de personas de la sociedad civil, a mí me parece que eso no es el mecanismo democrático, abierto y participativo en el que todos los chilenos estamos pensando, o sea eso es volver a reeditar acuerdos políticos entre cuatro paredes y eso es lo que todo Chile está rechazando».
El senador Alejandro Navarro es partidario de la elaboración de una nueva Carta Magna, sin embargo, ya en 2014 declaró que en este gobierno sería imposible, porque no están los votos ni las voluntades políticas para concretarlo. Así, lo que hace doce meses parecía un acto de pesimismo sin sustento, hoy se configura en medio del debate impulsado por la propia Nueva Mayoría.
«Planteé hace un año que no iba a haber nueva Constitución en este Gobierno, porque no están los votos, ni está la legitimidad del Parlamento. Se requieren 25 votos en el Senado, la Nueva Mayoría tienen 21, por lo tanto una nueva Constitución en este Parlamento, es una Constitución negociada con la derecha. Lo dije hace un año, el tema de la nueva Constitución será el tema central de la campaña presidencial de 2017. No va a haber nueva Constitución en el Gobierno de Michelle Bachelet. Lo que va a haber es el inicio de un debate, que ojalá sea muy ciudadano, pero no va a haber nueva Constitución».
Las palabras de Navarro se sustentan en el debate que han introducido sus compañeros de pacto programático. Nombres como Ignacio Walker o Fulvio Rossi han señalado que éste no es el momento para levantar una nueva Constitución. El Senador PS declaró que sólo hay posibilidad de iniciar el proceso tendiente a alcanzarla, pero que sea el futuro Congreso el que decida y resuelva, palabras que se enmarcan en la priorización de reformas que el Ejecutivo ha manifestado en esta segunda etapa de la administración.
En ese mismo sentido se manifestó el ex ministro del Interior de Ricardo Lagos y ex ministro de Defensa de la primera presidencia de Michelle Bachelet, Francisco Vidal quien expresó hace algunas semanas que el Gobierno debía concentrar sus esfuerzos en sacar las reformas Laboral y Educacional, y que otras como la nueva Constitución deben ser traspasadas al futuro Ejecutivo.
Desde las organizaciones sociales que buscan que se cree una nueva Constitución, el historiador y académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, y miembro del Foro por una Asamblea Constituyente, Sergio Grez, también se mostró escéptico con la posibilidad de que esta administración genere una nueva Constitución, además de que en el caso que así fuese, se ceñiría a los mecanismos de las actuales instituciones los que dejarían de lado la participación ciudadana.
«Estamos ante ese escenario de que se intentase elaborar una nueva Constitución durante este mandato presidencial, ello se haría como suponemos, sin asamblea constituyente, es decir recurriendo a los métodos clásicos de la convención constituyente, la comisión de expertos nombrados a dedo, o por un grupo restringido de personas, o Constitución elaborada por el propio Parlamento actual, o una comisión emanada de ese Parlamento».
Por su parte, el vocero del movimiento Marca AC, Genaro Cuadros hizo un llamado a que la ciudadanía sea la que presione para que las reformas estructurales, y particularmente la nueva Constitución, sean una realidad: «Entendemos que si alguien tiene dudas, reparos, justificados o no, el rol de la ciudadanía y la sociedad civil es empujar las reformas por las cuales se comprometió el voto. Es lo que nosotros vamos a hacer, y estamos convocando a la constitución de una mesa social y política donde estén todas las organizaciones sociales que adhieren a la demanda por una asamblea constituyente, por el plebiscito y por una nueva Constitución, de modo tal de empujar a la elite del país a cumplir sus compromisos».
Finalmente, el diputado del PS Leonardo Soto, presidente de la comisión de Constitución de la Cámara, llamó a tener paciencia, y esperar a que se inicie el proceso constituyente, y bajar el debate desde las élites de los partidos políticos hacia la ciudadanía, que es la labor que deben cumplir los partidos, señaló.
En este escenario, la declaración de la mandataria será tema seguro durante la reunión de la Nueva Mayoría, ahí defensores y detractores de que el gobierno redacte una nueva Constitución se enfrentarán por imponer su postura. La defensa del Programa y el cumplimiento de los compromisos asumidos con la ciudadanía se contrapondrá a la visión economista que plantea que es momento de definir las prioridades, entre ellas, algunas voces que sugieren que éste no sería el mejor momento para defender la idea de una nueva Carta Magna.