El sindicato de trabajadores de las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios y de telecomunicaciones en Colombia, Sintraemsdes y Sintraemsdes Subdirectiva Bogotá, rechazaron categóricamente esta semana cualquier intención de convertir la reserva natural forestal de Chingaza, o cualquier otro páramo del país, en otro episodio de devastación turística a mano de concesiones hoteleras y recreacionales privadas.
La Junta Directiva Nacional y la Junta Directiva de Sintraemsdes Bogotá dio a conocer su posición ante las denuncias hechas por el exministro de medio ambiente Manuel Rodríguez Becerra y divulgadas por medios de comunicación como el diario El Tiempo, El Espectador, Revista Semana y la emisora la W, en las que denunció un plan del gobierno de Iván Duque a través de la actual administración de Parques Nacionales para construir infraestructura hotelera y aumentar a 85 mil el número de visitantes del parque.
La organización sindical advirtió a Parques Nacionales Naturales, que las normas son claras y prohíben la construcción de infraestructura hotelera y las actividades conexas como movimiento de tierras, circulación de maquinaria, y en general toda alteración del medio ambiente que afecte tanto a las especies de flora y fauna como los cauces de agua.
“La reserva natural de Chingaza alberga el agua que alimenta no solo a Bogotá sino a un importante número de municipios de Cundinamarca y el Meta, pero además es el refugio de miles de especies de aves, mamíferos e insectos que garantizan no solo el bienestar ambiental de toda la región de alta montaña sino además de la riqueza agrícola en la región; su conservación ha sido posible gracias al relativo aislamiento en que se ha mantenido por décadas debido al fenómeno de conflicto interno en el país, pero sobretodo a las normas que se han implementado para su protección y que deben ser respetadas”, señalaron los dirigentes sindicales
Sintraemsdes a través de sus dirigentes aseguraron que instaurarán todas las medidas necesarias para proteger la reserva de las oscuras maniobras del gobierno de Iván Duque y las corporaciones a las que sí protege, para que tal como se ha logrado con el Páramo de Santurbán, prime la ley, la norma y el bienestar de los ciudadano por encima de los intereses de multinacionales y corporaciones.
De igual forma el sindicato instó a los administradores de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, dueña del predio conocido como Monterredondo y en cual se estaría planeando la construcción el proyecto hotelero, a emprender de inmediato los correctivos para evitar cualquier afectación al parque natural.
Al respecto voceros de la EAAB manifestaron aun no estar al tanto de la problemática; Javier Sabogal Mogollón, gerente ambiental de la EAAB, declaró que el terreno en mención fue entregado en comodato por la empresa a Parques Naturales, entidad que lo encargo desde hace 5 años a la corporación comunitaria Corpochingaza, para el desarrollo de actividades de ecoturismo y el mantenimiento de la infraestructura de senderos, zonas de camping y alojamientos.
Sin embargo, y pese a ser responsable de un patrimonio de los bogotanos, Sabogal manifestó en días pasados ante los trabajadores y directivos de la empresa que desconoce los detalles de la polémica que se ha despertado en torno a la reserva, lo que para la organización sindical resulta inaudito.
La denuncia del exministro:
Manuel Rodríguez Becerra, profesor universitario, político y ambientalista colombiano, fue el primer ministro de medio ambiente luego de su creación en 1993 y de tiempo atrás lidera al defensa de los parques naturales en el país.
Hace varias semanas denunció, a través de sus redes sociales, que el gobernó nacional viene desmontando de manera secreta las medidas que protegen los parques naturales de la devastación que generan los complejos turísticos, dando término a los contratos de administración firmados con organizaciones comunitarias que los han conservado y en general ambientando la necesidad de convertirlos en fuentes de recursos económicos a través del turismo y la hotelería.
En entrevista con la emisora La W, Carolina Jarro, directiva de Parques Nacionales, negó que se planee la construcción de un hotel pero no precisó las características de las instalaciones que según sus afirmaciones se piensan destinar a la modalidad de turismo con glamour (glamping).
La funcionaria admitió además que su entidad busca incrementar el número de visitantes de los parques nacionales de 35 mil a 85 mil anuales, lo que habla claramente de una carga negativa sobre el ecosistema y de un interés comercial que prima sobre el ambiental.
Para las organizaciones de cuidado medioambiental las palabras de la funcionaria son preocupantes ya que dejan ver que los daños realizados por las concesiones privadas en el parque Tayrona, en la Sierra Nevada de Santa Marta, podrían llegar hasta la mayor reserva de agua del país.
“Manifesté mi profunda preocupación porque se canceló un contrato con el grupo de turismo comunitario Yaruma Blanco, organización que tiene certificaciones nacionales e internacionales por su buen servicio y que realizó una extraordinaria labor en el santuario ambiental”, aseguró el exministro Rodríguez.
Rodríguez aseguró además que los colombianos tienen derecho a conocer de manera transparente los proyectos que afectan su patrimonio ambiental así como el derecho a un medio ambiente sano. “El nuevo director de Parques Nacionales debe saber que en Colombia hay un número importante de organizaciones que conocen mucho sobre el manejo de los parques naturales y que son más aptas que la mejor de las multinacionales hoteleras,” finalizó.
Tristes experiencias
Los dirigentes sindicales recordaron que la EAAB ya tiene una experiencia lamentable con el embalse de San Rafael, otras de sus propiedades, y las violaciones que sobre el uso de los suelos se ha hecho por parte de constructores privados de vivienda opulenta y clubes privados a su alrededor.
“El sindicato es defensor del agua y del páramo y si existe el más mínimo interés de violar las normas sobre su conservación, tomaremos acciones jurídicas”, advirtieron los dirigentes de Sintraemsdes.
Sin que la representante de Parque Naturales, la señora Jarro, hubiera despejado las dudas sobre lo que se proyecta hacer en Chingaza, es claro que los privados vienen pidiendo pista desde años atrás en busca de hacer de los parques naturales otra fuente de enriquecimiento particular, algo que desde luego está claramente prohibido de acuerdo a las normas vigentes.
La estrategia de desarrollar estos espacios de turismo a gran escala en los parques naturales lamentablemente ya ha avanzado de manera importante en Colombia y para ello gobiernos como el de Iván Duque han venido poniendo fin a los contratos de administración con organizaciones ambientalistas no gubernamentales para entregarlos en concesión a operadores turísticos privados que, contrario a las primeras, hacen uso de los recursos de las áreas en concesión y no toman en cuenta el impacto de las actividades que se desarrollan sobre las especies y la comunidad.
Alejandro Arias, abogado ambientalista ha denunciado recientemente la apropiación de predios en el parque Tayrona, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, y en donde no se ha ejecutado la orden de demolición de edificaciones construidas ilegalmente, y la restitución de predios que le pertenecen a la nación, correspondientes a senderos y zonas de playa.
Por su parte, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, denunció el pasado 12 de mayo ante los organismo de control y el Ministerio de Ambiente, el fenómeno de tala de bosques dentro de parques naturales como La Macarena, Timigua y Los Picachos, para destinarlos a la industria ganadera extensiva.
¿Qué es el gampling y cuál es su impacto?
El término mencionado por la funcionaria de Parques Nacionales se compone de las palabras “glamorous camping” que pretende ofrecer condiciones de lujo a turistas de elite dispuestos a pagar altas tarifas para disfrutar de la naturaleza sin dejar las exclusivas comodidades de su vida cotidiana.
Esas comodidades pueden ir desde menú exclusivos, numeroso personal de servidumbre, instalaciones que incluyen domos y vitrales, instalaciones hidráulicas y de alcantarillado pesadas, y que demandan movimiento de tierras para acondicionamiento de paisaje, redireccionamiento de fuentes y corrientes de agua para su disposición en piscinas, saunas, termales artificiales, etc.
Los materiales con los que se construyen estas instalaciones igualmente poco o nada tienen que ver con su entorno, dado que el objetivo es satisfacer la necesidad de ostentación de ese tipo de visitantes. Eso requiere el desplazamiento de maquinaria mediana y pesada para el transporte y almacenamiento de esos materiales así como de los desechos de construcción que se generan.
Y por supuesto, un millonario que se precie de serlo no puede separarse de la tecnología por lo que estas instalaciones suelen ofrecer la conectividad permanente con el mundo, de manera que se hace necesario extender redes eléctricas, postes, cableado y repetidoras de señal para internet, etc.
El concepto llegó para satisfacer las necesidades de un mercado importante del turismo y se ha implementado en numerosas zonas de Colombia y el mundo, incluso en varios lugares de la Sabana de Bogotá con los efectos positivos y negativos que implica toda intervención del hombre en la naturaleza.
Lo que Sintraemsdes le pregunta a Parques Nacionales y al gobierno de Duque es ¿por qué en Colombia se pretende hacer dentro de los parques naturales y no alrededor de ellos como lo hacen países exitosos en materia de turismo y conservación ambiental como Costa Rica?
“No sería tan preocupante si no superamos que los gobiernos de Colombia buscan a toda costa abrirle el espacio a las explotación minera de alta montaña y los parques naturales son un obstáculo” afirmaron los dirigentes sindicales.
El argumento del empleo y la economía naranja
Uno de los argumentos más escuchados entre los promotores de estas iniciativas es que estos proyectos impulsan la economía naranja, tema bandera de la campaña presidencial de Iván Duque y que con ellos se generan empleos.
Sin embargo se ha demostrado que la realidad es otra y que el nivel de empleo que en general ofrece la industria hotelera a la mano de obra local es bajo y la demanda de servicios e insumos ni siquiera suele abastecerse del mercado nacional, mucho menos del local, pues los insumos suelen traerse de los proveedores internacionales con los que ya cuentan las cadenas hoteleras a las que terminan perteneciendo esas concesiones.