En el marco del evento Antioquia le habla a Quito realizado en Medellín durante la última semana de agosto de 2017, organizaciones, instituciones e integrantes de la sociedad civil nos reunimos con el objetivo de debatir y sentar posición sobre el actual proceso de paz entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). […]
En el marco del evento Antioquia le habla a Quito realizado en Medellín durante la última semana de agosto de 2017, organizaciones, instituciones e integrantes de la sociedad civil nos reunimos con el objetivo de debatir y sentar posición sobre el actual proceso de paz entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Partiendo de que la actual fase pública de los diálogos que se desarrollan en Quito ha abierto la posibilidad a la participación activa e incluyente de la sociedad civil, reconociéndola como sujeto esencial para la solución final negociada del conflicto armado político en Colombia, emitimos el siguiente pronunciamiento:
Hacemos un llamado a reconocer la heterogeneidad del conflicto armado en nuestro país, ya que, por un lado, tiene sus raíces en problemas de carácter social, político y económico; y, por otro lado, ha sido protagonizado por una multiplicidad de actores (Insurgentes, contrainsurgentes y estatales). Consideramos además que la resolución de la guerra entre insurgencias y Estado no puede desconocer los procesos que vienen adelantando diferentes comunidades respecto a la resolución de otros conflictos (de carácter ambiental, económico, cultural, etc.). Los diálogos de negociación deben incluir las agendas locales y territoriales, haciendo énfasis en que las soluciones al conflicto también son heterogéneas.
En este sentido, creemos que la paz merece una reflexión más amplia y profunda, para buscar condiciones que verdaderamente la hagan estable y duradera, trascendiendo las firmas de los acuerdos negociados. Es decir, la paz debe ser entendida como un escenario de participación activa donde se comienzan a forjar los caminos de construcción real y búsqueda continua de soluciones a todas las manifestaciones de violencia derivadas de los diferentes problemas estructurales por los que ha atravesado históricamente el país. Por lo tanto, debemos entender que es un proceso de transición y transformación democrática y paulatina que debe involucrar a todos los sectores de la sociedad, como lo son agremiaciones económicas, movimientos sociales, organizaciones comunitarias, diversos grupos étnicos y de género, defensores y defensoras de derechos humanos, víctimas, instituciones religiosas y actores armados en conflicto.
Manifestamos además una serie de preocupaciones frente a algunas condiciones que anteceden y rodean el actual proceso de negociación entre el gobierno y el ELN. La primera tiene que ver con los obstáculos por los que ha venido pasando la ejecución de los puntos pactados en el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC- EP), creemos que esta coyuntura no propicia un ambiente de confianza para continuar con la Mesa en Quito, por eso hacemos hincapié en la urgente necesidad de propiciar garantías jurídicas y políticas que blinden los acuerdos negociados y generen seguridad y amparo para el camino de consecución de la paz. La segunda está relacionada con la alarmante cifra de 186 líderes y lideresas sociales asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 5 de julio de 2017 y la omisión del Estado frente a esta situación y el reconocimiento de la sistematicidad de estos ataques y persecuciones a líderes sociales y defensores de derechos humanos; denunciamos que mientras no existan acciones contundentes de protección y garantías para ejercer las reclamaciones, la consecución de un escenario apto para la paz se dilata y debilita. La tercera hace referencia al poco cubrimiento informativo y analítico respecto al proceso de negociación en Quito; señalamos que dicho proceso ha tenido momentos de incertidumbre a los que no se les ha hecho el suficiente seguimiento, estudio y difusión. La cuarta se refiere al poco interés por parte del gobierno en posibilitar escenarios de participación de la sociedad civil; hay una carencia en la formación e integración de espacios para que las diferentes organizaciones y grupos sociales manifiesten sus posturas y peticiones frente al proceso.
Con todo lo anterior, y como partes conformantes de la sociedad civil del departamento de Antioquia interesadas en participar activamente en el curso del proceso y la constante construcción de la paz, concluimos que:
– Respaldamos el cese bilateral temporal al fuego entre el Gobierno y el ELN, y, en el mismo sentido, instamos a las delegaciones a continuar avanzando en su pacto definitivo siempre y cuando haya garantías de seguridad para ambas partes.
– Exigimos al Gobierno cumplir con los acuerdos firmados en La Habana con las FARC-EP. Le hacemos un llamado a no vulnerar lo ya acordado y refrendado por el congreso, ni a omitir el compromiso que adquirió con el pueblo colombiano el 24 de noviembre de 2016.
– Respetamos la autonomía de los pueblos para respaldar o no el proceso de negociación pero, por otro lado, pedimos habilitar espacios para que la participación social sea desde las dinámicas y los procesos sociales de los territorios que posibilitan tanto la denuncia de las formas particulares en las que vivimos el conflicto, como la expresión de las maneras en las que nos comprometemos con su solución; sólo de esta manera será posible llegar a acuerdos verdaderos y ejecutables para cesar con las múltiples confrontaciones.
– Hacemos el llamado a que se acuerde de manera acertada y con prontitud la participación social vinculante a la mesa de negociación en Quito , posibilitando al pueblo colombiano expresar elementos de agenda para la negociación y propuestas para la solución política al conflicto armado desde los territorios. Solicitamos crear condiciones para que exista una veeduría ciudadana a todas las eventualidades del proceso.
– Consideramos importante fortalecer los procesos de sensibilización y pedagogía para la paz que amplíen el conocimiento y generen conciencia, primero, frente a la historicidad del conflicto social, político, económico y armado; y segundo, frente al actual proceso de paz entre el Gobierno y el ELN. Ello además, con el espíritu de que se logren concretar metodologías de participación desde los ciudadanos y ciudadanas.
¡Construyamos Paz, con Garantías para la Vida
y Participación Directa de la Sociedad!
Firman,
Coordinación Colombia Europa Estados Unidos – NODO Antioquia.
Congreso de los Pueblos.
Semillero de investigación Cultura, Violencia y Territorio (INER – U de A).
Colectivo de Educación Popular Paulo Freire.
Corporación Social Nuevo Día.
Corporación Jurídica Libertad.
Oficina Estudiantil UN.
Comité de Solidaridad con los Presos Políticos.
Colectivo de Estudio y Trabajo – CET.
Corporación Volver.
Proyecto de Educación Popular Estanislao Zuleta – PEPEZ.
Red Popular Caminando la Palabra.
Tejido Juvenil Nacional – TEJUNTAS.
Identidad Estudiantil.
Asociación de Víctimas y sobrevivientes del Nordeste de Antioquia – ASOVISNA.
Proyecto Exilio y Memoria.
Corporación Social Semilla Urbana.
REDEPAZ – Antioquia.
Pax Christi Medellín.
Mesa Ecuménica por la Paz.
Comosoc Antioquia.
Mesa Intersectorial de Antioquia por la Salud.
Federación Mixta de Pensionados de Antioquia – FEMPA.