En la visita que el presidente Santos hizo al Papa Francisco, en mayo pasado, este le recomendó «tener espíritu de encuentro para lograr la paz». Como en todo conflicto, en el colombiano hay dos Partes y a cada una le corresponde ir al encuentro de la otra, moviéndose desde sus posiciones originales, desplazamientos en que […]
En la visita que el presidente Santos hizo al Papa Francisco, en mayo pasado, este le recomendó «tener espíritu de encuentro para lograr la paz».
Como en todo conflicto, en el colombiano hay dos Partes y a cada una le corresponde ir al encuentro de la otra, moviéndose desde sus posiciones originales, desplazamientos en que está el éxito de la solución política.
Desde el punto de vista del pueblo un Punto de Encuentro, entre otros componentes tendría como propósito nacional «acabar con la guerra para que quienes se lucran con ella, dejen de hacerlo», y «ganar la libertad de los millones de colombianos esclavizados por la indignidad de la miseria»… para usar las mismas palabras de los discursos pacifistas de Juan Manuel Santos.
No sería parte de este Punto de Encuentro, el discurso belicista del presidente, cuando amenaza con «acabar a las malas con la guerra». La humanidad conoce de sobra esta vía, David Lloyd George ministro británico que encabezó las negociaciones para terminar la Primera guerra mundial (1914-1919), sentenció:
«Esta guerra, como la que venga después, es para poner término a la guerra».
Reincidir
Es volver a cometer la agresión, provocando una reacción defensiva.
Un estudio de la ONU demuestra que en los países en que se firman acuerdos de paz producto de negociaciones, estos se rompen a los 5 años. Quebrar esta tendencia de reincidencia depende de tener honestidad y voluntad de paz, pero en el conflicto colombiano, el régimen dominante no cuenta a su interior con un consenso sobre estos asuntos.
Pese a la fragilidad de los acuerdos de paz, María Teresa de Austria, una reina de hace 400 años, dijo que:
«Más vale una paz relativa que una guerra ganada».
Memoria
Es el recuerdo veraz de hechos pasados. La historia es parte de la memoria colectiva, aunque la versión oficial escrita por las clases dominantes, nunca recoge las vivencias y luchas populares, por lo que desarrollar una única historia del país, es un aporte a la construcción de la paz.
Los Estados Unidos colocan varios plazos para desclasificar informaciones secretas y darlas a conocer a la opinión, sin embargo las pruebas que demuestran su participación en el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, ya rebasaron todos estos plazos sin que se decidan a hacerlas públicas, escondiendo la verdad de un magnicidio, que partió en dos la vida de Colombia y desató el actual conflicto interno.
Construir la memoria colectiva de los sufrimientos y batallas del pueblo cultiva su identidad, alimenta su esperanza y su lucha por libertad y justicia. El Papa Juan Pablo II, en el 50 aniversario de la finalización de la Segunda guerra mundial (1939-1945), afirmó:
«Mantener vivo el recuerdo de cuanto sucedió es una exigencia no solo histórica, sino también moral. No hay que olvidar. No hay futuro sin memoria. No hay paz sin memoria.»
Reconciliación
Es dejar de considerarse enemigos y tratarse como miembros iguales de una misma comunidad humana.
Los Indignados denuncian al sistema capitalista por estar dirigido contra la humanidad y la naturaleza, obligando a la gente a convertirse en rebeldes anti sistema y para conciliar esta contienda, el ordenamiento económico, social y político hay que colocarlo al servicio de la sociedad y en armonía con el planeta.
Concertar voluntades para darle una oportunidad a Colombia como nación, exige reconstruir las confianzas. El sabio Einstein, en «La seguridad nacional» (1950), dice:
«Toda clase de cooperación pacífica entre los hombres está basada, en principio, en la mutua confianza y sólo en segundo lugar en instituciones tales como los tribunales de justicia y la policía. Esto vale para las naciones y los individuos. Y el fundamento de la confianza es la lealtad».
SIGUE: Invito a los lectores a aportar otros conceptos esenciales para construir la paz, para ordenarlos y publicarlos en este Pequeño diccionario de la reconciliación.
(*) Pablo Beltrán es miembro del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional (ELN)
Fuente: http://www.eln-voces.com/index.php/es/voces-del-eln/comando-central/653-punto-de-encuentro