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A dos años de mi encuentro con Emilio Cheyre (ex jefe del ejército de Chile)‏‎

«Que rompan los pactos de silencio»

Fuentes: Rebelión

Santiago de Chile, 25 de agosto de 2015 El pasado 22 de agosto se cumplieron dos años del encuentro en televisión que tuve con Emilio Cheyre en TVN, en estos días estoy en Santiago y quisiera compartir mis sentimientos que son de agradecimiento a todos los chilenos que me saludaron por las redes sociales y […]

Santiago de Chile, 25 de agosto de 2015

El pasado 22 de agosto se cumplieron dos años del encuentro en televisión que tuve con Emilio Cheyre en TVN, en estos días estoy en Santiago y quisiera compartir mis sentimientos que son de agradecimiento a todos los chilenos que me saludaron por las redes sociales y sobre todo los abrazos y los saludos que recibí en la calles de Santiago luego de esa entrevista, y que todavía al día de hoy recibo. Ahí entendí que había logrado un aporte a la recuperación de la memoria en Chile, sobre todo cuando se me acerco un hombre y me manifestó que era de derecha y que nunca comprendió el dolor que sufrieron muchas personas durante la dictadura, solo al escucharme dimensiono la crueldad y el dolor que hemos padecido muchos.

Ir a este encuentro no fue nada sencillo para mí, supongo que para el militar tampoco lo fue, pero si quiero aclarar que mi presencia en Chile en el día de hoy responde a un viaje de los más de 60 que realice desde argentina lugar en donde resido, En estos últimos 15 años fueron más de 60 viajes pidiendo justicia por mis padres y por todas las victimas de Chile, viaje en bus, en avión, viaje con la esperanza, viaje con la paciencia, con el dolor, viaje con la idea de alcanzar la justicia y derrotar la impunidad, viaje con la esperanza de terminar con el olvido y la indiferencia. Viaje y viaje y hoy un viaje más, siempre pensando en mis queridos padres María Y Bernardo, siempre con la esperanza de llegar.

Quisiera realizar un breve balance respecto al encuentro que tuve en TV con Cheyre, si bien el reconocimiento y el cariño que tuve de la gente fue hermoso, la vida de Cheyre siguió igual, un militar que llego a lo más alto de la escala de la jerarquía en el ejército, que siempre revistió en la estructura de inteligencia militar, con sus muy buenos contactos en los altos mandos militares en EEUU., este militar cuando se retiró del ejército fue premiado con cargos académicos, con un lugar en el Servel y a principios del 2014, también fue contratado por la cancillería de Chile. O sea un militar que tuvo un nivel de conducción en un Regimiento que mato y torturo a muchos ciudadanos chilenos y extranjeros, y en donde se secuestraron y asesinaron niños, fue reconocido y contratado por el estado de Chile. No voy a entrar en los detalles de cuantas pensiones de privilegio ni cuantos sueldos del estado percibe, ni tampoco voy a entrar en el tema del porcentual que percibe el ejército de CODELCO, no son estos los temas que más me preocupan.

Mientras me miro al espejo del hotel en mi habitación en la calle Portugal muy cerca de la alameda, y veo que lo único que le solicite al Estado de Chile desde un 4 de diciembre del 2000 es una sola cuestión, simplemente JUSTICIA por el tremendo crimen que vi frente a mis ojos con dos años de vida, vi como caía mi madre malherida, y también vi como un militar chileno se le acercó y le dio un tiro de gracia, mi madre una lola mexicana de solo 24 años de edad, que solo pretendía salvar a su hijito de 2 años. Fui testigo de cómo persiguieron a mi padre y como lo mataron con disparos de metralleta por la espalda. Hoy frente a este espejo, veo un hombre de 44 años de edad, que sigue con sed de justicia, sin pretender en lo absoluto venganza, sin odio pero con la misma fuerza que tuve al comienzo de este camino, hoy me miro y veo un estado que me sigue dando la espalda, sigue con indiferencia ante mi planteos de justicia. Ya son más de 60 viajes, no solo tuve un costo económico con estos viajes sino que además tuve que abandonar trabajos, estudios, tuve que dejar a mi abuelita que se encontraba enferma al cuidado de una vecina.

Por eso insisto que el Estado de Chile tiene la obligación moral de dar respuestas, hasta ahora mi familia y yo seguimos esperando que el estado responda y reconozca este crimen de lesa humanidad del que fui sobreviviente y en donde me quede huérfano de mis padres. Estoy seguro que en estos tiempos el estado tiene una oportunidad de resolver y avanzar, con voluntad, compromiso y decisión política el estado puede dar respuesta a mi familia, para que a pesar de las décadas pasadas halla algo de paz y alivio en mi alma.

También quiero reconocer y agradecer a la presidenta de Chile de haber planteado lo mismo que yo le manifesté a Cheyre cara a cara en TV, BASTA DE SILENCIO !!!

Y repito «QUE ROMPAN LOS PACTOS DE SILENCIO» Y solo le pido al Estado de Chile JUSTICIA.

Muchas gracias,

Ernesto Lejderman Avalos

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.