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A 20 años del asesinato de Jaime Garzón

¿Qué somos?

Fuentes: Rebelión

Casi todos en Colombia sabemos quien era Jaime Garzón, todos sabemos que fue asesinado en 1999. Casi todos sabemos hoy que fue un crimen de Estado que involucra a generales de la República, políticos y personajes tan célebres como el subdirector del DAS José Miguel Narváez, quién directamente entregó a las AUC las instrucciones y […]

Casi todos en Colombia sabemos quien era Jaime Garzón, todos sabemos que fue asesinado en 1999. Casi todos sabemos hoy que fue un crimen de Estado que involucra a generales de la República, políticos y personajes tan célebres como el subdirector del DAS José Miguel Narváez, quién directamente entregó a las AUC las instrucciones y facilidades para cometer el crimen. («el profe» de los paramilitares y creador del g-3).

José Miguel Narváez en sus altas calidades como funcionario del Estado fue el mismo que se apersonó de desviar la investigación y para el efecto le ordenó a Emiro Rojas que acusara a dos personas que, si bien tenían antecedentes judiciales, no tenían nada que ver con el asesinato (fueron absueltos en 2004). El DAS organizó la red de testigos falsos para encubrir a los verdaderos culpables con el respaldo político, jurídico y público del ministro del interior de la época: Néstor Humberto Martínez.

De modo que el DAS y la fiscalía de entonces (Luis Camilo Osorio) con el apoyo del ministro del interior construyeron un entramado de mentiras para ocultar un crimen de Estado (sin mencionar el papel que jugó Jorge Noguera) y para matar a los sicarios de la terraza que participaron en el hecho.

José Miguel Narváez fue el mismo asesor de FEDEGAN (1) y funcionario de empalme en el ministerio de defensa de Marta Lucía Ramírez (2), la actual vicepresidenta, en otra de las presidencias del Álvaro Uribe actual.

Todos sabemos que aún hoy se quieren ocultar las incidencias y motivos de un crimen de Estado con fines políticos, orquestado, dirigido, y ejecutado por agentes y personalidades del Estado en complicidad con «fuerzas oscuras». En un contexto de asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos.

José Miguel Narváez (hoy «condenado») y Emiro Rojas (hoy libre y feliz) construyeron un cartel de falsos testigos, fraudes procesales y probatorios para garantizar la impunidad a los culpables y la condena de inocentes . Todo esto fue descubierto por la periodista Claudia Julieta Duque. Por esos descubrimientos ella fue torturada y amenazada por agentes del DAS para callarla sin más. A esos agentes del DAS se les abrió proceso penal por tortura al tiempo que a José Miguel Narváez por instigar el asesinato de Garzón.

Con el paso del tiempo y el giro de la «fortuna» los amigos de José Narváez vuelven al poder del Estado y lo envían a cumplir su «condena» a una finca donde vive y se mueve libremente. Al mismo tiempo, los amigos de Narváez y sus amigos poderosos (los amigos de los amigos son amigos) han resultado también beneficiados. Los torturadores de Claudia Julieta Duque están libres por orden de la Juez segunda especializada luego de sugerirle a la defensa de Emiro Rojas que solicitara nulidades para dejarlo en libertad, a él y a otros torturadores. La juez segunda especializada, Nidia Angélica Carrero Torres, es la misma que le ordena a la Claudia Duque callarse, sin más, frente a la notoria irregularidad que la juez comete. (eso se llama censura).

Toda esa retahíla de nombres curiosamente pueda repetirse en una especie de revés histórico, pues la misma juez, Nidia Angélica Carrero Torres, es la encargada de juzgar el caso conocido como «del Andino» (aceptando irregularidades tan burdas como que a una de las detenidas no se le mencione en un escrito de acusación y aún así lleva más de dos años presa) montaje elaborado por la fiscalía general en cabeza de Néstor Humberto Martínez (ex fiscal), especialista en esos asuntos; montaje judicial elaborado con fines políticos favorables al sector político que hoy se encuentra en el poder (el mismo de Marta Lucía Ramírez y Álvaro Uribe) y que agenció el segundo montaje avalado por jueces deshonestos y construido por fiscales sin vergüenza con -una vez más- testigos falsos y montajes en los que participan agentes del Estado luego de obtener «ganancias» políticas y cumpliendo el objetivo de encubrir a los verdaderos culpables.

Jaime Garzón era reconocido y querido por todos los colombianos, conectado con políticos y personajes públicos, su asesinato se está reconociendo como un crimen de Estado y 20 años después la impunidad es casi total y aunque no ha sido reconocido como crimen de lesa humanidad, la connotación de su asesinato apunta a que sí es.

¿Que sucederá con nosotros? Desconocidos, sin conexiones entre políticos o empresarios, personajes anónimos y sin dinero. Es mejor decir lo que no somos: No somos Emiro Rojas ni el magistrado Ricaurte, no somos Santiago Uribe, no somos Carlos Palacino,no somos directivos de Straval, ni somos los hermanos Uribe Noguera. Entonces: Además de ser presos por montajes judiciales ¿Qué somos?

Más ampliamente: frente a todos esos nombres que están detrás de tantos crímenes, trampas y corruptelas y al frente de nuestro destino como país, los colombianos ¿qué venimos siendo?

Notas

1- La federación de José Félix Lafaurie el esposo de María Fernanda Cabal, ambas figuras prominentes del Centro Democrático.

2- Fue la ministra Marta Lucía Ramírez. Por sus hechos la conoceréis: Operación Orión; quien dirigió la operación Orión; ex empleada pero siempre buena servidora de Luis Carlos Sarmiento Angulo.

Procesados y procesadas por el montaje judicial del atentado al Centro Comercial Andino.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores y autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.