El espantoso caso de Santrich no es un episodio aislado. Es parte de todo un plan ultraderechista para destruir la paz, que hace rato está siendo hecha añicos, incluso con la complacencia de ciertas fichas del denominado viejo Secretariado dedicados a pelechar y a consolidar su tránsito hacia la fantasía neoliberal, en algunos casos fungiendo […]
El espantoso caso de Santrich no es un episodio aislado. Es parte de todo un plan ultraderechista para destruir la paz, que hace rato está siendo hecha añicos, incluso con la complacencia de ciertas fichas del denominado viejo Secretariado dedicados a pelechar y a consolidar su tránsito hacia la fantasía neoliberal, en algunos casos fungiendo de seudo columnistas cargados de sofismas y frases piadosas sonsacadas con trampa de los textos hebreos para sustituir las teorías revolucionarias que sirven de soporte teórico a la resistencia agraria y popular.
Guerrilleros a la deriva, torturados y masacrados, como en el caso del compañero Misael en Arauca, víctima de los militares y los paras, y no de actos de indisciplina (versión Londoño el del viejo Secretariado) o de líos de faldas (versión Mindefensa), es parte de esta cadena de ataques a la implementación de los acuerdos encabezada por el Fiscal vargasllerista empeñado en arrasar con la ruta de la reconciliación a como de lugar.
La arremetida sistemática contra los consensos de paz en sus principales componentes trituro la reforma rural integral; la justicia transicional; la ampliación de la democracia; las alternativas al problema de las drogas; el nuevo partido de los guerrilleros; la reintegración de los combatientes agrarios; y las inversiones internacionales que se las chupo el hueco negro de la corrupción montado en un Fondo Colombia en Paz, puesto al servicio de la facción gavirista del directorio liberal y de ciertas fichas del viejo Secretariado (Lascarro, Mechas, Gil, Lozada, Granda etc) contagiadas por las mañas del clientelismo y el sistema de favores practicado por el régimen político patrimonial.
La captura de Santrich es la tapa de toda esta torcida y desleal operación orquestada desde la cúspide misma del poder, pues el señor Santos mueve todo detrás de la escena sin importar que ostenta, nada más ni nada menos, que un Premio Nobel de la paz.
Santrich cayó en una trampa montada por la Dea, por supuesto con el concurso muy activo del Fiscal Néstor Humberto Martínez.
No se trató de un acto técnico judicial si no de una estratagema política focalizada deliberadamente en una persona afectada por una grave discapacidad visual.
Fue un acto torticero montado con toda crueldad y en el mismo fue clave Armando Gómez España, de profesión abogado y de 69 años, quien hizo la entrega de cinco kilogramos de cocaína el 1 de noviembre del 2017 en el vestíbulo de un hotel en Bogotá.
Gómez España es el agente de la Dea incrustado en este falaz escenario. Es el Infiltrado que grabó citas en las que Santrich supuestamente habría negociado cocaína.
En los medios policiales, del CTI y, obviamente de la Dea, Gómez España es un reconocido «chivato caleño» utilizado en las cadenas del tráfico de narcóticos para decomisar los cargamentos de coca, que ahora se coloca al final para mostrar resultados y eficacia policial ante otros países, como lo proclaman Santos y Villegas, y de esa manera dar cobertura a los «corones» efectivos de propiedad de altos oficiales de la policía, expertos poliglotas, y de los nuevos carteles favorecidos por las reingenierías del crimen.
Como parte del juego, los medios más importantes dicen que Gómez se encuentra en delicado estado de salud recluido en un centro hospitalario donde se le notificó de su situación jurídica y se hizo efectiva la captura. Por obvias razones sigue en el hospital con vigilancia y protección especial de la Dea y el CTI.
La entrega de los cinco kilos del alcaloide estaba siendo monitoreada, con el rol de Gómez España, por la Dea y la Fiscalía.
Fabio Simón Younes Arboleda es otra cruel víctima de este montaje involucrado mediante artimañas por Gómez España; un mitómano crónico.
Fabio Simón Younes Arboleda, abogado de 72 años, aparece registrado como gerente de la empresa de consultoría Fabio Younes & Asociados S.A.S., que ofrece servicios de consultoría con organizaciones asociadas, entre otros lugares, en Canadá, Estados Unidos, México, Panamá, Costa Rica, Argentina, Aruba, Noruega, Finlandia, Italia, Grecia, Israel, Jordania, Rusia, Turquía y China.
Con la certeza moral y la convicción profunda que lo caracteriza, Santrich esta hace casi 30 días en huelga de hambre y al borde de la muerte.
Esos los aspectos básicos de este desgraciado montaje.
Hoy, en las horas de la madrugada, Santrich fue llevado a la Fundación Caminos de Libertad, «por razones humanitarias», pero continúa su huelga de hambre. Desde el pasado 26 de abril, estaba internado en el hospital El Tunal por las complicaciones que le produjo a su salud la huelga de hambre que viene haciendo desde comienzos de abril, cuando fue capturado en el montaje ya descrito.
Santrich es inocente y debe ser puesto en libertad. Está de por medio la paz de este país.
Los mismos que orquestaron este montaje deben reconocer su error.
Al respecto bien conviene retomar estas oportunas reflexiones de alguien que conoce las intimidades de los estudios colectivos de contexto en la Fiscalía, que le valieron, por lo demás, duros cuestionamientos por la extravagancia de los honorarios acumulados, que más parecían unas retribuciones emocionales asimétricas, en mínima concordancia con los criterios de transparencia que deben guiar la administración pública.
La columna de la referencia se plantea lo siguiente (Verhttps://www.las2orillas.co
«La primera pregunta que surge después del arresto de Santrich, es: ¿quién ordenó y quien autorizó esta operación? El presidente Santos, según la versión oficial, fue informado apenas el día anterior de la ejecución inminente de la orden de captura. Eso es imposible. La DEA es una agencia altamente política, y las operaciones se ejecutan en el marco de procesos de cooperación conjunta contra el crimen organizado. Esta operación en particular, que afecta directamente la implementación de los acuerdos de paz, fue claramente ejecutada con el conocimiento de la Presidencia desde sus inicios. El momento en que fue anunciada tampoco es fortuito. Las capturas se realizaron precisamente luego del asesinato de los periodistas, cuando estalla la crisis con la disidencia de las Farc en la frontera con el Ecuador».
Y prosigue, «Santos ha mantenido una mano de hierro sobre todos los asuntos de cooperación extranjera, y no ha cedido ni un ápice, literalmente, en ningún tema de su agenda de paz y su récord de derechos humanos. Una captura sorpresa habría generado una crisis inminente entre la Cancillería, la Fiscalía, la Presidencia, y un choque con la DEA, que evidentemente no se ha producido. Ahora, es muy poco creíble que Santrich sea el único objetivo» (https://www.las2orillas.co/es
«Segundo. ¿Es esta la primera de una serie de capturas contra el Secretariado de las FARC? Las explicaciones oficiales de cómo y desde cuándo se estaba ejecutando esta operación son prácticamente inverosímiles, especialmente si uno las compara con la manera como la DEA proyecta usualmente sus seguimientos a muy largo plazo y con objetivos sobre estructuras completas. Las capturas se realizaron mucho antes de que se hiciera efectivo el envío de la droga, y los capturados operaban más como socios que como cartel».
Tercero. ¿Estaban informados los demás miembros del antiguo Secretariado de las capturas (por ejemplo Lozada, tan amigo del General Florez y con él los otros)? Las capturas, tremenda coincidencia, se realizan un día después de la Conferencia en el viejo Secretariado que la organización hizo seguimiento de las actividades en todos los puntos de concentración, y fue muy sorprendente la reacción calmada y unificada de ciertos integrantes del antiguo Secretariado frente a este tema.
Durante las horas inmediatamente posteriores a la captura, se especuló que el resto de miembros del Secretariado estaban listos para huir a Cuba o Venezuela, y que estos hechos planteaban una ruptura inminente de la implementación de los acuerdos de paz. Sin embargo, la cúpula de las Farc planteó una respuesta organizada y cautelosa, distanciándose de Santrich con argucias seudo jurídicas y pretextos de un vetusto constitucionalismo neoliberal. No se puede olvidar que Santrich junto con Márquez, el Paisa, Joaquín Gómez y Aldinever, hacen parte de la línea revolucionaria y consecuente de las Farc. Con la captura de Santrich, dicha posición es golpeada para favorecer el arrinconado viejo Secretariado que es rechazado con creciente fuerza en las zonas veredales después de sus bajas votaciones en el Primer Congreso. Estaban informados de lo que se venía, obviamente» (https://www.las2orillas.co/es
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