La candidata presidencial de la Nueva Mayoría (ex Concertación), Michelle Bachelet, presentó el comando que debería conducirla a la victoria en las elecciones del 17 de noviembre. Pareciera un estreno en sociedad más dirigido a la elite que a los electores de a pie. En la lista predominan representantes directos de grandes grupos económicos, colaboradores […]
La candidata presidencial de la Nueva Mayoría (ex Concertación), Michelle Bachelet, presentó el comando que debería conducirla a la victoria en las elecciones del 17 de noviembre. Pareciera un estreno en sociedad más dirigido a la elite que a los electores de a pie.
En la lista predominan representantes directos de grandes grupos económicos, colaboradores neo-conservadores de su anterior gobierno 2006-2010, economistas DC, PS, un par de PCs, uno que otro independiente y una gama de veteranos en atravesar con soltura la puerta giratoria entre el «servicio público» y los negocios privados. Los miembros más relevantes y con mayor influencia real del team poseen el denominador común de llevar en su ADN la ideología neoliberal.
Mauricio Becerra R. escribió en el periódico El Ciudadano que así como «los orejeros neoliberales de Bachelet durante su primer gobierno fueron criados en Expansiva, ahora las influencias vienen de Espacio Público, un think tank creado en 2012 por Eduardo Engel, economista y columnista dominical de La Tercera, el diario de Álvaro Saieh (patrimonio de 3.000 millones de dólares, según Forbes 2013, con activos como el banco CorpBanca, Copesa -editora de La Tercera, Pulso y otros medios-, la poderosa red de supermercados Unimarc-SMU -Deca, Bryc, Korlaet, Cofrima- y otros negocios).
El apoyo de Saieh a Bachelet es notorio en el trato editorial de sus diarios insignia, La Tercera y Pulso, destinado al sector empresarial; La Cuarta, que informa al «bajo pueblo» en un lenguaje que destruye el idioma de Cervantes; y La Hora, diario gratis para quienes se desplazan a trabajar en metros y autobuses atestados, fuente de sufrimiento cotidiano para los pobres de la gran ciudad donde el hacinamiento no permite la lectura.
Operadores del grupo Luksic, de Paz Ciudadana (de Agustín Edwards) y pontífices del neoliberalismo de variado pelaje son estrellas del equipo de Michelle Bachelet. La constelación abarca desde la Democracia Cristiana al Partido Comunista, con los puestos claves ocupados por firmes defensores del modelo económico inaugurado por Pinochet a nivel mundial. La Nueva Mayoría bacheletiana huele a más de lo mismo, escribió El Ciudadano.
¿Quién es quién en el entorno de Bachelet?
Para Mauricio Becerra R., de El Ciudadano, hay «personajes del terror del nuevo comando de Bachelet». Cuando la ex jefa de ONU Mujeres presentó su equipo destacó que «la diversidad de ideas que habrá en esta casa es una muestra de amplitud y de diálogo por el otro». Una diversidad que abarca desde figuras del PC hasta repetidos democratacristianos y operadores del grupo Luksic. Un equipo sin los codazos ‘institucionalistas’ de Camilo Escalona, pero empapado en su ideario de mantener el modelo económico. Un equipo que ya no tiene a Andrés Velasco (3), pero sí todo su ideario neoliberal, aseguró Becerra.
El círculo íntimo de Bachelet mantiene en puestos claves a Rodrigo Peñailillo como coordinador general, a Álvaro Elizalde como jefe de comunicaciones y a Alberto Arenas como encargado de programa.
El guiño a la izquierda fueron cargos nominales otorgados al Partido Comunista que no inciden en los lineamientos centrales del programa. La Nueva Mayoría repite el rol asignado al pensamiento de izquierda en los anteriores gobiernos concertacionistas, en asuntos culturales, de género o juveniles. Camilo Ballesteros, ex líder estudiantil PC de la FeUsach, queda a cargo de la red de jóvenes; Marcos Barraza, director del Instituto de Ciencias Alejandro Liptchutz (ICAL), será minoría en el área de Educación; y la concejal por Santiago Claudia Pascual tiene un rol figurativo en la red de mujeres. Patricio Palma, integrante del Equipo Programa, es la única carta fuerte del PC en un espacio clave del comando.
Los democratacristianos, que llegaron terceros con 8% de votación en las primarias, coparon el programa de la candidata de la Nueva Mayoría. Por lo tanto, las monsergas de «mantener los equilibrios macroeconómicos» o «la responsabilidad fiscal», promovida por el presidente del PDC, Ignacio Walker y su sector conocido como los ‘príncipes’, escribirán el catecismo neoliberal de la candidata.
El responsable territorial del comando será Pablo Badenier. La alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, junto a la independiente Josefina Errázuriz (un guiño a los movimientos ciudadanos), serán sus encargadas municipales. También están los economistas DC René Cortázar y Alejandro Micco, entre otros.
El hombre de la Reforma Previsional
Además del PC Patricio Palma, el Equipo Programa de Bachelet está integrado, por el DC Alejandro Micco, el senador PPD Ricardo Lagos Weber y el radical Gabriel Guzmán. Pero quien lleva la batuta es Alberto Arenas, director de Presupuesto en el anterior gobierno de la candidata fue artífice de una reforma previsional que ni tocó a las AFPs y director del Canal 13, nombrado por Andrónico Luksic (4), cuyo grupo minero-financiero-
De acuerdo con El Ciudadano, el militante comunista y dirigente estudiantil Alberto Arenas tras titularse de ingeniero comercial en la Universidad de Chile abandonó las camisetas con la cara del Ché Guevara y aflojó el puño para irse a trabajar en 1991 a la gerencia de estudios del Banco Sud Americano. Dos años después se cursó un doctorado en la Universidad de Pittsburgh, EEUU, donde inició sus pesquisas sobre la reforma previsional realizada por Pinochet.
Arenas, que es cercano al senador PS Camilo Escalona, presentó la propuesta de reforma tributaria de Bachelet que apunta a recaudar 3% del PIB (unos 8.200 millones de dólares) terminando con el Fondo de Utilidades Tributables (FUT), aumenta el impuesto sobre la renta de las empresas de 20% a 25% y baja la tasa máxima de las personas de 40% a 35%. Durante este año ha dado ‘confiabilidad’ al empresariado respecto a que no ‘afectarán la inversión’ las promesas de Bachelet que recogerían demandas sociales. En una entrevista en La Tercera insiste en repetir palabras como «prudencia», «seriedad» y «responsabilidad».
A quienes Arenas no quiso dejarles una buena impresión fue a los empleados fiscales, dijo El Ciudadano. A la hora de sentarse a negociar los reajustes al sector público, los dirigentes recuerdan una postura muy mezquina.
Con la alta estima de Bachelet y de su ministro de Hacienda Andrés Velasco, estuvo a cargo de diseñar e implementar la reforma previsional del primer gobierno de la ex mandataria, pero no tocó las ganancias de las AFP y se limitó a crear una Pensión Básica Solidaria a cargo del Estado. Es decir, una reforma que repite el rol subsidiario del Estado sólo donde no llegan los agentes económicos privados.
En la entrevista otorgada a La Tercera, Arenas pone esa reforma como modelo para sus propuestas tributarias, alegando sobre todo su ‘sustentabilidad’ y el ‘poder sostenerse en el tiempo’ (…) ‘porque estuvo pensada para las próximas cuatro décadas al menos’. Pasaron los años y hasta Joaquín Vial, quien fuera presidente de AFP Provida, reconoció en 2012 que el 60 % de los afiliados a las AFP tendría una pensión menor a 150 mil pesos mensuales. Incluso el presidente Sebastián Piñera reconoció la necesidad de otra reforma, lo que provocó la molestia de su hermano José, mentor del sistema de capitalización privada de los ahorros provisionales de los trabajadores, como financiamiento a los grandes grupos económicos.
Otra huella de Arenas fue ‘aconsejar’ que Bachelet sacara del discurso del 21 de mayo de 2008 el descuento del 7% de salud a los pensionados. La decisión, aplaudida por Andrés Velasco, fue reconocida como uno de los grandes errores de la ex mandataria y se convirtió en caballito de batalla de la candidatura de Piñera, dijo El Ciudadano.
Una vez desalojado de la Moneda por la derecha, en mayo de 2010, Alberto Arenas fue designado en el directorio del Canal 13 por Andrónico Luksic, recién comprado en 66,6% a la Universidad Católica. Allí estuvo hasta que ahora desembarcó en el comando de Bachelet.
Otra aporte al neoliberalismo de Alberto Arenas fue nombrar a un cercano, el economista Aldo González, en el diseño de las políticas de consumidores de la ex mandataria. González se desempeña ahora como Director Académico Diploma en Regulación y Competencia de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, puesto desde donde testificó a favor del supermercado Líder en un juicio ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. También redujo el problema de la fusión LAN-TAM a una «mejora de la competitividad», emitiendo informes a favor de la línea aérea, y cuestionó la injerencia de las organizaciones de consumidores como integrante de la Comisión Asesora Presidencial para la Defensa de la Libre Competencia.
Operadores energéticos en el medio ambiente
El análisis político semanal Primera Piedra destacó el domingo 21 de julio la inclusión de Jaime Bravo Oliva, ex concejal PS de El Tabo, como uno de los tres asesores principales de Medio Ambiente de Bachelet, junto a Valentina Durán y Marcelo Mena. Bravo Oliva es recordado al interior de la Comisión Nacional de Energía (CNR) por su afán en conseguir aprobación rápida a proyectos energéticos depredadores del medio ambiente como HidroAysén o la planta Termoeléctrica de Farellones.
Bravo Oliva perteneció al equipo asesor del otrora ministro y presidente de la CNR Marcelo Tokman, en dúo con Juan José Rivas. El binomio Bravo/Rivas hizo fama en el Congreso por sus esfuerzos en apurar las iniciativas que permitirían inyectar más mega watts al Sistema Interconectado Central (SIC) en 2008, bajo la administración Bachelet, como reseño entonces El Mostrador.
Siendo jefe del Área de Medio Ambiente y Renovables de la CNR, Bravo Oliva era llamado fast tracker de la energía, ya que con Rivas se reunía con todos los involucrados en la revisión de Estudios de Impacto Ambiental (EIA) de proyectos que podían incrementar el suministro eléctrico del país. Estos encuentros procuraban minimizar las observaciones que pudieran atrasar la aprobación de esos proyectos, llegando incluso a utilizar estudios técnicos paralelos a los realizados por organismos oficiales. «Tratar de favorecer la aprobación de proyectos nos parece del todo legítimo, pero sin pasar por encima de la institucionalidad ambiental o apoyando estudios que no son del todo convincentes para presionar a los intendentes», alegó en su momento un funcionario bajo su tutela.
El binomio Bravo-Rivas se hizo conocido por buscar aprobación de proyectos como HidroAysén, las mini centrales hidroeléctricas de Palmar-Correntoso, en el Parque Nacional Puyehue, o el de la planta Termoeléctrica de Farellones, de Codelco. Otros parlamentarios del PS, como Alfonso de Urresti y Marcelo Díaz, denunciaron y criticaron en su momento el rol de Bravo y de su grupo. Ahora ambos congresistas PS se muestran sorprendidos por el nombramiento del ex hombre de Tokman en el comando de la candidata del Pacto Nueva Mayoría.
Consultado por el periódico electrónico El Dínamo, Díaz señaló: «Él era parte de una comisión que agilizaba proyectos eléctricos, y que a nosotros no nos parecía como modalidad. No tenía idea que lo habían nombrado asesor en el comando; yo a él no lo conozco, pero a mí me importa lo que ha dicho la presidenta: no a Hidroaysén, una matriz energética sustentable, y tengo la tranquilidad que los planteamientos de Bachelet van a recoger las inquietudes de muchos de nosotros respecto de nuestra antigua política ambiental. Mi confianza está depositada en ella, en la candidata».
Tras el abultado respaldo recibido en las primarias (1), la candidata presidencial del pacto Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, presentó a los integrantes del comando que definirá sus propuestas programáticas para las presidenciales del 17 de noviembre. Según El Ciudadano, «al revisar la lista, la promesa hecha por la ex mandataria de concretar reformas estructurales para acabar con la desigualdad en su presentación en El Bosque (2), queda sepultada por una red de neoliberales que controlan las áreas claves del programa de la candidata».
Entre silencios, evasivas, dichos y desdichos, se sabe que el meollo de las propuestas de Bachelet es una reforma tributaria para financiar una educación pública gratuita: primero dijo que para algunos, después rectificó que para todos. No ha dicho nada sobre distribución del ingreso, poder de negociación real de los sindicatos, ni de nacionalización de los recursos naturales. Ha dicho que quiere otra Constitución, pero sin Asamblea Constituyente. Tampoco se ha pronunciado claramente sobre políticas ambientales, matriz energética o si apoyará o no el controvertido proyecto Hidroaysén, de la española Endesa y el grupo chileno Matte (11.100 millones de dólares según Forbes 2013), que se propone llevar energía a la nortina gran minería del cobre a través de miles de km de tendido eléctrico desde la Patagonia chilena. La única forma de saber cuáles serán los énfasis de su hipotético gobierno es revisando el currículum de sus asesores, concluyó El Ciudadano.
(Continuará)
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno