La Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo -USO- ha contribuido sin vacilaciones a los distintos intentos para poner fin al conflicto armado interno. El acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y las FARC se hizo posible por el cansancio de la sociedad de 50 años de confrontación inútil y por el […]
La Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo -USO- ha contribuido sin vacilaciones a los distintos intentos para poner fin al conflicto armado interno.
El acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y las FARC se hizo posible por el cansancio de la sociedad de 50 años de confrontación inútil y por el reconocimiento mutuo de las partes enfrentadas de la imposibilidad de derrotar militarmente al otro.
En la historia de la humanidad las élites dominantes son las que han desatado las guerras para mantener su poder y conservar sus privilegios; son los pueblos desposeídos a quienes les ha correspondido apostarle a la paz en la vía de buscar las libertades y la justicia social.
Ahora que conmemoramos el bicentenario de nuestra independencia de España, recordamos que nuestra historia ha estado colmada de resistencias, luchas sociales y rebeliones; las luchas campesinas por la tierra, la autodefensa agraria contra la violencia bipartidista, los distintos alzamientos armados desde los años 60 y 70 contra la tiranía hegemónica del frente nacional marcan el camino hacia la solución política de la confrontación y la verdadera independencia nacional.
Los Acuerdos de La Habana son sin duda una conquista histórica de la sociedad que debemos defender. En el camino aportaron su vida miles de colombianos que soñaron un futuro distinto para Colombia.
Ahora bien, la paz no es texto escrito, es una construcción permanente a lo largo de un proceso con innumerables tropiezos. Santos firmó la paz pero fue mezquino en su implementación, por su parte, el gobierno del Centro Democrático desde sus inicios le declaró la guerra al proceso de paz, niega los recursos para la implementación, ataca con saña la JEP, arropa a los victimarios de los líderes sociales, incendia de nuevo el país y nos conduce hacia una crisis sin precedentes.
El camino no es echarle leña a la hoguera de la confrontación, la USO llama a persistir en la construcción de paz, a movilizar a la población por la implementación de los acuerdos, la reanudación de diálogos con el ELN, a exigir al gobierno cese del asesinato de líderes sociales y democratizar la vida política nacional.
Fuente original: https://prensarural.org/spip/spip.php?article24663