El día viernes 26 de julio, 2019, en las principales calles de Armenia, Quindío, acudimos a una cita con la historia. Desplegamos las alas de libertad un sin número de líderes sociales, gritando al unísono, con rabia defender la vida es defender la paz, ¡Basta ya ni uno más! fue una de las consignas que […]
El día viernes 26 de julio, 2019, en las principales calles de Armenia, Quindío, acudimos a una cita con la historia. Desplegamos las alas de libertad un sin número de líderes sociales, gritando al unísono, con rabia defender la vida es defender la paz, ¡Basta ya ni uno más! fue una de las consignas que hizo retumbar un grito trepidante por la vida.
Los ciudadanos y ciudadanas del departamento del Quindío, las distintas organizaciones sociales, sindicales, étnicas, ambientalistas, culturales, estudiantes y diversos; nos congregamos para hacer un llamado al respeto por la vida y en respuesta a los asesinatos y amenazas de líderes y lideresas sociales a lo largo de la geografía nacional.
Fotografía: Jhonatan Rojo/ Marcha Por la Vida, Armenia, Quindío.
«Hemos marchado por las principales calles de Armenia para hacer un llamado y unirnos en un clamor nacional para que nuestra voz se escuche y exigir a los dirigentes políticos, en general a toda la institucionalidad nacional e internacional, sobre la necesidad de defender la integridad física y moral de todos los líderes y lideresas, que desde diferentes procesos vienen defendiendo el territorio y promoviendo los derechos de las comunidades, de la naturaleza y la protección del territorio» ¡Es hora de parar la ola de asesinatos y la hora de defender la vida y la paz!
Asesinar las voces de Líderes populares en Colombia, es una estrategia de un sector del Estado para desplazar poblaciones de tierras ricas y disolver con servicia y sangre los procesos organizativos que buscan con su trabajo la reivindicación de derechos a la tierra, al agua, a educación, acceso a un servicio de salud digno y a la vida.
Después de la firma del acuerdo de paz entre el Estado y la insurgencia han sido asesinados más 600 líderes sociales. El 2018 ha sido uno de los peores años en materia de derechos humanos para las personas defensoras y líderes sociales en Colombia. Con un total de 805 agresiones y dentro de ellas 155 asesinatos, podemos decir que las cifras de violaciones a la vida de estos activistas alcanzaron niveles nunca antes registrados por el Sistema de Información sobre Agresiones contra personas Defensoras de Derechos Humanos -SIADDHH- del Programa Somos Defensores.
El informe recalca que «la ausencia de medidas integrales que intervengan los círculos de violencias» en todo el territorio nacional, desencadenaron un escalamiento del conflicto armado. El Acuerdo de Paz, que fue un punto de giro en Colombia, podía haber conducido a resultados diferentes, pero las malas decisiones generaron las condiciones para alimentar la guerra y permitir su escalamiento, señala el informe.
Fotografía: Daniela Rivera/ Marcha Por la Vida, Aremnia, Quindío.
«En medio de las nuevas realidades que afronta el país, es un deber categórico buscar y propiciar los medios para que cese la persecución y termine la barbarie que engendra la violencia. Los colombianos y colombianas hemos sufrido por décadas las consecuencias que se derivan del conflicto armado, sin mayores posibilidades para resolver la crisis social, política, y ambiental». Nuevamente el fortalecimiento del narcotráfico, con sus estructuraras neoparamilitares han trenzado la disputa para consolidar el territorio en un rugidero de muerte.
Fue así como en una jornada de tres horas terminamos en la plaza de Bolívar con un canto a la vida, poesía, música, teatro, danza, nutriendo la esperanza por una Colombia en paz con justicia social.
Compartimos un breve poema dedicado a las mujeres lideresas asesinadas en Colombia.
Fotografía: Daniela Rivera/ Marcha Por la Vida, Aremnia, Quindío.
¡ELLAS!
Ellas, firmes como el pedestal de gloriosa lucha
en el crisol de la vida,
en el llanto de sus hijos..;
vemos lágrimas de rabia y dolor.
En sus rizas de oro y cristal… sangre derramada en los ríos.
Ellas, son las parteras de la vida.
Con sus críos defendieron su territorio
en el manantial de sus senos
derramaron leche rebelde.
Mujeres guerreras de la vida, centellearon
con sus manos espadas de coraje y valor.
Tiernas como soplo de algodón,
duras contra el estado matón, y ladrón.
Serpentearon la muerte en duelo
de febril corazón.
Con armadura de hierro blindaron
de odio al estado matón.
Ellas, seguirán siendo el trigal de la vida.
En sus territorios sus almas
recorrerán en paz y armonía.
Ellas jugosas como las frutas,
fuertes como las rocas de fino cristal.
Ellas, susurraran en el viento
de valles, montes y praderas,
como auténticas guerreras
en la Colombia profunda
como cual ave fénix
con sus alas arroparan
la Paz olvidada… en patria profanada.
Ellas, como volcanes arderán de lava
sobre míticos dioses apocalípticos
de maldita guerra.
Precipitadas lideresas
en el abismo entre dientes,
en el crujir de grito trepidante de justicia
seguirán destilando su amor en gigantescas montañas.
(Poema Leído en la Plaza de Bolívar, Armenia, marcha por la vida, Autor Jhon Jairo Salinas.)
Agradecimiento a las siguientes Organizaciones del Quindio, que hicieron posible la realización de esta Jornada: Defendamos la Paz- Frente Amplio por La Paz, Quindio – Suteq – Central Unitaria Trabajadores CUT,Quindío – Asociación de Derechos Humanos Demetrio Prieto -Organización Campesina Agraria Quindio – Corporación Dialogo Democrático.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.