Mientras Santos realiza las acciones diplomáticas, normalizando las relaciones con los países de la ALBA, y se abre ahora un proceso de paz con una parte de la insurgencia, paralelamente se aceleran los preparativos militares del Pentágono. Por ello es altamente inconveniente dejarse distraer.
Comenzando 2012 la clase dominante trató de lavarse las manos cuando los paramilitares de las nuevas generaciones, bautizados BACRIM por los entonces presidente Uribe y Min Defensa Santos, promovieron un paro que afectó seis departamentos como reacción a la muerte de uno de sus jefes. Al delicado hecho le hicieron bulla los grandes medios de información, sin profundizar en la responsabilidad que en este delicado asunto tiene la clase dominante que los parió, con el propósito de impedir por la vía violenta la lucha popular. Al momento, no existe un juicio de responsabilidades contra los autores intelectuales y creadores de esta maquinaria terrorista que ha cometido innumerables crimenes de lesa humanidad.
Cuando apenas se calmaban los escándalos por el paro paraco, el Tribunal superior de Bogotá dictó un fallo que comprometía al Ex presidente Belisario Betancur por su responsabilidad en el holocausto del palacio de Justicia, pero como los de arriba son intocables el presidente Santos intercedió en contra del fallo y de nuevo la justicia terminó acallada por el Ejecutivo como en los mejores tiempos del Ex presidente Uribe, para que la impunidad se afiance con la firma presidencial
El mes de Marzo se hizo sentir por las maromas del Ex comisionado de Paz de Uribe Luís Carlos Restrepo que para acallar su responsabilidad en conductas corruptas y maniobreras cuando ostentaba el cargo, se declaró perseguido político para luego huir al exterior con los favores del ex presidente Uribe.
Abril llegó con las expectativas de «la Cumbre de las Americas» que se adivinaba manipulada, porque Cartagena no podía tener la presencia simultanea del representante de la digna Cuba revolucionaria y socialista al lado del representante del imperialismo Yanqui; entonces la égida imperial se manifiesto en toda su ignominia.
En ese evento los Estados Unidos expresaron su criterio de sociedad, economía y sistema político. Pero, para bien de los pueblos los tiempos han cambiado y el grupo de países del ALBA, se hizo sentir, para reafirmar el derecho de los pueblos de la región.
Mayo quedaría simbolizado en Colombia como el mes de las visitas de los halcones gringos: primero fue la visita del jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, general Martín Dempsey, al Catatumbo, zona fronteriza con Venezuela, para anunciar que vienen comandantes de Brigadas, veteranos de las guerras en Irak y Afganistán, para sumarse a las tropas colombianas. Es inocultable que se sigue afianzando la intervención imperialista en nuestro país.
Días después el Secretario de Defensa de EEUU, León Panetta, justifica su visita a Colombia en el fortalecimiento del combate contra las drogas y el terrorismo. Este personaje es el que ahora no tiene empacho para decir que Siria va a usar armas químicas contra su pueblo y con ese pretexto se cubre su respaldo criminal a los mercenarios que buscan trucar los sueños de ese pueblo y derribar su gobierno.
Es bueno recordar, antes que el año termine, que en Colombia existen 25 bases con presencia de militares, asesores y mercenarios estadounidenses, se han adecuando 7 de ellas, para que el Pentágono pueda realizar operaciones guerreristas de gran envergadura y alcance continental. Además, se han ampliado los convenios militares entre los dos gobiernos, le que permite a los gringos disponer de todos los aeropuertos, puertos, vías y todo el territorio colombiano, para mover tropas y equipos militares estadounidenses cuando lo necesite.
Es evidente que el objetivo de fortalecer a Colombia como potencia bélica, es la de intervenir en los países vecinos que adelantan procesos democráticos populares y se niegan a seguir siendo serviles a los intereses del imperialismo.
Mientras Santos realiza las acciones diplomáticas, normalizando las relaciones con los países de la ALBA, y se abre ahora un proceso de paz con una parte de la insurgencia, paralelamente se aceleran los preparativos militares del Pentágono. Por ello es altamente inconveniente dejarse distraer.
Cuando aun el mes de junio no terminaba, la aprobación de la contrarreforma a la justicia con la bendición del presidente, encendió los ánimos de la población que indignada se movilizó y a ella se le sumaron incluso los grandes medios y expresiones criticas de la política colombiana lo cual hizo recular al presidente, que presuroso la devolvió al Congreso para que la hundiera. Elegante jugada del mandatario para pretender quitarse de encima la responsabilidad, pero la aplastante realidad pesa más que las salidas superficiales.
Este acontecimiento demostró que la unidad y lucha de todos los colombianos ante los desmanes de los de arriba, no pasan y es una importante lección para aprender. La indignación de las mayorías, fue realmente quien tumbó la contrarreforma.
El Pasado mes de Julio les recordó a muchos colombianos y colombianas, la fecha del 4 de Julio de 1964, día en que nació el ELN y hoy luego de casi medio siglo de tenaz lucha y resistencia no se doblega porque hace parte de la historia de la lucha popular y guerrillera.
Las presiones de diversos sectores de la opinión colombiana, hizo que el gobierno de Santos confirmara que desde hacía varios meses estaba en conversaciones discretas con las FARC; en su alocución para confirmarlo llamó al ELN a participar del proceso de paz, nuestra respuesta a ello ha sido positiva.
El hecho de que el gobierno actual se disponga a hablar con la insurgencia, luego que ésta y diversos sectores nacionales y extranjeros lo solicitaran o exigieran, es un asunto que no se puede soslayar. Desde hace más de 20 años el ELN ha reiterado que Colombia debe transitar el camino del diálogo entre las partes y con la activa participación de la sociedad, encontrar el camino de la paz que lleve al país a vivir en democracia, justicia soberanía y equidad social.
El octubre de la indignación. Las destacadas jornadas de octubre, quedarán estampadas en este 2012, como expresiòn de lucha y resistencia, en las grandes ciudades y en las regiones de la patria. Las organizaciones populares y sociales expresaron su inconformidad con el establecimiento y elevaron su voz contra la injusticia la desigualdad, la urgencia de sus derechos hoy mancillados por los de arriba y clamaron para que la paz se abriera caminos, el año venidero se anuncia de nuevas jornadas que superarán las que se han dado.
Otro acontecimiento de Octubre sucedió en la hermana Venezuela, por la importancia que ello tiene para Colombia debemos resaltarlo. Hacemos referencia a la nueva victoria del presidente Chávez al ser reelegido por su pueblo para otro periodo de seis años al frente de los destinos de esa nación hermana.
Y para que no queden dudas del carácter reaccionario, anti popular y mezquino del presidente Santos y su gobierno, aparece la Reforma tributaria que como el resto de medidas capitalistas, sigue saqueando el bolsillo de los colombianos ensañándose en los mas humildes porque hay que garantizar que quienes se beneficien sean los poderosos y el sistema capitalista que garantice la continuidad de la oligarquía en el poder.