Con la mirada puesta en el futuro, el sociólogo y académico Raúl Zarzuri Cortés analiza para PF la elección municipal del 23 de octubre. Pone énfasis en los logros de los nuevos referentes de Izquierda, que consiguieron un sorpresivo triunfo en la alcaldía de Valparaíso. Afirma que la derecha no ganó, sino que perdió la […]
Con la mirada puesta en el futuro, el sociólogo y académico Raúl Zarzuri Cortés analiza para PF la elección municipal del 23 de octubre. Pone énfasis en los logros de los nuevos referentes de Izquierda, que consiguieron un sorpresivo triunfo en la alcaldía de Valparaíso. Afirma que la derecha no ganó, sino que perdió la Nueva Mayoría (NM); que la política institucionalizada se ha desconectado de la vida cotidiana de las personas, y que el derecho a voto ha perdido significado para las nuevas generaciones, que no ven alternativas que representen sus valores, aspiraciones e intereses.
Raúl Zarzuri es profesor de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y forma parte del Centro de Estudios Socio Culturales de la Universidad Central. Desde hace una década investiga el comportamiento cultural, social y político de la juventud chilena. Es coautor del libro La gran ruptura. Institucionalidad política y actores sociales en el Chile del siglo XXI (LOM ediciones).
¿Quién ganó la elección municipal?
«La derechización del voto no es efectiva. Lo que sucede es que hay un voto de castigo que afecta a toda la elite política y en particular a la NM. Carolina Tohá (PPD) perdió cerca de veinte mil votos en Santiago y Josefa Errázuriz (independiente pro NM) cerca de doce mil en Providencia, los mismos que faltaron a Helia Molina (PPD) para ganar en Ñuñoa. La derecha no venció en esta elección, fue la NM la que perdió.
El votante de la ex Concertación (actual NM) tiene un estándar ético-moral mucho más alto que el derechista. Por eso la UDI, que tiene el mayor número de gente procesada por corrupción obtiene, pese a todo, una buena votación. Tanto la derecha como la NM están pensando cómo resolver este problema, pero no encuentran salida y en materia presidencial el escenario está abierto. Piñera no puede sobarse las manos creyendo que tiene asegurada esa elección.
Creo que no habrá primarias de los conglomerados principales, sino una primera vuelta ampliada. Que Ricardo Lagos haya puesto la cara en vez de Bachelet saludando a Carolina Tohá derrotada, lo muestra ante la opinión pública como alguien que va más allá de su marcado personalismo. Es una actitud calculada que forma parte de su diseño de campaña, para mostrarse como un estadista y salvador de la República».
EL CASO DE VALPARAISO
¿Qué opina de la elección en Valparaíso?
«La elección de Jorge Sharp como alcalde de Valparaíso es lo más trascendente de esta elección. Ni siquiera su equipo tenía la seguridad de su victoria, aunque hubo algunas señales previas como la división de la NM. El apoyo de la concejala Paula Quintana, que renunció al PS, y los llamados del alcalde socialista de Quilpué, Mauricio Viñambres y de la concejala DC de Viña del Mar, Laura Giannici, a no votar por DJ Méndez, tuvieron un efecto devastador en la NM. Esto reconfiguró el cuadro político.
Lo que se ve es la emergencia de formas nuevas de participación, de nuevos sentidos, caminos y formas de involucramiento, que es lo que pide la gente. Porque lo que se critica es la poca participación que existe desde que retornamos a la democracia. Estamos observando maneras más inclusivas y horizontales de concebir la democracia local y este es un camino largo por recorrer, que se conecta con la sensibilidad de las nuevas organizaciones políticas. Aquí no hay fórmulas probadas que garanticen resultados. Hay diversidad de escenarios sobre los que uno puede percibir ciertas constantes, como la idea de constituir un frente amplio, o como se quiera llamar, porque es necesario que todas estas nuevas estructuras políticas confluyan en un solo proyecto».
CRECEN LOS INDEPENDIENTES
Y LA ABSTENCION
¿Cómo se relaciona lo de Valparaíso con lo sucedido en otras comunas en que apareció una fuerza electoral nueva que representa en conjunto entre 10 y 20 por ciento?
«Si uno hiciera una evaluación del conjunto de la experiencia electoral reciente habría que considerar que las candidaturas independientes aumentaron de un 11 ó 12% a cerca del 20%. Eso denota el desarrollo de fuerzas autónomas de los conglomerados políticos hegemónicos.
Aunque todavía se trata de grupos minoritarios, en la Izquierda se empieza a configurar un cierto tipo de entidad política que no es tributaria de la NM. Tiene su base en los movimientos estudiantiles desde 2006 en adelante. A partir de ese año, se instala una forma de ver la participación política vinculada al asambleísmo y a formas horizontales de decisión. Son representadas por vocerías con representación revocable y con niveles de participación y decisión altos de la base social. Eso está impactando mucho en las juventudes».
¿Qué pasa con la abstención?
«La demanda hoy es que se eleven los niveles de participación y que se construyan nuevos discursos políticos. Eso vale tanto para los conglomerados hegemónicos como para los nuevos referentes. Se trata de formas nuevas de articularse para la construcción del espacio político.
Existe una tensión no fácil de resolver, porque quienes demandan esa participación son mayoritariamente los menores de 30 años, aunque se les agrega cada vez más gente mayor. Pero no existe una validación de estos nuevos actores ante el mundo político tradicional y los medios de comunicación hegemónicos. Pocos en Valparaíso sabían quién era Jorge Sharp antes de la elección y muchos lo conocieron sólo en el instante en que ganó.
La consolidación de estos nuevos referentes requiere de medios de comunicación que puedan amplificar sus discursos. En este aspecto nuestra sociedad está al debe porque las nuevas fuerzas siguen siendo invisibilizadas por los que ejercen el poder».
RASGOS DE LA JUVENTUD CHILENA
¿Cuál es el cambio cultural detrás de esta actitud ?
«Gran parte de los jóvenes que mayoritariamente no votan, están en una perspectiva de cambio. Pero no votarán si no encuentran candidatos o candidatas que los motiven. Hay que asumir que ya no existen las ‘militancias duras’ de antaño, de compromiso total con la causa. Hoy se asume el vínculo político de forma diferente, no solo circunscrito a la adscripción a un partido. Son otros flujos de participación que hay que saber leer para entender esta nueva forma de asumir la política, más conectada con el devenir de la vida cotidiana.
La política tradicional está interesada solo en la administración del poder y desconectada del día a día de las personas. Estas valoran hoy mucho más que antes su existencia cotidiana. El veganismo, por ejemplo, es una forma de vida desde la que muchas personas saltan a la política. Lo mismo sucede con el movimiento por la diversidad sexual. Desde ahí los jóvenes se construyen como sujetos políticos.
Los jóvenes son refractarios a Ricardo Lagos, a la NM y a la derecha. Mientras Alejandro Guillier siga en ese referente político, no será un sujeto confiable para los electores jóvenes. Por más que Fernando Atria (PS) haya estado conectado con el movimiento estudiantil y sus demandas a través de sus escritos, tampoco resulta confiable para estas nuevas fuerzas sociales».
¿Será que Guillier y Atria no ven espacio para su proyecto político fuera de la NM?
«Guillier y Atria podrían tener mejor rendimiento fuera de la NM porque Lagos ya tiene ventaja sobre ellos en el PPD y PS. Insulza es muy ‘insulso’ para llegar más lejos. Los DC harán un saludo a la bandera en una primera vuelta. En este escenario, es muy difícil que el cambio venga desde la NM.
En esta democracia dicotómica lo mejor sería un escenario electoral diverso porque el concepto de diversidad ya está instalado, con ley de inclusión y todo. En los jóvenes es muy fuerte este tema, porque ellos no se piensan sino en lo diverso. En esa óptica la política institucionalizada no es diversa y sigue actuando bajo el duopolio de una democracia dicotómica».
¿Hay estudios sobre ese 65,5% que no participa en las elecciones?
«No hay mucha información y obtenerla es una tarea de largo aliento. Es difícil saber cómo están conformadas las mesas actualmente, porque son muy heterogéneas. Antes estaban separadas entre hombres y mujeres, viejos y jóvenes, pero hoy están mezcladas, aunque se presume que están compuestas mayoritariamente por gente joven.
Un gran porcentaje de gente que dejó de votar en la reciente elección sufragaba por la NM o se siente identificada con el ideario de Izquierda o progresista. Si este grupo se encantara de nuevo con alguna propuesta política novedosa, creo que volvería a votar».
PERSPECTIVAS POLITICAS
¿Existe posibilidad de que surja una tercera fuerza política?
«Podría venir de estructuras políticas más jóvenes agrupadas en un Frente Amplio, al estilo del Podemos español. La única forma de emerger es levantar una plataforma común de estas organizaciones. Si eso ocurriera ahora, en ocho años más quizá podríamos ver resultados. El desafío próximo será sacar diputados. Si son capaces de trabajar unidos para conseguir ese objetivo, el resultado será importante.
El desafío es que la experiencia del movimiento ciudadano de Valparaíso se amplíe a otros lugares para cautivar especialmente a los jóvenes. Ellos no han dejado de interesarse en la política, ¿si no, cómo se explica la gran cantidad de gente que marcha en las calles por diversas causas? La desafección se expresa en la conducta de no votar, pero no en la participación en la lucha social.
Para conquistar nuevos espacios electorales, las fuerzas emergentes deben demostrar que representan en su práctica política algo distinto de los que hoy ejercen el poder. Hay que volver a las calles, al trabajo puerta a puerta y a la relación directa con las personas. También hay que dotar a la política de contenidos que resulten más atractivos para la ciudadanía. Sin embargo lo nuevo no debe rechazar todo lo viejo, porque gran parte de estas nuevas configuraciones políticas de Izquierda son tributarias de lo que antes existió. Es así como hoy vemos en las banderas los colores tradicionales, rojo y negro, junto a los nuevos, verde o morado.
Hay que seguir incentivando candidaturas que conceptualmente representen estas nuevas ideas y ciertas prácticas como el rechazo a la corrupción. Para ser creíbles, las nuevas fuerzas deberán mantener sus manos limpias y la coherencia entre el decir y el hacer».
LA CRISIS DE LA INSTITUCIONALIDAD
¿Hay señales de recomposición de la relación entre lo social y lo político?
«Existe una crisis general de las instituciones que daban sentido a nuestra sociedad y eso se manifiesta en la Iglesia, la escuela, los cuerpos armados, el sindicalismo y la política. Hay intentos de reconfiguración de las instituciones, pero todavía predominan las lógicas tradicionales. Por eso no hay puntos de conexión con las generaciones jóvenes que actúan de manera muy distinta.
Hoy las fuerzas sociales más activas son básicamente reivindicativas. Apenas logran solucionar lo que las lleva a movilizarse, se diluyen y no continúan la lucha más global por el cambio del sistema. Son los altos y bajos de muchos movimientos particularistas que actúan desconectados entre sí.
El movimiento estudiantil es el único que hasta ahora ha logrado conectar su demanda de cambio del modelo de educación con una visión de país. Eso lo han hecho a partir de 2006 chicos que tenían catorce años y todavía lo siguen repitiendo generaciones que tienen menos de 25 años. En contraste, gran parte del mundo adulto sigue atado a viejas prácticas que ya no tienen mucho sentido para la juventud. El sindicalismo se sigue viendo a sí mismo como en el siglo pasado y el resultado es que cada vez menos jóvenes se incorporan a los sindicatos. En los partidos sucede algo parecido. La casta política que hoy detenta el poder no ha sabido leer los signos de los tiempos y marcha por un carril distinto al de las nuevas generaciones.
La juventud no tiene referentes ni experiencias anteriores a las que aferrarse para aportar a una nueva realidad que está en permanente construcción. Implantar nuevas formas de hacer política toma tiempo, como sucede con el asambleísmo u otras expresiones de democracia directa que al mundo adulto le parecen sin sentido. Tampoco existe el horizonte utópico que tuvimos muchos en nuestra juventud. Ahora el camino se va haciendo día a día, sin saber cómo ni cuándo va a terminar.
Que Gabriel Boric y Giorgio Jackson estén figurando como los políticos más prometedores, es indicativo de un cambio en el imaginario político. Pero no creo que este cambio se exprese en toda su magnitud antes de una década. Mi pronóstico es que la próxima elección presidencial será la última de este modelo político-institucional».
Publicado en «Punto Final», edición Nº 864, 11 de noviembre 2016.