Hace unos días un grupo de la policía chilena – comúnmente llamado Comando Jungla -asesinó al joven comunero mapuche Camilo Catrillanca en la comunidad de Temucuicui en la Araucanía. Mientras regresaba de su trabajo en un tractor, sin portar arma alguna y estando acompañado de un menor, se encontró con un operativo policial del que […]
Hace unos días un grupo de la policía chilena – comúnmente llamado Comando Jungla -asesinó al joven comunero mapuche Camilo Catrillanca en la comunidad de Temucuicui en la Araucanía. Mientras regresaba de su trabajo en un tractor, sin portar arma alguna y estando acompañado de un menor, se encontró con un operativo policial del que intentó alejarse, recibiendo entonces dos balas en la cabeza y por la espalda. El niño que le acompañaba fue detenido ilegalmente y violentamente golpeado. Pese a los intentos de justificar la violencia ejercida con un supuesto robo, ha sido ampliamente demostrado que se trata de un nuevo montaje que busca criminalizar las luchas del pueblo mapuche, legitimando de esta manera el uso de la represión por parte del estado.
No se trata de una situación excepcional. Como han señalado diversas organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales, la Araucanía – zona habitada por comunidades mapuches – sufre desde hace años una profunda militarización. La aplicación de la ley antiterrorista, heredera de la dictadura cívico-militar de Pinochet, la realización sistemática de allanamientos, y el uso indiscriminado de la violencia incluso contra niños y niñas, son prácticas permanentes en la zona. Esto se ha visto agravado por la reciente creación del comando jungla con el objetivo de perseguir las supuestas acciones y células «terroristas» en el seno de estas comunidades.
Mientras el asesinato de Camilo Catrillanca ha conmovido y motivado múltiples acciones de protesta, la policía ha reprimido violentamente a los y las participantes de su funeral, y las numerosas manifestaciones que se han desarrollado en el país. Esto ha generado una escalada de violencia que no lleva sino a agudizar el conflicto y a profundizar la existencia de violaciones a los Derechos Humanos en Chile. El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales repudia el asesinato de Camilo Catrillanca y el uso de toda forma de violencia represiva, haciendo un llamado al reconocimiento de los derechos de los pueblos ancestrales, en Chile y en toda América Latina. A su vez, defendemos enérgicamente la urgencia de terminar con el uso de leyes antiterroristas y la desmilitarización de nuestras sociedades.
Comité Directivo Secretaría Ejecutiva Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO
Noviembre de 2018