Como respuesta a la virulenta reacción del Presidente Ricardo Lagos en Valdivia, que increpó directamente a los miembros de la Organización Acción Por los Cines, Fundación Oceana manifestó su absoluto rechazo «al tono autoritario y a la actitud de amedrentamiento que utiliza para evitar el cuestionamiento a su gestión en todos los ámbitos». «Cuando uno […]
Como respuesta a la virulenta reacción del Presidente Ricardo Lagos en Valdivia, que increpó directamente a los miembros de la Organización Acción Por los Cines, Fundación Oceana manifestó su absoluto rechazo «al tono autoritario y a la actitud de amedrentamiento que utiliza para evitar el cuestionamiento a su gestión en todos los ámbitos».
«Cuando uno escucha a Lagos, cuando observa cómo hace callar a la voz disidente, a los ciudadanos que se expresan, no queda más que pensar en Pinochet y en los peores tiempos de la represión de las libertades. Incluso adopta el mismo tono prepotente y el sonsonete del dictador para refrendar en la cara de los chilenos su poder, que cada vez se diluye con más fuerza», declaró Marcel Claude, director ejecutivo de Fundación Oceana.
Frente a un grupo de manifestantes que reprochaban la actuación del gobierno en la muerte de los cisnes del río Cruces en Valdivia, el mandatario gritó: «no harán callar al Presidente de Chile», exaltado mientras tenía enfrente un letrero que decía «Lagos está con Celco». Finalmente, hubo 19 detenidos, que fueron apresados por carabineros cuando el Presidente hacía mención al sistema democrático vigente.
«Habló de democracia, de la unidad de los chilenos. Pero se equivoca, porque en Chile sólo existe democracia privada, donde la voz de la ciudadanía es silenciada habitualmente. Bajo su mandato desaparecen los medios de comunicación independientes, se consolida el duopolio de la prensa escrita, y se fragua la sociedad más desigual de la historia de nuestra nación. Eso demuestra la regresión democrática que experimenta el país desde que Lagos llegó a La Moneda. Es el Presidente más funesto de la transición», señaló Claude.
El director ejecutivo de Oceana agregó que actitudes como éstas «expresan el desprecio de Lagos por las organizaciones sociales que luchan por la protección del medioambiente, frente al poder avasallador de los grupos económicos, que han triplicado hasta por cuatro veces sus ganancias bajo su mandato».
«Con esto, Lagos no hace más que confirmar su completa sumisión ante el grupo Angelini. Los empresarios lo aman, como dice Hernán Somerville, presidente de la CPC. Pero el pueblo lo terminará despreciando», concluyó Claude.