Ante la sentencia dictada, en el día de ayer por el juez militar Juan Arab, las Juventudes Comunistas de Chile manifiestan su enérgico rechazo, por cuanto las penas dictadas por el mencionado juez, sólo ratifican la existencia de una justicia desigual para oficiales y conscriptos, para sectores acomodados de la sociedad y para sectores desposeídos. […]
Ante la sentencia dictada, en el día de ayer por el juez militar Juan Arab, las Juventudes Comunistas de Chile manifiestan su enérgico rechazo, por cuanto las penas dictadas por el mencionado juez, sólo ratifican la existencia de una justicia desigual para oficiales y conscriptos, para sectores acomodados de la sociedad y para sectores desposeídos.
La resolución viene a expresar de manera clara los resabios dictatoriales. La justicia militar debe llegar a todos los responsables. La cadena de mando, tan vilipendiada en los últimos meses, debe ser respetada en cuanto a las respectivas responsabilidades. Cheyre debe responder, así como el ministro de defensa Jaime Ravinet.
Las condenas son irrisorias. No dan cuenta de la magnitud del delito cometido.
Las víctimas, en su mayoría, cumplían obligadamente con un Servicio Militar que nada les entrega para su desarrollo. Los menos, vieron en el ejército la manera más rápida de romper su inmovilidad social y creyeron encontrar allí la posibilidad de una carrera militar que todos sabemos no es posible para los sectores populares.
El SMO debe ser revisado a fondo. La selección da cuenta de importantes errores, pues murieron en los faldeos del volcán Antuco, jóvenes con discapacidad que, indefectiblemente, debieron ser rechazados en la selección.
Lo anterior, lo ratifican los propios familiares, con quienes compartimos ayer los sentimientos de impotencia, rabia y decepción frente a los resultados del proceso.
Llama profundamente la atención que el Comandante en Jefe del Ejército presente voluntad para declarar en el caso de los oficiales fallecidos en la Antártica, y una nula disponibilidad para declarar en el caso del sub oficial y los 44 conscriptos fallecidos el pasado 18 de mayo. A pesar del poco tiempo que le resta en el cargo, Cheyre, por dignidad y respeto con el uniforme, debe renunciar.
A su vez, el gobierno de la concertación no puede, como lo ha hecho a través del ministro Osvaldo Puccio, hacer vista gorda frente a lo sucedido. En Chile se responde a una doctrina militar foránea que debe ser modificada en su esencia. Lagos debe dar de baja definitiva al teniente Coronel Luis Pineda, mientras que el ministro de defensa, Jaime Ravinet, debe colocar su cargo a disposición por las negligencias manifestadas en este lamentable hecho y la responsabilidad política que le cabe.
Las Juventudes Comunistas de Chile, en acuerdo con los familiares, nos manifestaremos los días 18 de cada mes, exigiendo la completa verdad y la plena justicia. Así mismo, el 18 de mayo ha de transformarse en el día nacional de lucha por un Servicio Militar Voluntario, que contemple la objeción de conciencia en su más amplia expresión. La creación de la oficina del recluta, que vele por los derechos de los conscriptos. Por una Doctrina de Seguridad Nacional latinoamericanista y una carrera militar efectiva que permita que cada soldado pueda acceder a los altos mandos, de acuerdo a sus capacidades.
Santiago de Chile, 10 de febrero de 2006