Cerca de mil quinientas personas provenientes de Cobquecura, Trehuaco, Coelemu, Quirihue, Portezuelo, Chillán, Concepción y de diversas localidades del valle de Itata participaron de la misa de domingo de ramos realizada en el lecho del río del mismo nombre, organizada por los párrocos de Cobquecura, Quirihue y Portezuelo. Los asistentes, que llegaron cerca de las […]
Cerca de mil quinientas personas provenientes de Cobquecura, Trehuaco, Coelemu, Quirihue, Portezuelo, Chillán, Concepción y de diversas localidades del valle de Itata participaron de la misa de domingo de ramos realizada en el lecho del río del mismo nombre, organizada por los párrocos de Cobquecura, Quirihue y Portezuelo.
Los asistentes, que llegaron cerca de las 15.00 horas, portaban pancartas y lienzos alusivos al rechazo de la comunidad ante la inminente puesta en marcha de la planta de celulosa Nueva Aldea de Celco, que verterá durante el primer año sus riles directamente al río, desde donde se extrae agua para el riego de cultivos y para el consumo humano de 47 mil personas.
Entre las organizaciones asistentes estaban Salvemos Cobquecura, agricultores de Boca Itata, Grupo de Defensa del Itata, Frente Ciudadano por la Defensa del Itata, Acción por el Mar, Viñateros de Guarilihue, Juntas de Vecinos, Arpropelar, Surfistas de Proplaya, Surfistas de «Save de Wave», Acción por los Cisnes de Valdivia, el municipio de Cobquecura, liderado por el alcalde Julio Fuentes; el municipio de Trehuaco, liderado por el alcalde Luis Cuevas, además de la presencia de voluntarios de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, Oceana, Olca y el senador por la Octava Región, Alejandro Navarro.
PANCARTAS ALUSIVAS A CELCO
Una vez concluido el acto ecuménico, la comunidad marchó pacíficamente sobre el Puente Itata y entonaron la canción nacional con una bandera chilena.
Los mensajes presentes en los lienzos eran «Por qué no se van, no se van del país», «No a Celco», «Celco Culpable, Gobierno Responsable», » No a la contaminación», «Río Itata y su gente, próximas víctimas de Celco», entre otros.
El cura párroco de Cobquecura, Andrés Lacalle, evaluó positivamente la masiva participación y apeló a las autoridades y a la empresa Celulosa Arauco a que reconsidere la evacuación de riles al río Itata de la planta de Nueva Aldea.
«Hay un fruto muy grande en la gente que ha podido demostrar lo que siente y esperamos que los que tienen responsabilidad como autoridades y en el manejo de residuos tomen conciencia y espero que el patroncito de arriba no se nos haga el sordo, porque harta gente le hemos pedido y se lo seguimos pidiendo. Esta es la puerta grande del comienzo del camino y esto va a seguir», manifestó el cura párroco de Cobquecura.
EJEMPLOS DE VALDIVIA Y ARAUCO
Cabe recordar que los habitantes del Valle de Itata temen por la tecnología de que dispone Celco a base de dióxido de cloro (ECF) y que es cuestionada por el Colegio Médico por lo que exigen sea cambiada por una totalmente libre de cloro y dióxido de cloro (TCF).
Además, siguen presentes el accidente de derrame de trementina ocurrido el 2005 en la planta Horcones de Arauco, que afectó a bañistas de las playas de Laraquete y Lota. El año 2005, habría ocurrido otro accidente similar, que sigue investigándose.
El ejemplo más fuerte apelado por los habitantes del valle de Itata es lo ocurrido en el santuario del Río Cruces, en Valdivia, donde la planta de Celco aseguró en su Estudio de Impacto Ambiental y a la comunidad que no habrían olores, sin embargo se percibieron incluso a 50 kilómetros, en la misma ciudad de Valdivia. Posteriormente, la muerte masiva de cisnes de cuello negro y el cambio en la calidad de las aguas del río Cruces, certificado científicamente por un estudio encargado por la Conama a la Universidad Austral.
Los voceros afirmaron que no le creen a Celco, porque en Valdivia, usando la misma tecnología también se prometió que estaban todos los resguardos para que no hubiesen posibilidades de contaminación.
También recordaron el primer accidente nuclear ocurrido en Chile, hace algunos meses, que afectó a obreros que construyen la planta de celulosa en Nueva Aldea.