El proyecto Redes Irma realiza acciones para producir semillas en cinco municipios del país, como parte del proceso de construcción de resiliencia.
El proyecto Redes Irma se enfoca en la actualidad en la producción y conservación de semillas en cinco municipios costeros de Cuba: Esmeralda, Sierra de Cubitas y Minas, en Camaguey, y Caibarién y Remedios, en Villa Clara.
Este proyecto contribuye a fortalecer las capacidades y la integración de comunidades y organizaciones locales para contribuir a la resiliencia en esos territorios afectados por el huracán Irma en 2017.
Para Roberto Sánchez, especialista de la Fundación Antonio Núñez Jiménez, que asesoró las acciones recientes de Redes Irma, la resiliencia está muy relacionada con la disponibilidad de semillas de calidad.
“Disponer de semillas de calidad, adaptadas a las condiciones locales, en el momento en que realmente se necesitan, es esencial si se quiere lograr la soberanía y la resiliencia”, asegura el ingeniero agrónomo.
“Que cada localidad haya seleccionado semillas que adecuadas a condiciones específicas y que generación tras generación se sigan conservando constituyen una muestra de identidad, de una cultura realmente adaptada a esas condiciones locales y que responde a las necesidades de la gente”, valora.
Asimismo, considera que “disponer de las semillas producidas por las propias personas en sus comunidades les permite hacer una agricultura mucho más diversa y segura. Si se quiere construir resiliencia hay que lograr una complementariedad entre la producción local y el sistema estatal de producción de semillas”.
Intercambios y redes
Como parte de los esfuerzos de Redes Irma en este sentido, en mayo pasado, se realizaron Ferias Provinciales de Semillas en Villa Clara y Camagüey, a unos 300 y 500 kilómetros de La Habana, respectivamente. Tuvieron como objetivo promover el intercambio de semillas y saberes sobre su producción, beneficio y conservación, como herramienta de desarrollo local resiliente.
Los encuentros, que contaron con la participación de productores y productoras, centros de investigación y otras organizaciones de los territorios, resultaron un espacio oportuno para la reflexión sobre los desafíos en torno a la producción y conservación de semillas de calidad.
Para Sánchez, entre las principales ideas que resaltaron en los debates durante las ferias se encuentran las siguientes:
– Las redes de producción e intercambio de semillas son esenciales para la conservación de la agrodiversidad.
– Resulta indispensable la relación entre centros de investigación y bases productivas para generar variedades adaptadas a las diferentes condiciones locales.
– Estos espacios son esenciales para propiciar intercambios cercanos de saberes y semillas y brindan la posibilidad de establecer conexiones y articulaciones para trabajos en el futuro.
– Es necesario trabajar de manera agroecológica, desde el punto de vista de la contribución al bienestar rural y no solo a la producción.
Comunicación para la resiliencia
Además de los aportes de recursos e infraestructura para la producción y conservación de semillas, Redes Irma priorizó la producción comunicativa sobre estos temas. Con el liderazgo del Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP), una de las copartes del proyecto, se realizó un grupo de cápsulas educativas y un documental.
Las cápsulas audiovisuales exponen algunos de los procesos que forman parte de la producción de semillas, entre ellos, la germinación y la conservación de posturas y semillas desde la casa.
Además, se acercan a algunas especies específicas como la berenjena, la calabaza, la habichuela china, la lechuga, el pepino, el perejil y el quimbombó.
El documental, titulado como la serie de cápsulas, “Semillas para la resiliencia”, ofrece claves en función de la producción y conservación de semillas, desde las voces de personas involucradas en la producción y en la toma de decisiones en las localidades.
Al decir de Sánchez, los materiales comunicativos ayudan a que trascienda en el tiempo el impacto del proyecto.
“Con ellos, llegamos no solo a las personas que participaron en los talleres, intercambios y ferias, también pueden ser consultados por personas involucradas o no en el proyecto, más allá del plazo de ejecución. Eso siempre resulta valioso para la sostenibilidad”, apunta.
En la implementación del proyecto Redes Irma participan organizaciones como la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Mujeres Cubanas, el Centro de Intercambio y Referencia Iniciativa Comunitaria y la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y Respeto Ambiental.
A ellas se suman las organizaciones no gubernamentales europeas Oxfam y CISP. Cofinanciada por la Unión Europea y la Agencia Francesa de Desarrollo, esta iniciativa tiene entre sus objetivos rehabilitar y mejorar la capacidad adaptativa de sistemas productivos y la infraestructura afectada por el huracán Irma en los municipios focalizados.
Fuente: https://www.ipscuba.net/sociedad/redes-irma-potencia-la-produccion-de-semillas-en-cuba/