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Reflexiones tras la muerte de Emma Igual, cooperante española en Ucrania

Fuentes: Rebelión

El gobierno de España concederá, a título póstumo, la Gran Cruz de Isabel la Católica a Emma Igual, la cooperante española muerta en un ataque ruso en Ucrania, que «como todos los cooperantes españoles, no solamente traslada lo mejor de los valores de la solidaridad española, sino que incluso, como desgraciadamente hemos visto en este caso, ponen en riesgo su vida para ayudar a los demás», en palabras de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. Emma Igual directora de la ONG Road to Relief, ayudaba a evacuar a civiles del frente de guerra y murió al ser alcanzado el vehículo en el que se desplazada por un proyectil ruso. En el ataque también falleció el voluntario canadiense Anthony Ihnat.

Ante todo mis condolencias para la familia y las amistades de esta joven comprometida con los derechos humanos, una mujer que representaba los ideales altruistas y solidarios de muchos jóvenes de nuestro país y que ha sido una víctima más de una guerra injusta a la que muy pocos gobernantes quieren poner fin, mientras que la mayoría de los que dirigen las potencias occidentales se niegan a presionar para que se inicien conversaciones de paz, como piden, entre otros, el papa Francisco o el presidente de Brasil.

En estos tristes momentos, me parece justo recordar que quince cooperantes españoles han muerto, desde 1990, en el desempeño de sus misiones humanitarias, la mayoría de ellos en África (Ruanda, Mozambique, Guinea Ecuatorial, Marruecos y Etiopía), otros en América Latina (El Salvador, Colombia y Perú), y tres más en Bosnia y Chechenia y Afganistán. La mayoría eran médicas, enfermeros o trabajaban para organizaciones de ayuda sanitaria. Aquí nuestro recuerdo y homenaje:

1990. El Salvador.- Begoña García Arandigoyen, que ejercía su profesión en un puesto médico del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en Santa Ana.

1990.- El Salvador.- Marta González Gómez, médica de 29 años, que muere durante un ataque del Ejército a un campamento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), donde prestaba sus servicios.

1995. Bosnia.- Mercedes Navarro Rodríguez, médica de 38 años. En la oficina de Médicos del Mundo en Mostar, un hombre entró con un arma y comenzó a disparar matando a la cooperante e hiriendo a varios miembros del grupo.

1996. Mozambique.- Inmaculada Vieira Fuentes, médica cooperante de Medicus Mundi-Catalunya (MMC), que falleció a causa de un disparo presuntamente hecho por un policía mozambiqueño cuando circulaba en coche por Maputo.

1996. Chechenia.- Fernanda Calado y otros cinco cooperantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), son asesinados.

1997. Ruanda.- Manuel Madrazo, médico; María Flores Sirera, enfermera; Luis María Valtueña, fotógrafo y logista, cooperantes españoles de la ONG Médicos del Mundo, fueron asesinados en Ruhengeri por extremistas hutus.

1999.Colombia.- Eguiluz Tellería, de 24 años, nacido Bilbao, y el sacerdote colombiano José Luiz Mazo, mueren al caer al río en Murindó al ser embestida su embarcación por una lancha de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

2003. Guinea Ecuatorial.- Ana Isabel Sánchez Torralba muere a causa de los disparos de un militar contra un autobús público en un puesto de control.

2007. Perú.- Marcos Lucas Sesarego, de 67 años, es asesinado mientras trabajaba como voluntario en un albergue de enfermos de sida (el móvil fue el robo).

2008. Marruecos.- Manuel Leandro, cooperante canario que trabajó en la construcción de desaladoras de agua de mar alimentadas por energías renovables.

2017. Afganistán.- Lorena Enebral, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), es asesinada a tiros por un hombre sin identificar en un centro médico en Mazar-e-Sharif, en el norte del país.

2021. Etiopía.- María Hernández y otros dos colegas etíopes de Médicos Sin Fronteras, que fueron asesinados en un ataque en Tigray, la región al norte de Etiopía, en guerra.

Algunos recibieron medallas y homenajes, otros no, solo el dolor y el tributo de sus familiares y amigos. Quiero recordar aquí a Ambrosio Mogorrón, ATS de 37 años de edad que, en 1986, resultó muerto en el norte de Nicaragua al estallar una mina colocada por la contra.

Según el artículo publicado en El País y firmando por Ángeles Espinosa, la muerte de Mogorrón se produjo cuando se dirigía, junto a otros brigadistas civiles, a San José del Bocay (provincia de Jinotega) para realizar una campaña de vacunación contra la poliomielitis y el sarampión. La furgoneta en la que viajaban saltó por los aires al pisar una mina. Otras ocho personas resultaron muertas y cuatro más heridas, todas ellas nicaragüenses. Ambrosio había llegado a Nicaragua en 1980 para participar en la Cruzada Nacional de Alfabetización y, posteriormente, se integró en la vida de los campesinos de las montañas de Jinotega y en los últimos años se había dedicado a la investigación y combate de la leishmaniosis, la llamada lepra de montaña.

Nacido en Alberca de Záncara (Cuenca) en 1949, era el hijo mayor de una familia de emigrantes que en 1957 se trasladó a Gallarta (Vizcaya). Declaraciones de su padre tras su muerte: «La Embajada de Nicaragua en Madrid se ha puesto en contacto con nosotros para llevar a cabo los trámites del traslado, pero hemos desistido, ya que, a través de una amiga de nuestro hijo, hemos sabido que en repetidas ocasiones dijo que su voluntad era ser enterrado en Nicaragua y, por tanto, todos nos hemos puesto de acuerdo para respetar su voluntad.»

Ambrosio Mogorrón, años antes había sido condecorado por las autoridades nicaragüenses con la Medalla del Mérito Comandante José Benito Escobar.

Nota: En aquella época unos 120 españoles colaboran con el Gobierno sandinista de Managua, bien como brigadistas (voluntarios), bien como cooperantes (enviados por el Instituto de Cooperación Iberoamericana), según fuentes de El País. Según mis fuentes, en realidad eran unos 300 los brigadistas, que por las trabas y enredos de la Embajada de España, casi ninguno pudo votar con un NO en el referéndum de entrada de España en la OTAN de 1986. Así mismo, El País no publicó una carta firmada por la mayoría de ellos, en el que expresaban su rechazo a la integración de España en esa alianza militar.

La noche de muerte de Ambrosio Mogorrón, Radio Exterior de España dio la noticia (escuchada en onda corta en Nicaragua), una sola vez, mientras que cada hora informaba del secuestro de unos alemanes con abundancia de detalles. Los alemanes fueron liberados varios días después por el EPS, el Ejército Popular Sandinista. A partir de ese suceso, la Comunidad Europea amenazó con retirar toda ayuda si los cooperantes voluntarios no eran retirados de las zonas de guerra. Y así se hizo, pese a las protestas de la mayoría de ellos.

a Ambrosio Mogorrón

in memoriam

Ambrosía perfumada de azahares

duro y dúctil

flor de roble

Mogorrón trabajaba para todos

siempre que lo requerían

campesinos sandinistas

simpatizantes de la contra

sanitario noche y día.

Trabajaba en silencio

platicaba suave

a veces arrecho

hasta que en la cuesta La Diabla

una mina reeganiana

se lo llevó de viaje

para convertirlo en

bengala de luz

florero malinche

cerro de Bocay

transparencia en el aire.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.