Un muerto y cerca de 60 campesinos e indígenas heridos es el saldo hoy de la represión de los miembros de los escuadrones antidisturbios de la Policía colombiana en los departamentos de Nariño y Cauca. Un comunicado de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), divulgado por Internet, precisa que desde este lunes unos 15 […]
Un muerto y cerca de 60 campesinos e indígenas heridos es el saldo hoy de la represión de los miembros de los escuadrones antidisturbios de la Policía colombiana en los departamentos de Nariño y Cauca.
Un comunicado de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), divulgado por Internet, precisa que desde este lunes unos 15 mil campesinos y aborígenes de esos dos departamentos realizan actos en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Ante la fuerza de la protesta pacífica de los pobladores de la zona, indica el texto, unos 300 antimotines atacaron a los manifestantes que protestaban en la vía Panamericana, en la localidad de Piendamó, en Cauca.
La ONIC denuncia que debido a la brutalidad policial falleció el indígena Pedro Coscué, al tiempo que los manifestantes tomaron a tres policías de rehenes a fin de poner fin a los ataques de los antimotines.
Sin embargo, informaciones procedentes del lugar revelan que desde aeronaves oficiales les están lanzando gases lacrimógenos a los campesinos e indígenas concentrados en la vía Panamericana.
Otro grupo de campesinos e indígenas fueron reprimidos para desalojarlos de la vía entre Tumaco y Pasto, en Nariño.
La ONIC llamó a la comunidad nacional e internacional para que se pronuncien frente a estos hechos, así como a los organismos de control para que posibiliten la entrada de ambulancias y personal médico y paramédico al lugar.
Asimismo, solicita se garantice la vida y la seguridad física y psicológica de las personas que se encuentran realizando esta movilización de carácter pacífica.
La organización indígena responsabiliza al Gobierno y a sus autoridades, entre ellas al gobernador y al comandante de la policía de Cauca, por lo que pueda ocurrir con los más de 15 mil indígenas y campesinos que se encuentran en la zona.
«Lo único que queremos en este momento es que se conforme una mesa de negociación en la que se discutan entre otros temas, la firma del TLC con Estados Unidos», apunta el comunicado.
Añade que han hecho un planteamiento al Estado Colombiano diciéndole que cualquier decisión que afecte a la nación debe ser consultada y debe tener en cuenta a los distintos sujetos de derecho en este país.
«Decimos no al TLC y a las reformas constitucionales que afecten nuestros derechos, que somos responsables del destino y futuro de la sociedad y que no queremos ser responsables de una tragedia mayor y de más dolor para el pueblo Colombiano», subraya el texto.