David Rockefeller en sus Memorias, publicadas el año 2004, escribió, entre otras cosas: «Lo más emblemático de esos años sombríos en América Latina fue Chile durante la presidencia de Salvador Allende a comienzos de los ’70. La historia se ha vuelto bien conocida y bastante controvertida. Allende, un marxista confeso y líder del Partido Socialista […]
David Rockefeller en sus Memorias, publicadas el año 2004, escribió, entre otras cosas:
«Lo más emblemático de esos años sombríos en América Latina fue Chile durante la presidencia de Salvador Allende a comienzos de los ’70. La historia se ha vuelto bien conocida y bastante controvertida. Allende, un marxista confeso y líder del Partido Socialista de Chile, hizo campaña en 1970 sobre la plataforma de una reforma agraria radical, la expropiación de todas las corporaciones extranjeras, la nacionalización de la banca, y otras medidas que hubiesen puesto a su país derechamente en la senda del socialismo. En marzo de 1970, mucho antes de la elección, mi amigo Agustín (Doonie) Edwards, propietario de El Mercurio, el principal diario de Chile, me dijo que Allende era un embaucador soviético que destruiría la frágil economía chilena y extendería la influencia comunista a la región. Si Allende ganaba, advertía Doonie, Chile se convertiría en otra Cuba, un satélite de la Unión Soviética. Insistió en que los Estados Unidos debía impedir la elección de Allende. Las preocupaciones de Doonie eran tan intensas que lo puse en contacto con Henry Kissinger. Más tarde me enteré que los informes de Doonie confirmaron la [información de] inteligencia ya recibida de fuentes de inteligencia oficiales, lo que llevó a que el gobierno de Nixon aumentara sus subsidios financieros clandestinos a grupos opositores a Allende. Pese a esta intervención, Allende ganó la elección por un estrecho margen… Una vez en el cargo, el nuevo Presidente, fiel a sus promesas electorales, expropió las propiedades norteamericanas y apuró el paso en la confiscación de tierras de la elite y su redistribución al campesinado. La mayor parte de las propiedades de Doonie Edwards fueron tomadas, y él y su familia huyeron a EEUU, donde Donald Kendall, alto ejecutivo de Pepsico, contrató a Doonie como vicepresidente, y Peggy (cónyuge de Rockefeller) y yo los ayudamos a instalarse».
Los Rockefeller, junto a otras familias, eran los propietarios de la Anaconda Copper Mining Company (Chuquicamata). La mina de cobre a tajo abierto más grande del mundo, que fue nacionalizada en 1971 por el gobierno de Salvador Allende, con la aprobación unánime del Congreso Nacional. Esta expropiación junto a otras medidas de tintes socialistas impuestas en Chile, fueron uno de los principales motivos por los cuales Richard Nixon y Henry Kissinger promovieron la defenestración de Allende.
En 1975, dos años después de perpetrado el golpe de Estado, la Junta Militar de Gobierno, encabezada por Pinochet, pagó una indemnización de US$250 millones a las familias que eran las propietarias de Anaconda, por conceptos de expropiación de aquella empresa.
Pascua Lama-Barrick Gold
A partir del régimen militar, la influencia en Chile del mandamás del JP Morgan Chase (David Rockefeller), se profundizó notablemente. Al punto que todos los presidentes que gobernaron nuestro país tras la dictadura mantuvieron decisivos encuentros con él, y sancionaron importantes leyes a favor de sus intereses. El caso más paradigmático fue el de Patricio Aylwin, quien dos semanas después de haber asumido, gracias al apoyo económico que le brindó el grupo Rockefeller a su conglomerado político denominado «Concertación de Partidos por la Democracia», aprobó un paquete de leyes que beneficiaban directamente a las empresas mineras.
Su cercanía a Rockefeller se hizo explícita en 1993, cuando Aylwin, impulsor junto a Carlos Menem del Proyecto Pascua Lama, viajó a Washington a condecorar al banquero norteamericano con la «Orden Bernardo O’Higgins».
Lo mismo hizo Ricardo Lagos, el primer presidente «socialista» luego de Allende, quien durante su gobierno, como una muestra de su compromiso con Barrick Gold, logró que el Congreso chileno aprobara dos veces el proyecto Pascua Lama, en el 2001 y el 2006.
Michelle Bachelet, durante su primera campaña presidencial, que finalmente la llevó a instalarse en La Moneda, se comprometió a no permitir la destrucción de glaciares. Sin embargo, en septiembre de 2009 participó en una cena en su honor auspiciada por los principales responsables de la disminución de los glaciares en la cordillera del valle del Huasco : la minera canadiense Barrick Gold .
El organizador del evento fue el Council of the Americas , organismo que reúne a las más importantes empresas transnacionales que hacen negocios en Latinoamérica , como Barrick y Chevron . En esa época la Junta Directiva estaba encabezada por David Rockefeller , presidente honorario y George W. Landau , embajador de EE.UU en Chile (1977-1981). Barrick y su fundador Peter Munk , son entusiastas participantes de este círculo de poder.
También en el Council of the Americas participan los conglomerados chilenos, como por ejemplo: empresas CMPC , del grupo Matte ; Antofagasta PLC , de Andrónico Luksic ; Corp Banca , de Alvaro Saieh , dueño de La Tercera ; y El Mercurio SAP, con Agustín E. Edwards .
En cuanto a Sebastián Piñera, la relación de Rockefeller con él es indirecta pues Andrés Navarro, amigo del expresidente tenía un puesto en el Council of the Americas. Recordemos que Navarro, propietario de la empresa Sonda, posee la concesión de la plataforma tecnológica implementada en el servicio del Transantiago.
Pascua Lama , e s un proyecto minero que consiste en la extracción de oro, plata y cobre. Abarca las zonas de Alto del Carmen en la Provincia de Huasco en Chile y el Departamento Iglesia, en la Provincia de San Juan, Argentina. Durante años ha provocado en ambos lados de la cordillera de Los Andes severos perjuicios y daños ambientales.
De lo anterior surge la siguiente pregunta, ¿cuál es la relación concreta entre David Rockefeller y el proyecto minero Pascua Lama?
Según el sitio www.olca.cl, los verdaderos dueños de Barrick Gold, son seis poderosos fondos de inversión estadounidenses, junto al banco inglés Barclays. Y a su vez tres de estas firmas son las principales accionistas de las empresas que desde el año 2010 realizan prospecciones en las Malvinas en busca de petróleo (Rockhopper Exploratión, Desire Petroleum Plc, Falkland Oil and Gas, y Borders & Southern Petroleum).
Las siete compañías que detentan más del 51,8% del paquete accionario de Barrick Gold, y que mantienen vínculos con las petroleras de las Malvinas son las siguientes:
– The Capital Group: es un fondo de inversión estadounidense. En el proyecto de Pascua Lama detenta el 31% de las acciones a través de sus dos compañías subsidiarias, Capital Research and Management Co. y American Founds. En 2010 era encabezado por David Rockefeller.
– Tradewinds Global Investors: fondo de inversión norteamericano. En Barrick Gold – Pascua Lama detenta el 4,4 % de las acciones. Este fondo de inversión es uno de los principales accionistas de la compañía petrolera British Petroleum (BP).
– Banco Barclays: en el proyecto Pascua Lama detenta el 4,4 % de las acciones.
– NWQ Investment Management: fondo de inversión estadounidense. En Barrick Gold-Pascua Lama posee el 3,2 % de las acciones.
– Lord Abbett & Co.: fondo de inversión estadounidense. En el proyecto minero Pascua Lama de Barrick Gold detenta el 3% de las acciones.
– Blackrock: fondo de inversión norteamericano. En Pascua Lama posee el 2,9% del paquete accionario. Es el principal accionista de la petrolera anglonorteamericana BP.
– Fidelity Management & Research: Fondo de inversión estadounidense. El segundo más importantes del mundo después de Capital Group. En Pascua Lama posee el 2,9% de las acciones.
Los oscuros e ilegales lazos entre David Rockefeller y la Barrick no acaban aquí. En el 2003 el comerciante minorista estadounidense de oro Blanchard & Co, denunció en los tribunales de Louisiana, a la empresa Barrick Gold y al Banco JP Morgan Chase Manhatan, propiedad de los Rockefeller. Los acusó de obtener miles de millones de dólares, mediante especulación fraudulenta en los mercados a futuro de oro.
En esa presentación judicial, Blanchard & Co, develó la participación del banco JP Morgan Chase & Co en Barrick Gold, a través de la compañía «Trizec Hahn», que el banco controlaba. Según la denuncia, «Trizec Hahn» y sus socios, incluyendo al JP Morgan, obtuvieron más de 1.300 millones de dólares en ganancias a partir de las acciones de Barrick Gold.
Finalmente, ¿podía esperarse otra cosa de alguien tan susceptible al poder del dinero y la codicia? Que su libro Memorias no los indique:
«Pese a mi propio aborrecimiento por los excesos cometidos durante los años de Pinochet, el lado económico de la historia es más constructivo».
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