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Requiem para un soñador

Fuentes: In These Times/commondreams

Título: Traducido para Rebelión por Germán Leyens Nota del editor: Lo que sigue es una conversación – su última – entre Kurt Vonnegut y el escritor de ciencia ficción Kilgore Trout, cuyas obras están agotadas. Trout se suicidó tomando Drano a medianoche del 16 de octubre en Cohoes, Nueva York, después de que una vidente […]

Título:

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Nota del editor: Lo que sigue es una conversación – su última – entre Kurt Vonnegut y el escritor de ciencia ficción Kilgore Trout, cuyas obras están agotadas. Trout se suicidó tomando Drano a medianoche del 16 de octubre en Cohoes, Nueva York, después de que una vidente le dijo -utilizando cartas de tarot – que la calamidad ecológica George W. Bush volvería a ser elegido presidente de la nación más poderosa del planeta por una decisión de cinco a cuatro de la Corte Suprema, que incluía «un 100 por ciento del voto negro».

TROUT: Nunca he votado en toda mi maldita vida. No quería ser cómplice. ¿Es hora de que lo haga?

KV: El sistema inmune del planeta trata obviamente de librarse de nosotros, ¡y ya es hora! Pero seguro, anda a votar por alguien. ¡Qué diablos!

TROUT: Todos son tan ignorantes.

KV: La abrumadora popularidad del presidente Bush, a pesar de todo, nos muestra finalmente lo que el pueblo estadounidense, al que hemos sentimentalizado durante tanto tiempo, à la Norman Rockwell, es en verdad, gracias a la televisión y a escuelas públicas intencionalmente malas: ignorante. ¡Cuenta con eso!

TROUT: ¿Encontraste alguna vez a alguien que fuera verdaderamente listo?

KV: Sólo a uno: Saul Steinberg, el artista gráfico que ya ha muerto. Todos los que conozco han muerto ya, con la excepción del que me está conmigo. Le podía preguntar cualquier cosa a Saul, pasaban seis segundos, y me daba una respuesta perfecta. Gruñía una respuesta perfecta. Nació en Rumania y, según él, nació en una casa en la que «los gansos se asomaban por las ventanas».

TROUT: ¿Qué clase de preguntas?

KV: Yo decía: «Saul, ¿qué piensas de Picasso?» Pasaban seis segundos, y entonces gruñía: «Dios lo puso en la Tierra para mostrarnos lo que es ser rico de verdad». Dije: «Saul, soy novelista, y muchos de mis amigos son novelistas, pero no puedo dejar de sentir que algunos de ellos están en un negocio muy distinto del mío, aunque me gustan bastante sus libros. ¿Qué me hace sentirme así?» Pasaban seis segundos, y gruñía: «Es muy simple: Hay dos tipos de artistas, y uno no es superior al otro. Pero una clase responde a la historia de su arte, y la otra responde a la vida en sí».

Dije: «Saul, ¿eres talentoso?» Pasaban seis segundos, y gruñía: «No. Pero a lo que respondemos en toda obra de arte es a la lucha del artista contra sus propias limitaciones.»

TROUT: OK.

KV: No parece que te impresione.

TROUT: Dije: «OK.»

KV: Lo dijiste de modo tan vacío.

TROUT: Lo siento. Me conoces, siempre ando vacío.

KV: ¿Hay alguien más que sea talentoso? OK, trata éste: Después de la II Guerra Mundial me enrolé en la división de graduados del Departamento de Antropología de la Universidad de Chicago, la universidad más presuntuosa del país. Y en un seminario de unos ocho de nosotros, la mitad veteranos por la Ley de Derechos de los Soldados, mi profesor favorito, en realidad el asesor de mi tesis, nos formuló la siguiente pregunta socrática: «¿Qué hace un artista?»

TROUT: Espera: ¿Por qué es tan presuntuosa Chicago?

KV: Porque no es Harvard.

TROUT: Comprendo: Porque no es alta sociedad.

KV: Vale. En todo caso, estoy seguro de que todos salimos con las mismas respuestas sabihondas, ya que un seminario de graduados sobre cualquier tema es una forma de teatro improvisado. Pero la única respuesta que recuerdo es la que dio él: «Un artista dice: ‘No puedo hacer nada respecto al caos en el universo o en mi país, o incluso en mi propia miserable vida, pero por lo menos puedo hacer que este trozo de papel o de tela, o este puñado de arcilla o este trozo de mármol sea exactamente lo que debe ser.'»

TROUT: OK.

KV: ¿Te olvidaste de tomarte tu Viagra hoy?

TROUT: Muy divertido. Pero lo que dijo que hace un artista es lo que hago cada vez que me lavo los dientes o me ato los zapatos. ¿Pensaste que el tipo era listo? Es un *¡!*¡!

KV: Mira, cuando pones un trozo de papel en tu máquina de escribir, ¿no tratas de hacerlo exactamente tal como debe ser?

TROUT: No, simplemente escribo.

KV: ¿Qué estás escribiendo simplemente ahora?

TROUT: Es sobre cómo el futuro tiene tanto que ver con el presente como el pasado. Las jirafas sólo pueden provenir del futuro. No hay modo de que la evolución en el pasado pueda haber permitido que algo tan indefenso y poco práctico viva durante 15 minutos.

KV: Si lo dices.

TROUT: Prueba esto: La Primera Guerra Mundial fue causada por la segunda. De otra manera la primera no tiene sentido, no fue por nada. Y todo lo que Picasso tuvo que hacer fue pintar cuadros que ya estaban colgados en museos del futuro.

KV: OK.

TROUT: Sólo trato de ser Einstein. Nunca sabes. Pero, hey, los dos tipos que dijiste que eran tan listos eran hombres los dos. Las mujeres también dicen cosas listas. Fui a caminar con una mujer el otro día, puedes creerme, y me detuve a volver a atar los cordones de mis zapatos, y dijo: «Cada vez que voy a caminar con un hombre siempre se tiene que detener a atarse los zapatos. ¿Por qué no se hacen nudos dobles los hombres? ¿Miedo del compromiso? ¿Qué te parece la antropología, la ciencia del hombre? Apuesto a que en Chicago no te enseñaron de hombres y cordones.

KV: Eso no es antropología. Es sociología.

TROUT: ¿Cuál es la diferencia? Me lo he preguntado a menudo.

KV: Un sociólogo es pagado por el Departamento de Sociología. Un antropólogo es pagado por el Departamento de Antropología.

TROUT: Me alegro de que hayamos aclarado el tema.

KV: Saber es poder.

TROUT: Bueno, me voy. Chao, adiós y aloha.

KV: ¿Dónde te diriges?

TROUT: Vuelvo a Cohoes a una reunión de AA.

KV: Pero tú no eres alcohólico.

TROUT: Es el único sitio donde puedes conseguir mujeres. Ahí bajan la defensa. «Hola, Yo soy Kilgore Trout y soy alcohólico». Y encontré a esta chica que se llama Flamingo y que es una vidente profesional. Me va a leer la suerte de nuestro país. Quién va a ganar la próxima elección.

KV: OK

TROUT: Cúidate..

KV: Tú también.

© 2004 In These Times

http://www.commondreams.org/views04/1016-21.htm