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Reseña de «Entre clásicos. Manuel Sacristán y la obra político-filosófica de György Lukács»

Fuentes: Mundo Obrero

Constantino Bértolo lo expone en su Prólogo perfectamente: lo que ha hecho Salvador López Arnal en este libro es «construir un lugar para el lector» (p.13). El autor es, y este libro despeja cualquier duda posible, el mayor especialista en el pensamiento de Manuel Sacristán. A este pensador ha dedicado buena parte de su actividad […]

Constantino Bértolo lo expone en su Prólogo perfectamente: lo que ha hecho Salvador López Arnal en este libro es «construir un lugar para el lector» (p.13).

El autor es, y este libro despeja cualquier duda posible, el mayor especialista en el pensamiento de Manuel Sacristán. A este pensador ha dedicado buena parte de su actividad intelectual: recopilando diversas obras inéditas, publicando libros colectivos, y elaborando obras como ésta que nos acercan a problemáticas concretas de su pensamiento. Este último género constituye especialmente un favor para quienes queremos acercarnos al estudio del maestro barcelonés, debido al carácter fragmentario de su obra; inevitable por su condición ética y política en el contexto en que le tocó vivir.

En esta obra, publicada por la editorial La Oveja Roja en colaboración con la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM), Salvador nos propone un acercamiento a los hilos de conexión entre Sacristán y el marxista húngaro György Lukács. Estos hilos no son pocos, ni son casuales.

Para empezar, es necesario recordar que la represión franquista en la Universidad forzó a Sacristán a traducir para ganarse la vida, pues fue imposibilitado para ejercer su carrera docente en diversas ocasiones. Para ello compaginó su actividad militante en el PCE-PSUC (con todos los rigores de la clandestinidad) y sus tareas de producción intelectual, con su oficio de traductor para Grijalbo, que desempeñó excepcionalmente gracias a su intensa formación filosófica y lingüística. Su aportación como traductor e introductor de cultura ajena a las estrecheces del nacionalcatolicismo son reconocidas hoy por cualquier académico del ramo, sea cual sea su ideología política.

Precisamente fue desde su condición de traductor como inició Sacristán una relación epistolar con Lukács. A lo largo de los 22 capítulos de Entre clásicos, cuidadosamente dispuestos en función de temáticas filosóficas y políticas, Salvador expone y contextualiza esta relación epistolar, apoyándose, entre otros recursos, en la Tesis Doctoral de Miguel Manzanera11, que entre sus anexos presenta 42 páginas de cartas entre Lukács y Sacristán.

Pero Entre clásicos no es sólo una compilación de la relación epistolar entre los dos protagonistas. Lo que hace Salvador es mostrar con precisión de especialista -y aquí radica el interés de este libro para cualquier militante- la posición del dirigente clandestino del PSUC ante diversas elaboraciones conceptuales del filósofo húngaro, en el contexto intelectual y político de cada momento. Podríamos decir que Salvador construye una conversación, no por ello menos real, entre los pensamientos de ambos autores.

Esta conversación, cuidadosamente descrita por Salvador, consta en buenas ocasiones de coincidencias entre ambos pensadores. Es el caso de la posición de ambos ante la Primavera de Praga que abre el libro, o la lucha en el terreno de las ideas contra las corrientes de pensamiento irracionalistas, esto último objeto de reflexión por parte de Sacristán desde su tesis doctoral Las ideas gnoseológicas de Martin Heidegger2, y constante también en el pensamiento de Lukács, en especial en El asalto a la razón3, entre otros ejemplos.

Pero además de estas coincidencias, Entre clásicos también recorre las observaciones críticas que Sacristán realiza a la obra del filósofo húngaro. Valgan como ejemplo (y mostramos solo uno por la extensión necesariamente breve de esta reseña en su versión de MO) las observaciones de Sacristán a la noción de irracionalismo de Lukács4. El primero considera correcta la visión general del segundo, y la estima valiosa en su intencionalidad política de clase (algo que Sacristán nunca olvida en sus análisis), si bien pone de manifiesto que ciertas aplicaciones son inadecuadas. En cierto modo, Sacristán adopta la posición de Lukács sobre la función reaccionario-burguesa del irracionalismo; pero además la analiza con rigor y sistematicidad, mostrando ciertas inconsistencias en algunas de sus aplicaciones concretas: como las consideraciones sobre la lógica formal o un tratamiento idealista en ciertos autores. El objetivo de Sacristán no es, por tanto, socavar la posición de Lukács, sino desarrollarla en toda su extensión, pues, en palabras de López Arnal, para el maestro barcelonés, «la pérdida del matiz era siempre en el fondo pérdida del concepto mismo» (p. 84).

A mi juicio, es ésta una constante de los trabajos críticos de Sacristán: desplegar la posición de un autor con rigurosidad epistemológica, hasta mostrar algunas de sus inconsistencias concretas, fortaleciendo de este modo la tesis central de la obra estudiada; especialmente, los aspectos relacionados con la coherencia de dicha tesis con un proyecto emancipador y de clase. Pasos como éstos son observables en otros estudios, como en su magistral y ya clásico Prólogo al Anti-Dühring5.

La defensa de la razón, protagonizada por Lukács y desarrollada por Sacristán, es parte de la estrategia revolucionaria, pues como muestra el segundo, el marxismo sólo es emancipador si parte de los conocimientos científico-positivos como una base de la elaboración programática (junto a otras formas de argumentación -eso sí- también racionales).

En definitiva, el gran hilo conductor de esta conversación que es Entre clásicos es la pasión común de dos pensadores por proseguir la tradición marxista, entendida como fundamentación de una práctica emancipatoria.

Entre clásicos no es un libro de iniciación. Para disfrutar de este libro en todo su despliegue, es necesario que el lector disponga al menos de un nivel filosófico básico. Sin embargo, el protagonista permanente (o privilegiado) de la conversación es un pensamiento al servicio de la emancipación de los trabajadores.

Es por ello, que, como tantos clásicos de la tradición marxista, su contenido no será revelado con sencillez a los académicos «neutrales», sino a las personas honestas que hagan suyos los versos de Brecht que cierran este libro: «El donaire no ahorra el esfuerzo / ni la pasión, el entendimiento».

Notas: 1. MANZANERA SALAVERT, Miguel (1993) Teoría y práctica: la trayectoria intelectual de Manuel Sacristán (http://www.rebelion.org /docs/120689.pdf). La Tesis completa con sus anexos se encuentra digitalizada y disponible para descarga en la web de la Biblioteca de la UNED: http://e-spacio.uned.es/fez/ view.php?pid=tesisuned:Filosofia-Mmanzanera 2. SACRISTÁN, Manuel (1995) Las ideas gnoseológicas de Martin Heidegger, Crítica, Barcelona, edición y prólogo de Francisco Fernández Buey. 3. LUKÁCS, György (1959) El asalto a la razón, Grijalbo, México (traducción de Wenceslao Roces). 4. Estas observaciones son sintetizadas rigurosamente por Salvador López Arnal en el Capítulo 8 «El asalto destructivo a la razón», a partir del artículo «Sobre el uso de las nociones de razón e irracionalismo por G. Lukács» (En SACRISTÁN, M. (1983) Marx y marxismo. Panfletos y materiales I, Icaria, Barcelona, pp. 85-114). 5. En SACRISTÁN, M. (1983) op. cit., pp. 24-51.

Fuente: http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=1798&sec=6&aut=202