Con una nutrida participación de la comunidad así como con delegaciones provenientes de otros rincones del departamento (Pradera, Florida, Ginebra, Guacarí, Buga, Sevilla, San Pedro y Tuluá), se realizó el IV Encuentro de Mujeres Campesinas y Luchadoras en la vereda El Cabuyal, zona alta de Palmira, en el departamento del Valle. Este encuentro, organizado […]
Con una nutrida participación de la comunidad así como con delegaciones provenientes de otros rincones del departamento (Pradera, Florida, Ginebra, Guacarí, Buga, Sevilla, San Pedro y Tuluá), se realizó el IV Encuentro de Mujeres Campesinas y Luchadoras en la vereda El Cabuyal, zona alta de Palmira, en el departamento del Valle. Este encuentro, organizado por la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca (ASTRACAVA) y por la Coordinación Campesina del Valle del Cauca (CCVC), es una manera de reconocer el rol que tienen las mujeres del campo en las luchas populares que sacuden a Colombia así como en la construcción de un proyecto nuevo de sociedad. En palabras de Cristina López, presidenta del Comité de Mujeres Manuelita Sáenz de El Cabuyal, «este es un acto donde podemos expresar de muchas maneras lo que podemos hacer como mujeres. Esta es la primera vez que hacemos algo así por acá, nunca habíamos tenido un grupo que nos representara. La CCVC nos ha apoyado muchísimo estos años, para que conozcamos nuestros derechos y se los inculquemos a nuestros hijos«.
Sigue siendo un desafío para el movimiento popular estimular una mayor participación de las mujeres en los proyectos emancipadores de campesinos y trabajadores. Como nos explica Patricia Uribe, secretaria de mujer de la subdirectiva de Pradera de ASTRACAVA, «la participación de las mujeres es restringida, porque a veces la mujer campesina es muy apegada a la tierra, al cultivo, conoce poco de lo político. De pronto es por todo lo que la mujer campesina ha vivido, sus quehaceres diarios, que tiene temor a mostrarse como es a la sociedad. La represión del Estado muchas veces ha asesinado los esposos, otras veces nos quitan los hijos para llevarlos al servicio militar obligatorio… también por aquellos hombres que no las dejan participar, todo hace que tenga temor a expresar realmente lo que siente y piensa«.
Según ella, la importancia de este acto radica en que «las mujeres vayan conociendo su importancia en lo social y lo cultural en las organizaciones campesinas y así irnos dando a conocer, porque en lo cultural la mujer conoce la cultura campesina. Que la mujer entienda su importancia en la lucha por la soberanía alimentaria, en el rescate de semillas, lograr ese auto-reconocimiento como mujeres que nos da la lucha, porque hay que quitarse ese temor«.
Al final del día, luego de escuchar intervenciones de las compañeras y compañeros del proceso campesino, así como de disfrutar de varios números artísticos, las delegaciones emprendieron el retorno en sus multicolores chivas habiendo dado un paso más en la reafirmación del rol de la mujer en el proceso de cambios que se viven hoy en Colombia. No está de más recordar que ese proceso de cambio requiere una participación masiva del pueblo y que más de la mitad de ese pueblo con mujeres, las cuales en las lucha y las organizaciones han demostrado su valor y su aporte específico al proceso emancipatorio de los pueblos de Colombia.
(*) José Antonio Gutiérrez D. es militante libertario residente en Irlanda, donde participa en los movimientos de solidaridad con América Latina y Colombia, colaborador de la revista CEPA (Colombia) y El Ciudadano (Chile), así como del sitio web internacional www.anarkismo.net. Autor de «Problemas e Possibilidades do Anarquismo» (en portugués, Faisca ed., 2011) y coordinador del libro «Orígenes Libertarios del Primero de Mayo en América
Latina» (Quimantú ed. 2010).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
ANEXOS:
Comunicado distribuido durante el Encuentro:
«Somos campesinas. Trabajamos la tierra, defendemos la vida»
En la conmemoración del Día de las Mujeres Campesinas y Luchadoras, reproducimos el comunicado de La Vía Campesina, movimiento campesino internacional del que formamos parte.
Desde Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca – ASTRACAVA y la Coordinación Campesina del Valle del Cauca – CCVC saludamos a todas las mujeres campesinas, luchadoras incansables que han jugado un papel histórico fundamental en la construcción de una nueva Colombia. Resaltamos la importancia de que día a día sigan nutriendo con sus valiosos aportes los procesos organizativos y las luchas que libra el campesinado en su conjunto por la construcción de paz con justicia social, estable y duradera.
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IV Encuentro de Mujeres Campesinas y Luchadoras. El Cabuyal, Palmira. Marzo 30 de 2014.
Luchamos contra el capitalismo, el patriarcado y por nuestros derechos!
8 de Marzo- Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras – Comunicado La Vía Campesina
Hoy 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, la Vía Campesina reafirma su lucha anticapitalista y antipatriarcal, expresando nuestra firme decisión de luchar, tomar las calles y movilizarnos por una nueva visión del mundo, construida sobre los principios de respeto, igualdad, justicia, solidaridad, paz y de libertad, librando batallas por llevar adelante una lucha conjunta con las mujeres trabajadoras del campo y de la ciudad.
La primera convocatoria de celebración del Día Internacional de la Mujer trabajadora tuvo lugar el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines en los que se reivindicaba para las mujeres el derecho a voto, derecho a ocupar cargos públicos, derecho al trabajo y a la no discriminación laboral.
Apenas algunos días después, 25 de marzo, más de 140 trabajadoras, inmigrantes en su mayoría, murieron en el incendio de una fábrica textil en Nueva York. Este suceso repercutió enormemente en la legislación laboral de Estados Unidos, y también en las celebraciones posteriores por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, haciendo referencia a las condiciones laborales que condujeron al trágico suceso.
Desde entonces hasta ahora, las mujeres permanecemos en lucha por la reivindicación de nuestros derechos. La sociedad actual, capitalista y patriarcal, sustentada en la diferencia y la explotación, no sólo de los recursos naturales, de la tierra, sino también del propio género humano, fundamentando su riqueza y desarrollo en la desigualdad que se hace por tanto necesaria. En ese contexto, las mujeres del medio rural, jornaleras, campesinas, indígenas, nos encontramos, en un estamento aún inferior por el mero hecho de ser mujer. Doblemente explotadas, doblemente sometidas.
La violencia sobre las mujeres, política, económica, sexual, física o psicológica, está omnipresente en nuestras sociedades. Un estudio reciente en Europa demostró que un tercio de las mujeres europeas ha encontrado violencia de género. También los recortes en la seguridad social que afecten más a las mujeres y cambios de leyes reproductivos regresivos constituyen una expresión de violencia sobre las mujeres.
Nosotras, mujeres luchamos por cambiar nuestras sociedades y pedimos reparación y la abolición de todas las prácticas sexistas. Un ejemplo constituye la lucha en Asia por la reparación y el reconocimiento de los crímenes cometidos por el ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial cuando las mujeres fueron forzadas de manera sistemática a trabajar como esclavas sexuales. Hoy en día, la violación organizada es una de las expresiones más horribles de la violencia sobre las mujeres. Como La Vía Campesina reforzaremos nuestra campaña de BASTA de Violencia contra las mujeres.
Nuestra lucha y acción por la Soberanía Alimentaria nos ha brindado a las mujeres del campo la oportunidad de hacer visible nuestra participación histórica en el desarrollo de los sistema alimentarios en el mundo y el papel que hemos jugado desde la invención de la agricultura, en la recolección y propagación de las semillas, en la protección y resguardo de la biodiversidad y de los recursos genéticos, situándonos a la vez como uno de los principales pilares afectivo, ético y social.
Las mujeres campesinas, jornaleras, indígenas, del campo, del medio rural seguiremos luchando por la defensa de la naturaleza, de la madre Tierra, de la alimentación, la soberanía alimentaria, contra la explotación y la violencia en todos los niveles y expresiones, las multinacionales, transnacionales, y en definitiva en contra de un sistema explotador y depredador de sí mismo.
Las mujeres y los hombres de la Vía Campesina reivindicamos la construcción de espacios para el debate, el intercambio, donde construir herramientas válidas por un mundo diverso y plural. Son herramientas para promover la toma de conciencia en las comunidades frente a las visiones políticas y culturales que impiden avanzar en la igualdad de género.
Las campesinas organizadas estamos convencidas que no hay posibilidad de retroceder en los avances y triunfos, menos en las conciencias de las mujeres. Continuamos la lucha por la «soberanía de la tierra, del territorio y del cuerpo», diciendo NO a cualquier expresión de violencia contra las mujeres.
Reivindicamos la igualdad en derechos, el respeto a la diversidad cultural, de género y étnica, la justicia social para los seres humanos, y el derecho inalienable a vivir en dignidad. Nos comprometemos a profundizar y expandir nuestro proceso de construcción colectiva de una propuesta política para construir las bases del «Feminismo Campesino y Popular».