Mientras el noticiario de Mega muestra la última redada policial en La Legua o un linchamiento en La Pintana, las antenas de TV locales inundan de identidad a las más pobres poblaciones de Santiago y le roban rating a las teleseries. Todo con programación de lujo y tecnología primermundista. Desde la clandestinidad hacia el mundo. […]
Mientras el noticiario de Mega muestra la última redada policial en La Legua o un linchamiento en La Pintana, las antenas de TV locales inundan de identidad a las más pobres poblaciones de Santiago y le roban rating a las teleseries. Todo con programación de lujo y tecnología primermundista. Desde la clandestinidad hacia el mundo.
En el minúsculo patio de los estudios Señal 3 de La Victoria, existe una caja de cartón llena de apósitos junto al transmisor y un refrigerador en desuso sobre el que una luz roja indica que el noticiario de los viernes está al aire.
-«¿Una caja con vendas?», le preguntamos a Cristiano, editor de noticias y parte del directorio del canal comunitario con más larga data en Chile.
-«Si, vendajes. Como en la guerra», cuenta. Y abre uno de los paquetes con instrucciones en alemán. Explica que son testimonio de otra época, cuando las cosas eran más complicadas y la dictadura era la carta de ajuste permanente. Desde la primera emisión en octubre de 1998, el combate subversivo ha sufrido cambios y el enemigo también. «A la televisión de hoy, le aplicaría la Ley de Seguridad Interior del Estado y en general todas las Leyes Antiterroristas y las de asociación ilícita», denuncia Luis «Polo» Lillo, del directorio de Señal 3 mientras come semillas de maravilla en la sala de edición del canal. «Los directores de los canales de hoy se creen los Mesías de la televisión y al final es pura basura. Son los más consumistas y les pagan para crear monstruos».
El directorio del canal local se compone de 9 personas de las cuales una es gásfiter, otra albañil, otro repartidor de gas, un electricista y un operario de una embotelladora entre otros estudiantes y reparadores de PC. No hay tecnócratas ni ingenieros comerciales. «Y periodistas, ¡menos!», exclama el Polo con alivio.
LA PARRILLA CATÓDICA
El paisaje de murales BRP, tendederos de ropa y tejados de lata con volantines varados encima, se recortan contra la imponente antena del barrio. Desde ahí se transmite programación local de calidad mundial. Es el caso de la Señal 3 de La Victoria, el Canal 3 de La Legua, RencaTV o el Canal municipal de La Pintana o de cerca de 90 experiencias del mismo tipo a lo largo del país que tienen más cosas en común que diferencias en el papel. Las concesiones para nuevas señales se encuentran congeladas a la espera de que se legisle sobre la llegada de la TV digital y sobre su hardware que puede ser norteamericano, japonés o europeo según más convenga. Mientras tanto, la TV comunitaria está en el aire.
Desencantados del estado actual de la TV, los gestores culturales de estos proyectos tienen lineamientos comunes en lo que a su misión se refieren. Jaime Álvarez, vocero del Canal 3 de La Legua tiene una postura de hierro: «Basta con mirar la visión del pobre para entender la idea de entretenimiento que entregan los canales. Un entretenimiento que va dirigido a una lógica ratingniana. Un fiasco, ¿qué enseña?, ¿qué entrega? Te idiotiza. El ‘Mekano’, trata de gente que no tiene idea de nada. Niñas que se vuelven anoréxicas, y ahí los cabros se complican porque no tienen músculos o calugas», asegura.
Educación y creación de identidad son los principales motores en la creación de programas de factura propia. Se trata de ideas que ya quisiéramos ver en la TV abierta, como franjas de documentales en que vecinos y diputados debaten en torno a obras como «Actores secundarios», «Salvador Allende» de Patricio Guzmán o la colosal trilogía «La batalla de Chile».
Cada canal cuenta con su segmento de música y conversación juvenil con contenido: «Guataje» en La Pintana, «Crio Metal» en La Victoria o «La Galucha» en La Legua. Para los amantes del deporte también hay espacios donde se transmiten las mejores jugadas del club del barrio como los «Jotelácticos» de La Victoria. También tiene espacio la defensa del consumidor, donde se educa al poblador sobre sus derechos y deberes comerciales.
La Pintana en su señal 39 ofrece el misceláneo «La taxicleta», una entrevista a bordo de un vehículo a pedales por las ciclovías de la comuna y programas infantiles ilustrados por dibujos de los párvulos de la comuna en el «Pintacuentos»..
Sobre esa presencia y permanente carencia, Gastón Muñoz responsable del Canal 39 de La Pintana cuenta que en el último seminario de televisión local realizado en Concepción en agosto, se informó que los televidentes del canal local de la Patagonia de Punta Arenas, prefieren su noticiario en un 45% sobre el 15% restante que prefiere la TV tradicional. «Está demostrado que en los lugares donde la gente ve tele prefiere los canales comunales locales. Esa búsqueda de identidad es una necesidad», asegura.
La parrilla programática de estos canales es tan segmentada como variada y no tiene nada que envidiarle a la tevé de antaño. Un segmento infantil que regalonea a los más chicos con estrenos recién llegados del cine o a los papás fanáticos del cine mexicano con las películas de Antonio Aguilar. Luego, recitales de Juan Gabriel o Pink Floyd para los melómanos. En el caso de la señal 3 de La Victoria el people meter no existe y por eso los focus group y las encuestas de opinión se hacen en la calle, en la feria. Mientras el directorio y sus colaboradores tarrean para conseguir «fondos públicos» y parar a diario esta aventura que cuesta $ 250 mil pesos mensuales.
Serrucho y Mapudungún
Tal como el debate televisado entre Kennedy y Nixon marcaron un antes y un después en la forma de hacer TV, momentos como el Mago Oli escapando a duras penas de un estanque de agua, la TV local también cuenta con momentos inolvidables que sólo unos pocos pudieron ver.
«En La Legua comúnmente vivimos la violencia policial. Nos vienen a sacar la chucha a cada rato. La gente empezó a quejarse de eso y una vez invitamos a la gente a contarnos su experiencia. Fue tanto el impacto del espacio que el comandante de la comisaría pidió también tribuna para pedir disculpas por los abusos de algunos carabineros. Hoy los carabineros ven el canal y hasta escuchan la radio en el furgón», relata Jaime, el vocera de Canal 3 de La Legua, que transmitió también por primera vez este año la versión local de Jesucristo Superestrella en la junta de vecinos numero 20.
La Señal 3 de La Victoria espera sacar adelante un canal en mapudungún en el sur de Chile. «Queremos saldar esa gran deuda que tenemos con el pueblo mapuche, un honor para nosotros poder seguir haciendo historia después de haber lanzado el primer canal comunitario en Chile», cuenta Lillo. Actualmente el grupo trabaja en un reportaje acerca de La Oficina, desclasificando material de la agencia de inteligencia en la mejor tradición de «Informe Especial».
La Pintana anota en su lista de logros haber transmitido íntegra la Copa Europea a través del canal 39. «Pudimos bajarla del satélite porque la estaban dando en Paraguay en un canal de libre recepción. Ahora transmitimos las 24 horas del día», relatan. Otras de sus exclusividades son los recitales de la Casa Rosada en Argentina con artistas como León Gieco, o transmitir tocatas propias de Ángel Parra Trío, Inti illimani, Fiskales Ad Hok con porotada incluida y la única entrevista que dio en Chile Manu Chao.
RencaTV cuenta entre sus rarezas más freak con los inclasificables dotes de don José Silvestre Soto. Ciudadano benemérito de la comuna que interpreta el Himno Nacional con un serrucho.