ELEMENTOS PREVIOS Una de las dificultades más complejas al abordar la unificación monetaria y cambiaria en Cuba, resulta la cuestión de determinar la nueva tasa de cambio empresarial que regirá en los próximos meses.[1] El peso cubano estuvo alineado al dólar norteamericano durante el siglo XX y hasta 1959; en el territorio nacional circulaban ambas […]
Una de las dificultades más complejas al abordar la unificación monetaria y cambiaria en Cuba, resulta la cuestión de determinar la nueva tasa de cambio empresarial que regirá en los próximos meses.[1]
El peso cubano estuvo alineado al dólar norteamericano durante el siglo XX y hasta 1959; en el territorio nacional circulaban ambas monedas con equivalencia idéntica.
La paridad entre el dólar y peso cubano, que viví de mozalbete, resultaba muy cómoda. Mis padres, para ir de vacaciones un fin de semana a Miami, Florida, pagaron el pasaje en pesos (12 por persona ida y regreso en avioneta de Aerovías Q). Para el importe de la estancia cambiaron pesos por dólares de la circulación monetaria normal del país.[2]
El proceso revolucionario victorioso el primero de enero de 1959 en poco tiempo lo cambió todo: el sistema empresarial, la propiedad de la tierra, la forma de propiedad y de pensar, en definitiva, la sociedad, la economía y la vida de los cubanos que permanecimos en el país.
En Cuba el dólar prácticamente dejó de circular en la población. Se procedió a realizar un cambió la moneda, que invalidó el importe de los billetes que habían sido trasladados hacia el exterior. El dólar norteamericano se satanizó y llegó a considerarse delito su tenencia por cualquier ciudadano local. Aunque en el territorio nacional continuaron los dólares en forma limitada. Diplomáticos, técnicos extranjeros y otras personas autorizadas accedían a la tienda y servicentro de CUBALSE para adquirir mercancías y servicios con esa moneda.
El tiempo transcurrió inexorable y ahora es preciso definir para el futuro inmediato establecer una nueva paridad con el dólar para el sistema institucional estatal del país, para sustituir la actual 1 USD=1 CUC, de uso oficial en los registros contables estatales.
PARIDAD A UTILIZAR
Un primer análisis para cuantificar la nueva tasa requiere de conocer bien el punto de partida. Hace bien Pedro Monreal en mostrarlo en una tabla. Haré lo mismo con mayor detalle.
TASAS DE CAMBIO EN CUBA | ||
Registro contable estatal | 1 CUC = 1 CUP | |
Pago salario empresas mixtas o extranjeras | 1 CUC = 2 CUP | |
Compra ropa algunos organismos | 1 CUC = 2.8 CUP | |
Venta productos agrícolas al turismo (Resolución 9/2013) | 1 CUC = 5 CUP
1 CUC = 7 CUP |
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Piezas y combustible a autos antiguos que son taxis | 1 CUC = 9 CUP | |
Salarios Zona Espacial Mariel | 1 CUC = 10 CUP | |
Venta actual directa al sector turístico | 1 CUC = 11 CUP | |
Ventas electrodomésticos a la población | 1 CUC = 15 CUP | |
Casas de Cambio (CADECA) | 1 CUC = 24 CUP | |
No son la únicas, existen varias más autorizadas |
Ante la amplia gama de tasas vigentes es necesario adaptar la nueva única institucional a esa realidad, afectándolas lo menos posible. Nuestra propuesta anterior de fijarla a 1 USD = 5 PESOS deja preparada la posibilidad de futuras pequeñas devaluaciones, lo que constituye un imperativo para los países menos desarrollados en sus relaciones con el resto del mundo.
Pudiera ser que se prefiera establecer 1 USD = 10 PESOS porque es lo más cercano a las diferentes tasas actualmente vigentes y sería menor la afectación. Eso beneficia a las entidades estatales antes favorecidas, pero afecta mucho más a todas aquellas instituciones que no agraciadas, que son la mayoría del sector estatal.
Hasta hoy no existe otro procedimiento para un proceso como el que se analiza que proceder a efectuarlo sin alertar. Si un grupo sustancial de ciudadanos se encuentra alerta, pueden tomar medidas de protección para individualmente atenuar sus efectos, sobre todo aquellos que poseen medios para ello. En el caso cubano toda la población se encuentra a la expectativa.
SISTEMA DE PLANIFICACION
Otra justa preocupación de P. Monreal se relaciona con el sistema de planificación centralizada que se ha empleado en Cuba.
Hay que tener presente los señalamientos críticos que ha publicado el periódico del PCC.
«Un largo expediente de incongruencias, papeleo, reservas ociosas y otros enredos acumula la planificación centralizada en Cuba. Las demoras para recibir los recursos programados hacen peligrar luego, muchas veces, la producción planeada y agudizan la desconfianza en este método de dirección. La confección de los planes económicos adquiere más sabor a fastidio burocrático que a ejercicio de creatividad. El «corta y pega» de datos de un año a otro suele sustituir al estudio de mercado, oportunidades, inversiones, riesgos y beneficios, nuevas metas y la calibración de los recursos necesarios. Es una suerte pugna tácita, los de abajo reportan capacidades productivas inferiores a las reales y necesidades sobredimensionadas, convencidos de que los de arriba les aprobarán recursos menores a lo solicitado y les exigirán resultados más altos. … La eficacia de la planificación queda en entredicho cuando las empresas y unidades presupuestadas se ven obligadas a concebir planes en prácticamente tres monedas simultáneas: pesos cubanos (CUP), pesos convertibles (CUC) y ahora los certificados de liquidez, los ya populares CL, último recurso del Banco Central para distinguir los fondos con respaldo financiero real. La información necesaria para planificar, ejecutar y controlar aparece envuelta en una nebulosa de difícil lectura hasta para un Premio Nobel de Economía. Igual distorsión padece los intentos de regular la actividad no estatal, aun mediante impuestos y otros mecanismos indirectos, más avanzados que el desgastado ordeno y mando de la administración centralizada tradicional. El Estado no puede hacer mucho cuando las entidades estatales y no estatales operan internamente con tasas de cambio casi opuestas. De la diferencia entre la tasa de Cadeca, la tasa oficial y alguna otra intermedia emergen precios, ganancias y negocios que colocan en franca desventaja al sector empresarial y laboral que carga con el peso mayor y fundamental de la economía, una contradicción que pone en riesgo hasta los planes de crecimiento económico del país y amenaza con perpetuar males como la inversión de la pirámide social.»[3]
Aunque es del año 2017, la situación general ha empeorado en 2019.
En las últimas semanas se han anunciado profundos cambios en la planificación cubana por el propio Ministro de Economía y Planificación, que admite un plan flexible. Significa que el transcurso de su ejecución será posible incorporar inversiones o producciones que generen exportaciones o sustituyan importaciones.
Marino Murillo expresó que se someterá a revisión la autoridad de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE). Da la impresión de que se trasladará el nivel de decisión y la representación legal directamente a una determinada proporción de las empresas.
La Constitución aprobada por la Asamblea Nacional ―ratificada por un alto porcentaje de la población― indica disminuir la responsabilidad de la provincia, aumentando la del nivel municipal, aun cuando una parte de éstos pueden estar insuficientemente preparados.
Son tres providencias que constituyen importantes elementos de una real descentralización, a pesar de la centralización que se mantiene. Resulta conocido que, al efectuar tales cambios, su accionar generará en el futuro contradicciones entre las dos maneras de dirigir.
Lo fundamental en esto es que los cubanos enfrentarán similares contradicciones a los chinos y los vietnamitas hace años, al no corresponderse la rigidez y burocracia del sistema de planificación centralizada con la flexibilidad y agilidad necesaria el mercado, donde los productores deben ajustarse a los clientes y no al revés.
Una sucinta descripción de las vicisitudes de la República Popular China se encuentra en un artículo escrito hace años, donde revela:
«El resto del trayecto hasta hoy es muy conocido: predominio del mercado sin perder la dirección central del Partido Comunista y su intención de una mayor justicia social en el desarrollo del país. En ocasión del XVI Congreso Nacional del PCCh, el Diario del Pueblo digital publicó la nota de prensa siguiente: «En China, adiós a (la) economía planificada» el 19/9/2002, con el texto siguiente:
«En los últimos 13 años, China ya ha pasado de la economía planificada a la economía de mercado.»
«China viene removiendo constantemente los obstáculos del sistema que afectaban el desarrollo económico y estableciendo las bases del sistema de economía de mercado socialista. Y actualmente el mercado desempeña claramente el papel fundamental en la distribución de los recursos. Sólo 5 productos industriales (de importancia básica) se fabrican según el plan nacional, mientras que el 90 % de los artículos y sus precios ya han sido regidos por el mercado. Se han establecido las bases de un marco de la propiedad pública (estatal) como el cuerpo principal y que permite desarrollar múltiples propiedades. Sobre todo, la economía de propiedad no pública se desarrolla de manera satisfactoria y se ha convertido en un soporte importante de la economía nacional (socialista).[4]
Notas
[1] Un escrito resultado de la lectura del artículo de Pavel Vidal Alejandro: «La dualidad monetaria y la política cambiaria de Cuba»
[2] Ahorraron poca cantidad de dinero varios meses y pidieron 100 pesos a mi abuelo (sin devolución).
[3] Periódico Granma, Suplemento Economía con tinta, Artículo: De la planificación y otros apuros, escrito por Ariel Terrero, marzo 21 de 2017, pág. 2
[4] China ¿ejemplo a imitar?, Economic Press Service, IPS Cuba, octubre 31 de 2005
Fuente: http://elestadocomotal.com/2019/04/06/rogelio-torras-respecto-a-la-tasa-de-cambio/