No fue en marzo y tampoco en junio, pero las movilizaciones de los estudiantes de enseñanza media comienzan a brotar recién ahora, a fines de julio e inicios de agosto. Casi como el desierto florido de nuestro norte. Casi, para recordarle al ministro -que aparece con mas apoyo que su presidente- que quizás no pase […]
No fue en marzo y tampoco en junio, pero las movilizaciones de los estudiantes de enseñanza media comienzan a brotar recién ahora, a fines de julio e inicios de agosto. Casi como el desierto florido de nuestro norte. Casi, para recordarle al ministro -que aparece con mas apoyo que su presidente- que quizás no pase agosto sin magulladuras y que podrá tener una mesa de expertos y según dicen efectuar misas en su ministerio, pero la situación en la educación chilena no esta en calma, entre otras razones porque estudiantes y profesores faltan en la mesa y así no habrá milagro.
Pero, el ministro de la sonrisa congelada no esta solo, le colabora como su cancerbero favorito él alcalde de los desalojos y el orden, -no es el único- pero el hace especiales esfuerzos por destacarse aunque haya sido incapaz de cumplir sus propios compromisos en la reconstrucción del Liceo de Aplicación, tarea que aún tiene pendiente.
En los últimos días, las tomas, desalojos y retomas se suceden como presagio o experiencia para una nueva generación. Los medios informan aún tímidamente de la ACES, de cómo se coordinan establecimientos en la Región Metropolitana y aún más lentamente en regiones. Pero no es necesario ser del segundo piso, para preveer que estos no son fenómenos lineales ni acumulativos y que esos cientos de miles de jóvenes no comparten la semaforización darwiniana de los establecimientos y que su intuición les dice que a la gran mayoría no le irá bien en la PSU y que tampoco tendrán dinero para ir a las universidades privadas y también ya saben, que la pega con cuarto medio les resultara esquiva y escasa. O sea, sigue siendo el ahora o nunca.
En la tarde del sábado 31 de julio, muchos celulares de dirigentes políticos no respondieron al llamado de apoderados y familiares (con excepción de abogadas de Derechos Humanos como Julia Urquieta) que los llamaban desde las puertas de la 3era Comisaría, mientras esperaban la liberación de más de 70 jóvenes -la gran mayoría menores de edad- detenidos y detenidas en dichas dependencias. En la medida transcurrían las horas, esos apoderados y amigos debían soportar «los procedimientos policiales» ¿Será el Alto Mando el que instruirá en estos casos enviar subalternos a dar explicaciones dilatorias a nerviosos padres y madres; o acelerar vehículos policiales para ingresar a velocidad en un pasaje ciego para amedrentar los caldeados ánimos? ¿O serán instrucciones del señor alcalde?
Damian Contreras dirigente del Liceo Confederación Suiza ha dicho: «no importa cuantas veces desalojen los liceos de Chile, porque van a volver a ser tomados». La Seremi de Educación Lili Orell le responde: «están pidiendo cosas muy idealistas». En tanto, los expertos siguen conversando cosas de expertos.
En Providencia, un grupo de estudiantes al ingreso de una reunión de apoderados gritan: «la educación es un derecho y no un privilegio«, muy pronto llegan carabineros de la 19 Comisaría y junto a guardias municipales les amenazan porque violan la ley ocasionando «ruidos molestos en la vía pública».
El plan del gobierno se dibuja claro: reuniones de expertos teniendo escrito el proyecto debajo del brazo y sobre todo dureza policial para «cortar de raíz que el movimiento se extienda», por supuesto todo amparado en la ley. ¿Dónde está la política opositora buscando conocer las demandas de la ACES? ¿Dónde el interés, curiosidad o inquietud por enterarse que piensan «estos jóvenes idealistas»? ¿Por qué exigen gratuidad en el pasaje escolar? ¿Por qué el fin de la PSU y la LGE?
Todos estos estudiantes-pingüinos son potenciales votantes y si hoy los candidatos del color que sea, no les responden sus llamadas ni se acercan a conocer sus demandas y motivaciones, deben asumir que esa indiferencia les costara caro mañana. Porque como en este caso, la mayor parte de la política opositora sigue «ocupada» en sus elecciones internas, con declaraciones y cálculos que a lo más interesan a sus orgánicas y sub-grupos de influencia.
Entre tanto, el Chile de a pie paga más en el Transantiago; se agota la paciencia de los damnificados de Constitución -lo dice El Mercurio en emol-; se reinician las tomas de tierra a la par que una huelga de hambre de presos mapuches entera varias semanas y continúan en aumento los despidos en el Estado, mientras la ANEF amenazan con movilizaciones futuras.
Chile se puede mirar desde la Casen o desde los resultados CEP, también desde las conversaciones en la micro o la cola del Servipag. Y parece que todo se ve distinto.
Nos vamos acostumbrando a que el presidente continúe como dueño activo de CHV y Blanco y Negro e incluso hay quienes suponen que podría estar en el cálculo maximizar rentabilidad si finalmente vende luego de una Copa Libertadores.
En fin, en una la marcha de los pingüinos es un sacudón porque como dice el Chapulín… «¿quien podrá defendernos?».