El comandante Ricardo González, de la Comisión Internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo fue secuestrado en Caracas, en circunstancias todavía mal conocidas y, conducido para Cucuta, en la frontera, fue entregado a la policía colombiana. Se encuentra actualmente en Bogotá en una prisión de alta seguridad. Era el principal responsable por […]
El comandante Ricardo González, de la Comisión Internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo fue secuestrado en Caracas, en circunstancias todavía mal conocidas y, conducido para Cucuta, en la frontera, fue entregado a la policía colombiana. Se encuentra actualmente en Bogotá en una prisión de alta seguridad.
Era el principal responsable por las relaciones internacionales de la organización revolucionaria. Viajando siempre bajo nombres diferentes -Rodrigo Granda Escobar, Arturo Campos, entre otros- fue la voz de las FARC en encuentros internacionales en Europa, México, Cuba, El Salvador y países de Sur América.
Intelectual con sólida formación marxista, Ricardo impresionó a la Comisión Europea cuando hace cinco años fue recibido en Bruselas por representantes suyos en una época en que las FARC eran todavía miradas como interlocutor por algunos gobiernos del viejo continente.
No he conocido desde la edad de la razón, a lo largo de más de sesenta años, muchos comunistas que me hayan inspirado respeto y admiración comparables. Ricardo González me aparece como la transposición para América Latina contemporánea de los revolucionarios rusos de Octubre de 1917, tal como los concibo.
Por dos veces nos encontramos este año. Ambas en Caracas. En Marzo hablamos durante casi un día. De la conversación resultó una entrevista que Avante! y resistir.info publicaron, así como algunos sitios web internacionales.
Por sugerencia de Ricardo, el encuentro fue presentado como si hubiera ocurrido en México. ¿Por qué? Él había entrado clandestinamente en Venezuela y pretendía evitar problemas al gobierno de Hugo Chávez. Tenía la cabeza a premio y era buscado por la Interpol.
En esa entrevista hizo una lucida síntesis de la teoría y la praxis de las FARC-EP como guerrilla -partido comunista y desmontó de manera convincente el mito de organización involucrada en el narcotráfico.
Ricardo es simultáneamente un revolucionario de pensamiento y acción. Con una alegría de vivir que, por la intensidad, impresiona a sus amigos.
La vida me proporcionó la oportunidad de establecer con él una amistad fraterna. No olvido interminables charlas que mantuvimos sobre temas de historia y de ideología. Yo hablaba sobretodo de la Asia antigua y él me introdujo en la vida y obra de Bolívar y la historia profunda de su tierra. Durante semanas, en una época en que convalecía de una intervención quirúrgica, descubrí en él también otro Ricardo, el combatiente enamorado de su mujer y feliz por la opción también revolucionaria de la hija, que había crecido lejos, en una adolescencia de nómade, estudiando en varias capitales.
Ricardo transmite la impresión de que viven en él personas diferentes. Recuerdo que horas después de escucharle en San Salvador, en la inauguración de una conferencia de solidaridad, un discurso ideológico que entusiasmó al público, fuimos a cenar a una taberna con un grupo de camaradas. Ahí, después de una lección sobre la lucha épica de las guerrillas del Frente Farabundo Martí, nos habló largamente sobre la cocina salvadoreña y la maravilla de las pupusas rellenas, la especialidad de la gastronomía local.
PREGUNTAS AUN SIN RESPUESTA
Nuestro reencuentro en Caracas fue preparado con tiempo. Le había informado de que participaría en el Encuentro Mundial de Intelectuales en Defensa de la Humanidad. En un mensaje casi codificado confirmó que iría a verme.
Una mañana en el hall del hotel sentí que alguien me tocaba el hombro. Era Ricardo. De la conversación que tuvimos en mi habitación salió el articulo que publiqué en resistir.info, reproducido por rebelión y resumen latinoamericano, sobre la actual ofensiva del ejército colombiano contra las FARC, en el ámbito del Plan Patriota.
Fue de Ricardo que recibí también algunas informaciones, incluidas en otro articulo, sobre la peligrosa situación creada en la frontera con Colombia, un autentico polvorín en donde gente contrarrevolucionaria se mueve libremente en un medio social podrido de ganaderos, narcotraficantes, contrabandistas. En las guarniciones, sobretodo en Tachara, la lealtad de muchos oficiales es dudosa. En incidentes ocurridos, más de una vez campesinos colombianos han sido bombardeados por fuerzas venezolanas en circunstancias que justificaron investigaciones.
¿Qué pasó ahora?
Días después de haber dado una entrevista a Pascual Serrano, de Rebelión (1), y de haber hablado conmigo, Ricardo González fue secuestrado, el 13 de noviembre, en Caracas. Al parecer por individuos que se identificaron como agentes de la seguridad venezolana aunque algunos se expresaban con acento colombiano, de Medellín.
Según Carlos Lozano, director del semanario comunista Voz, lo llevaron después en la caja de un carro para Cucuta, en la frontera.
Después empezaron a surgir en la prensa colombiana e internacional versiones contradictorias. La noticia de que lo habrían capturado en Cucuta fue ampliamente difundida, pero se trata obviamente de una grosera mentira. Incluso El Tiempo, el gran diario de la oligarquía bogotana, rechaza la mentira oficial. Significativamente las versiones del ministro de la Defensa y del comandante de la Policía se contradicen.
Son muchas las preguntas no contestadas:
.¿Qué servicios secretos han planeado y ejecutado la operación?
.¿Cuál el involucramiento de la CIA?
.¿Cuál el nivel de complicidad de elementos de los servicios de seguridad venezolanos, en los cuales la permanencia de cuadros anti-chavistas es del dominio publico?
La prensa internacional ha sido hasta ahora muy discreta, pero, de manera general, se limitó a divulgar los comunicados del gobierno. En cuanto a la Procuradoría de la República permanecía muda hasta el momento en que escribo.
El engranaje del poder uribista, neo fascista, cometió mientras un error al presentar a Ricardo González en la televisión. El tiro salió por la culata. El dirigente de las FARC, esposado, reaccionó como se esperaba de un revolucionario. Sereno, con su hablar lento de paysa, bien antioqueño, vitoreó las FARC y Manuel Marulanda su legendario comandante en jefe.
El gobierno de la Venezuela Bolivariana seguramente iniciará una investigación seria para aclarar este secuestro, hecho en pleno centro de Caracas, con muchas y oscuras complicidades.
Por ahora, todo apunta a una participación indirecta de los EE UU. El gobierno Bush, que pretende luchar contra el terrorismo, viene utilizando todos los medios, incluso violando la soberanía de otros estados, para promover e incentivar el secuestro internacional de revolucionarios de diferentes nacionalidades.
Pero, así como ocurrió con la captura en Quito del comandante Simón Trinidad, las FARC salen prestigiadas de este nuevo crimen. El comandante Ricardo González no cedió, ni cederá.
Me había invitado para visitar otras vez los campamentos de las FARC, en e l interior de su país. El proyecto no podrá ahora concretarse.
Mas, lejos, no dudo que las FARC sabrán enfrentar victoriosamente la nueva ofensiva que pretende destruirlas.
La Agencia de Noticias Nueva colombia-anncol, comentando el digno comportamiento de Ricardo González, identificó en él «un ejemplo que nos llena de optimismo por el triunfo revolucionario que vencerá la noche oscura a que nos sometió la oligarquía y el imperio por más de 50 años».
Ricardo, los revolucionarios de todo el mundo están contigo!
El original portugués de este articulo se encuentra en http://resistir.info
Pascual Serrano