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Rodolfo Walsh: ¿Para quién trabajan los intelectuales?

Fuentes: Rebelión

Posiblemente muchos lectores no sepan quien fue Rodolfo Walsh. Estoy casi seguro de que la mayoría de quienes leen no conocen su obra emblemática literaria «Operación masacre». De lo que no tengo duda alguna es de por qué en España las editoriales se apartan de él. Un escritor como Rodolfo Walsh, considerado entre los mayores […]


Posiblemente muchos lectores no sepan quien fue Rodolfo Walsh. Estoy casi seguro de que la mayoría de quienes leen no conocen su obra emblemática literaria «Operación masacre». De lo que no tengo duda alguna es de por qué en España las editoriales se apartan de él.

Un escritor como Rodolfo Walsh, considerado entre los mayores de América del Sur, sería una bicoca para cualquier vendedor de libros, pero… el asunto es que su obra enseña al lector lo que las multinacionales del papel impreso ocultan.

Rodolfo Walsh, era periodista y escritor y no perdió un minuto ni se lo hizo perder a los demás. Puso sus energías creadoras en función de un trabajo que agrandase la capacidad de conocimiento de la realidad en los trabajadores. Los no trabajadores saben y hacen lo que les interesa.

Han oído ustedes a algún gobernante o empresario declarar lo que Rodolfo Walsh expuso el 1º de Mayo de 1968 en su «Mensaje al Pueblo Argentino»: «El campo del intelectual es la conciencia, por definición, la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no actúa, tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la antología viva de su tierra.»

Rodolfo Walsh fue uno de los creadores de la Agencia de Noticias Clandestinas (ANCLA) desde la que trabajaba para dar a conocer lo que los militares y sus colaboradores llevaban a cabo: desapariciones, fusilamientos, torturas que sus investigaciones ponían a la luz, acusaciones a militares y policías como brazo de la Dictadura, fue para él una labor constante.

Su investigación periodística lleva los titulos de: «Operación masacre», «Caso Satanowsky», «Quién mató a Rosendo»; además escribió obras de teatro como «La batalla», «La granada» (sátira de los militares y el poder en Argentina), y relatos como los reunidos en el volumen «Los irlandeses», que podemos encontrar en Ediciones El Aleph.

Fue defensor de la revolución cubana, y en ello se aplicó con toda su capacidad intelectual, fue quien descifró los mensajes codificados que la CIA estadounidense y sus mercenarios se enviaban preparando la invasión de la isla por Bahía de Cochinos. El trabajo de Rodolfo Walsh permitió a los revolucionarios libertadores saber cuándo, por dónde, y cómo iban a desembarcar las huestes fascistas, y prepararles el recibimiento adecuado.

La pregunta ¿para quién trabajan los intelectuales? ¿debería haberla hecho antes? ¿La puedo hacer ahora?

Rodolfo Walsh entendió que su capacidad intelectual debía servir para producir reflexión y cambios sociales profundos a favor de la clases trabajadoras, el valor de su trabajo intelectual lo entregó a la causa de la justicia, y como ejemplo de su elección dejó constancia de su compromiso de lucha contra el imperialismo, asistió periodísticamente a un conflicto en 1974 que continua en la más trágica y plena actualidad: la invasión sionista de Palestina y la resistencia del pueblo palestino.

El mes de Mayo de 1974 Rodolfo Walsh estuvo en Beirut tras un bombardeo de los nazis-judíos sobre la población, y entrevistó a la gente en la calle y a los dirigentes de la Resistencia Palestina. El trabajo de investigación que llevó a cabo despierta el mayor interés en cualquiera que lo lee, fue publicado en el diario argentino «Noticias» en Junio de ese mismo año. Hoy tiene usted el documento, a su alcance, íntegro, en Internet si marca la siguiente dirección: WWW.nacionapache.com.ar/archives/466, reproduzco parte del comienzo:

«…

– ¿Cómo te llamas?

– Zaki.

– ¿Qué edad tenés?

– Siete.

– ¿Vive tu padre?

– Murió.

– ¿Qué era tu padre?

– Fedaí.

– ¿Qué vas a ser cuando seas grande?

– Fedaí.

El chico rubio de cabeza rapada y uniforme a rayas que da estas respuestas en una escuela de huérfanos al sur de Beirut, Líbano, resume la mejor alternativa, que tras 26 años de frustración resta a tres millones de palestinos despojados de su patria: convertirse en fedayines, combatientes de la Revolución Palestina.

«¿Palestinos? No se lo que es eso», declaró en una oportunidad la ex primer ministro de Israel, Golda Meir.

Se conoce la eficacia ilusoria del argumento, utilizado en Argelia, Vietnam, colonias portuguesas, para negar la existencia de sus movimientos de liberación. «Mudaidín? Connait pas. Libération Front? Never heard of it. FRELIMO? Nao conhece».

El enemigo no existe y todo está en orden. Cada una de estas negativas ha hecho correr un río de sangre pero no ha detenido la historia».

Rodolfo Walsh dejó escrita su última denuncia de los militares golpistas bajo el título: «Carta Abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar» tiene la fecha del 24 de Marzo de 1977.

Al día siguiente, un comando de 14 asesinos, de los que se conocen sus nombres y apellidos, así como sus grados en el ejército y en la policía, le tendieron una emboscada y lo acribillaron en la calle. A continuación se llevaron su cuerpo y, como a tant@s miles de argentin@s, le hicieron desaparecer.

«Carta Abierta…» comenzaba así:

«1. La censura de prensa, la persecución a los intelectuales, el allanamiento de mi casa en Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años».

Continúe leyendo en Internet: http://WWW.literatura.org/Walsh/rw2403377.html

Conozca a Rodolfo Walsh, la Justicia y la Memoria Histórica, dos conceptos inseparables, crecen con él.