Nancy Debs Ramos (Cuba) lleva de dos, dos premios. Oriunda de Cuba, e hija de padre del Líbano, y madre de España, escogió a Puerto Rico como su patria. Debs Ramos estudió Biología, completando su Bachillerato en Ciencias en la Universidad de Puerto Rico B.C.). Tiene a su vez estudios postgraduados en Literatura en la […]
– Nancy Debs Ramos (NDR, en adelante) – Esta colección de cuentos no trata de un tema en particular porque no fue pensada como un libro, sino que está compuesta de ficciones escritas en el transcurso de unos cuatro o cinco años. He ahí la razón del título poético que, a mi editor por ser poeta, le gustó desde el primer momento. Mis cuentos, igual a los de todos los escritores, tratan sobre la condición humana. No importa si escribimos de una transmutación de un hombre a un insecto, como Gregorio Samsa en el caso de Kafka o una mosca en el mío, lo que hacemos es antropomorfizar los personajes, aunque sean seres fantásticos o extraterrestres. Los temas más recurrentes, por nombrar algunos, son la muerte, la otredad y la autocrítica personal y colectiva. Creo que por eso ciertos personajes del libro resultan desagradables, porque observar la muerte de cerca y mirar nuestros prejuicios en un espejo sincero puede ser terrible.
En cuanto a la segunda parte de la pregunta, tres de los cuentos de esta colección se basan en hechos reales. «El proveedor» es la experiencia de mi padre cuando tendría entre 2 a 6 años y vivía junto a sus cuatro hermanos y su madre en El Líbano, durante la primera guerra mundial. Los otros dos los dejo a la imaginación de los lectores.
– WRS – ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarles? ¿Qué relación tienen los cuentos de La fragilidad de las cosas con vuestro trabajo creativo-narrativo anterior y hoy?
– NDR – Cada cuento tiene una génesis distinta. Algunos fueron producto de un taller en la Maestría en Creación Literaria que más tarde trabajé y edité. Otros surgieron por los temas que exigían algunos certámenes de cuentos, como «Los invisibles» (histórico) y «Más» (acción en una biblioteca). También están los que nacieron de alguna obsesión. Entre estos últimos se encuentra «El club de lectura», que muestra mi admiración por Raymond Carver y mi deseo de que los lectores se interesen por leer a este gran cuentista y poeta. Además, «Todas las casas la casa» surge de la preocupación por el problema de los desahucios y las personas que no tienen techo.
– WRS – Si compara su crecimiento y madurez como persona y escritora, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo-narrativo o no de entonces (previo) con el de hoy?
– NDR – Me parece que hoy estoy más dispuesta a romper las reglas y a escribir lo que quiero. Creo que esa es la única obligación de un escritor. Mientras estudias, formalmente o no, tienes que aprender cómo se trabaja el oficio; después que lo haces tienes la oportunidad de romper el canon. Pienso en James Joyce y en Nicanor Parra como ejemplos.
– WRS – Nancy, ¿cómo visualiza su trabajo creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico?
– NDR – Mi caso es un poco atípico ya que comencé la escritura formal hace unos ocho años en un taller con la poeta Mairym Cruz-Bernal. Luego pasé a talleres de narrativa con Emilio del Carril y finalmente a la Maestría en Creación Literaria creada por Luis López Nieves en la Universidad del Sagrado Corazón. Entonces, aunque con los escritores que más comparto son de la maestría y mi trabajo tiene vínculos con el de ellos, también hay otros autores a los que admiro y sigo de cerca, como Janette Becerra, Mayda Colón, Cindy Jiménez-Vera, Carlos Roberto Gómez-Beras, Luis Negrón y Cezanne Cardona, por mencionar algunos.
– WRS – ¿Cómo concibes la recepción a su trabajo creativo dentro de Puerto Rico, y la de sus pares, bien sean escritores de cuento u otro género?
– NDR – Las opiniones que más atesoro son las que me han dado en privado escritores amigos que respeto. Además, estoy agradecida por la Mención de Honor obtenida en el certamen del PEN y por la recientemente anunciada por el Instituto de Literatura Puertorriqueña. También por la selección de La fragilidad de las cosas entre los mejores libros de ficción reseñados en el 2018 por la crítica literaria Carmen Dolores Hernández. Reconozco que además del mérito que pueda tener un libro, la suerte de que sea del agrado de los evaluadores es determinante. Cada libro es distinto en las manos de cada lector. He sido jurado en varios certámenes y sé que es difícil alcanzar un consenso.
– WRS – Uno no necesariamente es de donde nace. Sé que vos escogió a Puerto Rico como su patria. ¿Se considera una autora puertorriqueña o no? O, más bien, una autora de literatura, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué?
– NDR – Llegar a la conclusión de que soy puertorriqueña me tomó varios años, después de percatarme de las semejanzas que tengo con los puertorriqueños, a diferencia del parecido que pueda tener a los cubanos del exilio o a los que todavía están en Cuba. Llevo cerca de cincuenta años aquí. Cuando viajaba fuera de la isla les decía a mis hijos que tenían que comportarse bien, porque de nosotros dependía la opinión que los extranjeros se hicieran de los puertorriqueños. Además, cuando me preguntaban de dónde era siempre contestaba con orgullo que de Puerto Rico.
– WRS – ¿Cómo integra su identidad étnica y su ideología política con o en su trabajo creativo?
– NDR – Como mencioné anteriormente mi padre era libanés. Mi madre, aunque nacida en España se consideraba cubana, así que de ellos aprendí que una no es necesariamente de donde nace, si no del país con el que más se identifica y debe ser una decisión muy propia. Quizás por eso mi ideología política se basa en poner en duda todos los puntos de vista, hacer preguntas y llegar a mis conclusiones. Unas veces concuerdo con unos, otras con los otros. Eso es lo que trato de hacer también en la literatura. No descartar al que no piensa igual que yo, si no tratar de entender por qué piensa de esa forma. Mirar las cosas desde otra esquina me parece que nos hace entender la vida mejor. No hay maniqueo en la realidad y no debe haberlo en la ficción.
– WRS – ¿Cómo se integra su trabajo creativo a su experiencia de vida? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio quehacer de escritora hoy?
– NDR – La experiencia de vida siempre está integrada al trabajo creativo. Tomamos un poco de aquí, un manojo de allá, una historia leída o un acontecimiento real. En el siglo XIX Maupassant decía que todo estaba escrito, refiriéndose a lo mencionado anteriormente de que escribimos sobre la condición humana, pero lo que hace nuevo cada texto es esa mezcla, esas intersecciones, la forma y el estilo de cada escritor.
– WRS – ¿Qué diferencia observa, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a su trabajo creativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?
– NDR – Este es mi primer libro, así que no tengo otro punto de referencia. Solo el tiempo y los lectores se encargarán de eso.
– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?
– NDR- Tengo en el tintero un libro de micro literatura más autobiográfico que el primero, el cual incluye textos que no necesariamente son cuentos. Además, un proyecto un tanto raro de poesía que trabajo en complicidad con unas amigas editoras.
Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.
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