Diariamente en Colombia importan cientos de toneladas de alimentos como cebolla, papa, entre otros, que el campesinado colombiano cultiva con altos costos, que no pueden competir con los importados a precios bajos. El 94 por ciento del territorio nacional es rural y el 32 por ciento de la población habita en el campo; durante más […]
Diariamente en Colombia importan cientos de toneladas de alimentos como cebolla, papa, entre otros, que el campesinado colombiano cultiva con altos costos, que no pueden competir con los importados a precios bajos.
El 94 por ciento del territorio nacional es rural y el 32 por ciento de la población habita en el campo; durante más de cinco décadas, el campo ha sido escenario de violencia, pobreza, y reformas fallidas o inconclusas.
Los altos niveles de pobreza rural en Colombia y la gran dificultad que se ha tenido a lo largo del tiempo para reducirla, responden, en buena parte al modelo de desarrollo económico, que privilegia a las ciudades, y el equivocado modelo agrícola aplicado por el Estado, que no ha tecnificado ni cualificado la producción agrícola del campesinado colombiano.
Los Tratados de Libre Comercio (TLC) suscritos por el Estado han llevado a que el país importe el 50 por ciento de los alimentos que consume, buena parte de ellos con posibilidad de producción local, lo que ponen en riego la soberanía alimentaria.
El crecimiento progresivo de la importación de alimentos genera el empobrecimiento de las zonas rurales, aunque tengan buena capacidad de producción entran en quiebra porque no pueden pagar los costos de producción. La única manera de bajar costos de producción es transferir tecnología a todos los productores y capacitación en técnicas de producción agrícola.
Cebolla roja nacional en peligro
Los productores de Cebolla Cabezona del país atraviesan una grave crisis, por cuenta de los altos costos de producción; producir cebolla tiene un costo de 65.000 pesos la carga de 100 kilos, al ser comercializada la ganancia neta no supera los 25.000 pesos [1]. La diferencia entre el precio de producción y de venta ha hecho que los comercializadores opten por la importación del producto.
El país está inundado de cebolla traída de Perú, Ecuador, Holanda, Chile entre otros, miles de toneladas ingresan por importación legal, mientras una gran cantidad ingresa de contrabando, principalmente de Ecuador y Perú.
Los productores de cebolla de Colombia están totalmente desprotegidos, y en las condiciones de importación derivadas del los TLC y el contrabando van a terminar saliendo del mercado nacional.
Este fenómeno de importación de cebolla afecta a siete mil familias campesinas de la provincia de Ocaña, Norte Santander; el Catatumbo y la provincia de Ocaña son los mayores productores de cebolla roja del país, con cerca de 4.000 hectáreas por año que producen 25.000 toneladas.
Los agricultores de la zona reclaman del Gobierno controles efectivos al contrabando; a través de Ipiales, Nariño, ingresan grandes cantidades de cebolla procedente del Perú; además, los productores piden asesorías técnicas y mejoramiento de las vías.
Emiro Cañizares Plata, Director Ejecutivo de la Asociación de Municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo, afirmo: «existe una dura lucha para salvaguardar el producto y falta voluntad política por parte del Gobierno; en reiteradas ocasiones hemos denunciado la manera como llega la cebolla de contrabando a las plazas de la costa norte colombiana» [2].
Las peticiones del gremio de la cebolla
Los cultivadores de cebolla de los municipios de la provincia de Ocaña le dieron a conocer a Delegados del Gobierno Nacional la crisis que atraviesan, y reclamaron medidas efectivas al contrabando y la importación de cebolla.
1. Que haya una política agropecuaria que beneficie al pequeño productor.
2. Control inmediato al contrabando y la importación de cebolla de otros países, especialmente la cebolla que ingresa desde Perú.
3. Apoyo a los productores afectados por el paro y por el contrabando de las importaciones, mediante un subsidio de 120.000 pesos por carga.
4. Condonación de deudas adquiridas por los productores a través de créditos, y la refinanciación de los mismos.
5. Línea especial de créditos para los productores del Catatumbo y la provincia de Ocaña que fueron afectados por el paro armado de febrero.
6. Promover un programa especial de construcción de reservorios y mini distritos de riego, que permitan que los agricultores puedan cultivar durante todas las épocas del año.
7. La regulación de los precios, así como la calidad de los insumos y las semillas.
Notas
[1] Importaciones de cebolla cabezona arruinan a los productores. https://dignidadagropecuaria.
[2] Cultivar cebolla en Ocaña tiene un alto costo. www.laopinion.com.co/economia/