En los últimos meses, distintos actores se han pronunciado respecto a la pérdida de legitimidad del movimiento estudiantil, sobre todo después de que la CONFECh se adjudicara públicamente «la culpa». Esta discusión, con tal fuerza se instaló, que figuras como el galardonado historiador Gabriel Salazar, no vacilaron en responsabilizar a los estudiantes del fracaso de […]
En los últimos meses, distintos actores se han pronunciado respecto a la pérdida de legitimidad del movimiento estudiantil, sobre todo después de que la CONFECh se adjudicara públicamente «la culpa». Esta discusión, con tal fuerza se instaló, que figuras como el galardonado historiador Gabriel Salazar, no vacilaron en responsabilizar a los estudiantes del fracaso de su propio movimiento [1].
Lo anterior, se dejó ver también en opiniones de diversos personeros de gobierno y de los sectores conservadores de nuestra sociedad, que transformaron en festín de críticas los casos del Cristo robado de la Iglesia Gratitud Nacional; la muerte del trabajador el 21 de mayo en Valparaíso; y las controversiales manifestaciones en la U. Alberto Hurtado, que terminaron con el rector Eduardo Silva acusando en la prensa un «mini-secuestro» por parte de sus estudiantes [2]. A esto, se suma la condena pública que las JJ.CC hicieron sobre las actuales dirigencias del movimiento [3]. Al parecer, en tiempos de crisis es común buscar culpables, y en este escenario, no se ha encontrado nada mejor que atribuirle el fracaso del movimiento estudiantil al propio movimiento estudiantil. Frente a lo anterior, es necesario enfriar las frustraciones personales, analizar de donde vienen las opiniones, y entender al movimiento estudiantil no desde su «errático» accionar actual, sino que desde su valor histórico en la rearticulación del movimiento social. De la misma manera, es necesario replantearse quién es el culpable; ¿el movimiento estudiantil, o quienes han impedido a toda costa el cambio estructural del modelo educativo? En cierta medida, opiniones como la del profesor Salazar, no tienen mayores diferencias con los discursos entonados por los viejos concertacionistas, los sectores conservadores o las juventudes del gobierno, pues sus dardos comparten el mismo blanco: la joven e inexperta izquierda, que intenta emerger y hacerse cargo del conflicto social más importante del último tiempo, a la vez que construye una alternativa política fresca que reemplace a los derrotados que hoy gobiernan.
Lo anterior, se expresa en que una de las características de los gobiernos que han administrado esta democracia tutelada, sea el trato tecnocrático de los problemas sociales, en tanto son los expertos quienes los resuelven sin consultar a la sociedad. Esto, se manifiesta en la inexistencia de espacios de incidencia abiertos a la sociedad, y en las «cocinas» en que políticos y técnicos elaboran las reformas. Esta misma lógica de la experticia por sobre la sociedad, se deja ver en la crítica que el profesor Salazar le hace a las jóvenes organizaciones de izquierda, desde su rango de «académico experto en movimientos sociales». De la misma manera, tildar las demandas del movimiento estudiantil como «utopías tontas» no es algo nuevo. Más de una vez, habremos escuchado el mismo ninguneo de bocas de figuras políticas de derecha o la concertación. Es más, leer la expresión mencionada me trajo a la memoria el abucheado «inútiles subversivos» de Carlos Larraín [4].
La misma tónica emplean las juventudes de partidos de gobierno, que se adjudican el «éxito» que el movimiento estudiantil tuvo en los años 2006 y 2011, aludiendo a que cuando sus fuerzas dejaron de ostentar las vocerías, el movimiento estudiantil comenzó a fracasar. Esto, lo hacen desconociendo el papel que jugaron los miles de estudiantes que se movilizaron, y olvidando que hoy son parte de un gobierno en el que no pueden maniobrar, bajo ninguna medida, en favor de las demandas del movimiento social. Todo lo anterior, lo han planteado reduciendo al movimiento estudiantil y a las jóvenes organizaciones insertas en su seno, a los errores -discutibles- que se han cometido en estos últimos y complejos tiempos, dejando de lado la necesidad de comprender al movimiento estudiantil como un fenómeno histórico que recuperó la esperanza y energía de la sociedad chilena, y dio fuerza y vida a una izquierda que hasta hace un par de años prácticamente no existía. De la misma manera, estos discursos se hacen minimizando la verdadera densidad del debate educacional, puesto que asumen que el movimiento estudiantil «triunfaría» por tener una «propuesta más clara». Nosotros, protagonistas directos del conflicto educativo, sabemos que no es así. El conflicto educativo no se resuelve en función de la propuesta manejada, sino que en la medida que seamos capaces de desplazar políticamente a las fuerzas que impiden cualquier transformación al modelo, y en la medida que seamos capaces de articular, desde el movimiento social, una alternativa capaz de disputar el poder. Las jóvenes organizaciones de izquierda que hemos nacido al alero del movimiento social, pecamos de inexpertos y nos equivocamos en esta titánica tarea de hacer carne las demandas de las familias chilenas, y cómo no hacerlo, si quienes debían orientarnos con su práctica y experiencia, hoy administran el modelo o lanzan críticas desde la lejana comodidad de la academia -sin desmerecer el valorable aporte de algunas figuras académicas-. Por lo mismo, esta izquierda emergente, criticada como vemos desde distintos flancos, no sólo debe cumplir con la tarea de superar a la «izquierda» que se acomodó a la dinámica neoliberal, sino que debe también, hacer esfuerzos por superar a esa izquierda desconfiada que con sus imputaciones y anhelos frustrados, hoy, cuando el movimiento estudiantil es atacado, comparte discurso con quienes se jugarán la vida por impedir un cambio estructural al modelo educativo.
Bayron Velásquez Paredes, Militante Izquierda Libertaria Ex Presidente FEUACh y Vocero CONFECh 2015
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[1] www.eldinamo.cl/nacional/2016/09/13/gabriel-salazar-historiador-movimiento-estudiantil/
[2] www.emol.com/noticias/Nacional/2016/09/01/819985/Rector-de-la-Universidad-Alberto-Hurtado-acuso-minisecuestro-por-parte-de-alumnos.html
[3] www.emol.com/noticias/Nacional/2016/09/14/822001/JJCC-lanza-fuerte-critica-a-la-Confech-y-anuncia-ofensiva-para-recuperar-el-movimiento-estudiantil.html
[4] www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2011/08/07/leal-responde-a-duros-dichos-de-carlos-larrain/
www.revistabagual.cl/2016/09/quien-es-el-culpable-salazar-la-nueva.html