Para nadie resulta interesante describir a la Señora Salud Hernández Mora, y la verdad en esta nota no me daré a esa tarea, pues por su escasa estatura ética y profesional, el trabajo se convertiría en un ensayo cómico por su contenido y absurdo por su propósito. Empero, de las actitudes y escritos sanguinolentos de […]
Para nadie resulta interesante describir a la Señora Salud Hernández Mora, y la verdad en esta nota no me daré a esa tarea, pues por su escasa estatura ética y profesional, el trabajo se convertiría en un ensayo cómico por su contenido y absurdo por su propósito. Empero, de las actitudes y escritos sanguinolentos de esta mujer (créanlo, hasta el momento no se ha demostrado lo contrario), vale la pena hacer algunas reflexiones.
Temeraria, desmedida y paranoica, su estadía en este país la dedico desde siempre a dar todo de sí para reconfirmar su morboso encanto por la ultraderecha más recalcitrante en Colombia; hasta el punto de prologar el libro «Mi confesión» del ¿extinto? narco-paramilitar Carlos Castaño. Nada de esto produce la más mínima sensación de agrado; el solo hecho de saber que aún subsiste en el mundo del periodismo, la más ruin y retrograda visión de la política, la historia y la cultura de nuestro pueblo, provoca cierta desazón y hasta deseos de trasbocar.
No obstante la condición subjetiva de algunos escritos e informes; la responsabilidad en este tipo de psicosis que padecen articulistas y periodistas de ultraderecha, debe recaer también sobre las empresas dedicadas a contratar y difundir el «pensamiento» de estos mercenarios de la opinión. Las nominas de R.C.N. ( Claudia Gurisatti-Vicky Dávila-Francisco Santos), Caracol (Darío Arizmendi-Gustavo López- José Gabriel Ortiz), El Espectador (Ernesto Yamhure-Héctor Abad Faciolince-Mauricio Botero Caicedo) El Tiempo (Salud Hernández Mora-José Obdulio Gaviria) entre otras; son la muestra de la poca y casi nula seriedad y veracidad con que las noticias y los análisis políticos, económicos y sociales llegan a la población en general. Si tomamos en cuenta que en promedio los colombianos leemos dos (2) libros por año, y la mayor parte de la información que almacenamos en nuestro cerebro proviene de las fuentes anterior mente mencionadas; no debe sorprender entonces el lamentable estado en que se encuentra la opinión pública nacional.
No quiero parecer injusto al calificar como grotesca a Salud Hernández Mora; por ello anexo a esta nota, su más reciente artículo publicado por el diario El Tiempo y titulado «los mejores y los peores». El lector podrá sacar sus propias conclusiones y no deberá extrañar que las «elucubradas» posiciones de su autora le produzcan risa, la opinión de la «chapetona» se presta para todo.
A Salud, José Obdulio, Yamhure, Faciolince, la Gurisatti y demás promotores del odio entre los pueblos… ¡También a ustedes vamos a vencerlos!
Enlace a la columna mencionada de S.Hernández Mora en el diario «El Tiempo»: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/saludhernndezmora/los-mejores-y-los-peores_8716631-4