La salud laboral ha vuelto a tener importancia para los trabajadores y sus organizaciones sindicales, que han entendido que un trabajo no puede ser decente si no cumple con unos mínimos en materia de salud, si no se desarrolla en condiciones sanas y seguras. Y en esa misma medida presionan para reivindicar este derecho ante […]
La salud laboral ha vuelto a tener importancia para los trabajadores y sus organizaciones sindicales, que han entendido que un trabajo no puede ser decente si no cumple con unos mínimos en materia de salud, si no se desarrolla en condiciones sanas y seguras. Y en esa misma medida presionan para reivindicar este derecho ante sus patronos, quienes deben garantizar la prevención de accidentes y enfermedades y el cuidado de la salud integral de los trabajadores.
Así lo evidencian investigaciones adelantadas por varias organizaciones sindicales y entidades como la Escuela Nacional Sindical, las cuales muestran los desgastes fisiológicos y mentales que los trabajadores sufren por realizar sus labores en sectores como la gran minería, el comercio y la agricultura.
Sobre las investigaciones en la agroindustria podemos citar el estudio «La palma de aceite en Colombia: integración económica, organización del trabajo y salud laboral», el cual realizó la ENS en coordinación con diversas organizaciones sindicales del sector y el apoyo de la Federación Holandesa de Sindicatos (FNV) Mundial.
Esta investigación, en la cual participaron 165 trabajadores de regiones palmicultoras del Magdalena Medio y los Llanos Orientales, evidenció múltiples problemas de salud en los trabajadores, sobre todo del tipo osteomuscular, debido a la intensificación del proceso laboral que año tras año se incrementa por las metas que deben cumplir, y que implican más carga de trabajo. Pero debido también a la inestabilidad laboral y al régimen salarial del sector de la palma, que es al destajo, lo cual no solo genera estrés y repercute en la salud psicológica de los trabajadores, sino que los incita a priorizar ingresos adicionales antes que su salud y bienestar.
De la misma manera, la investigación encontró que los trabajadores de las plantas extractoras de aceite de palma sufren de otros problemas adicionales, como el ruido y las altas temperaturas, que también afectan su estado de salud.
Las cifras
En la agroindustria en general los trabajadores se ven sometidos a duras jornadas de trabajo a la intemperie, a oficios repetitivos y monótonos y, en muchos casos, a bajos e inestables salarios, lo que aumenta su exposición a enfermedades y accidentes laborales.
En el 2017, según el Concejo Colombiano de Seguridad por cada 100 trabajadores del sector agrícola, el índice de accidentalidad fue del 15.89%, que es muy alto, por encima de cualquier otra actividad económica. Sin contar el subregistro, pues hay que tener en cuenta que en el sector rural es muy alta la tasa de informalidad laboral, es decir, de trabajadores no afiliados al sistema de riesgos profesionales.
Según el reporte de Fasecolda, el sector de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura lo conforman 27 actividades económicas, de las cuales 22 corresponden a clase de riesgo bajo y medio, y solamente dos se clasifican como de riesgo alto. Asegura que los sectores de caña de azúcar y aceite de palma tienen tasas más altas en el sector, lo que implica que más de 16 trabajadores por cada 100 sufren accidentes o enfermedades laborales.
Los sindicatos investigan sobre salud laboral
Una de las organizaciones sindicales que entendió la importancia de reivindicar y estudiar la salud laboral, fue la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, Fensuagro. Con apoyo de FOS Bélgica, la Universidad Nacional y el auspicio de la FNV Mondiaal para la ENS, desde principios de este año viene realizando talleres con sindicalistas, en los cuales reflexionan y analizan las enfermedades y accidentes laborales de los trabajadores de la palma, el banano y la caña de azúcar en cuatro regiones del país; que son los sectores donde más afiliados tiene esta federación.
Todo el proceso desarrollado hasta el momento pone en evidencia la precariedad laboral, el uso excesivo de agro-tóxicos, la intensificación del trabajo y la inestabilidad del empleo, factores estos que, según el presidente de Fensuagro, Eberto Díaz Montes, impactan negativamente la salud de los trabajadores.
El proceso, que se extenderá por un periodo de tres años (terminará en 2020), incluye los componentes de capacitación y revisión sistemática de los impactos sobre la salud laboral, con elementos como la cartografía social, la investigación sobre los puestos de trabajo y sobre las enfermedades laborales.
Asimismo, busca que las y los trabajadores aprendan sobre el tema de salud en el trabajo y puedan participar de los comités paritarios de salud (COPASST), e incluir en sus pliegos de peticiones artículos sobre mejoras en la gestión de la salud laboral. De tal suerte que para los trabajadores es una oportunidad de aprender y fortalecer sus organizaciones sindicales.
Henry Albeiro Monroy Sánchez, de Sintracañuzucol Valle del Cauca, dice que en el proceso ha aprendido sobre las diferentes enfermedades que se pueden presentar en su trabajo, y asegura que los conocimientos adquiridos los pondrá al servicio de sus compañeros para tratar de evitar los accidentes laborales.
De esa manara los trabajadores, sus organizaciones, las ONG y las universidades que investigan sobre salud laboral en el país, buscan contrarrestar los altos riesgos de accidentes y de enfermedades en la agroindustria, y con ello mejorar la calidad de vida de los y las trabajadoras.
Fuente: http://ail.ens.org.co/noticias/salud-laboral-en-la-agroindustria-el-desafio-de-los-trabajadores/