En el desespero político que lo invade, el señor Santos, sus Ministros consuetas y los subalternos de la Federación de Cafeteros, emitieron una Resolución agregando unos miserables pesos al precio de la carga de café, que no corresponde a las peticiones de los campesinos y a las realidades de los costos de la producción. «Chuky» […]
En el desespero político que lo invade, el señor Santos, sus Ministros consuetas y los subalternos de la Federación de Cafeteros, emitieron una Resolución agregando unos miserables pesos al precio de la carga de café, que no corresponde a las peticiones de los campesinos y a las realidades de los costos de la producción.
«Chuky» Santos tiene olor a farsa. Sus maniobras son vulgares y traicioneras. Primero reunió a las delegaciones campesinas con los Ministros en Bogotá, pero a renglón seguido convocó el Comité Nacional de Cafeteros de bolsillo y emitió un acto administrativo desconociendo las demandas antineoliberales del alzamiento cafetero.
Santos sigue adelante aplicando la perversa eutanasia neoliberal a los pobres para aniquilarlos por hambre, asedio y violenta represión con el ESMAD, cuerpo policial mercenario que se ha ensañado en los trabajadores rurales en el Huila, Tolima, Cauca, Risaralda y Santander.
Pero se equivoca. Ya se dio la respuesta de los caficultores. En los departamentos del Huila, Antioquia, Caldas, Tolima, Cauca, Risaralda, Quindío y Santander , los lideres y organizadores del paro han rechazado la burla gubernamental. El paro sigue y se radicalizará hasta que se caiga todo este montaje oligarquico del gobierno.
Las mentiras de Santos van a profundizar la protesta que tiene el apoyo de la iglesia, los estudiantes y de otros segmentos populares del mundo rural afectados por la política económica y fiscal que se hace en favor de los mas poderosos.
Esa es la «democracia» que ha ido a ofrecer a La Habana el señor Humberto de la Calle dizque para hacer la paz. Que cinismo. Tampoco se discute con los campesinos, que hacen la protesta en los términos de la ley, el modelo económico, social y político. El mismo es inmodificable como si fuera una montaña.
Definitivamente la salida a la crisis social que vive Colombia es la rebelión y el alzamiento popular, como lo están demostrando los campesinos de Pitalito, Garzón, Gigante, Ibague, Boquerón Cajamarca, Anserma, Cartago, Hobo, Rivera, Mondomo, Piendamo, Sandoná Chinchina, San Vicente de Chucuri, Manizales, Rio Sucio, Bolombolo y otros.
Que el señor Santos deje de mentir y hacer demagogia. Exigimos soluciones efectivas a los problemas de todos los afectados por los Tratados de Libre Comercio neoliberales y antinacionales firmados por este gobierno. Tratados que dejaron en la bancarrota la industria y manufactura nacional. Los únicos que triunfan con la Prosperidad Democrática son los banqueros y las multinacionales de la minería y el petróleo.
Exigimos poner fin al neoliberalismo. Adelante con el paro cívico cafetero nacional y el bloqueo de las carreteras.
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