El sistema electoral colombiano es uno de los más atrasados del mundo y también uno de los más corruptos y podridos existentes en las denominadas democracias liberales que no son otra cosa que vulgares dictaduras y tiranías oligárquicas. En Colombia desde siempre, las elites dominantes han resuelto a su favor las competencias electorales por los […]
El sistema electoral colombiano es uno de los más atrasados del mundo y también uno de los más corruptos y podridos existentes en las denominadas democracias liberales que no son otra cosa que vulgares dictaduras y tiranías oligárquicas.
En Colombia desde siempre, las elites dominantes han resuelto a su favor las competencias electorales por los cargos de representación mediante el asesinato de los candidatos de la oposición al sistema como ocurrió con Gaitán, Galán, Leal y Jaramillo, o mediante el más descarado fraude en las votaciones como sucedió en 1970 y en todos los procesos de votaciones hasta el día de hoy. En Colombia la escogencia de parlamentarios es el más aberrante mercado de compra y venta de votos y de curules. Todo como reflejo del control absoluto de las castas politiqueras de los principales órganos del sistema nacional electoral.
Las recientes votaciones del 11 de marzo también mostraron el lado oscuro de las votaciones con centenares de denuncias en los escrutinios para favorecer las vacas sagradas del establecimiento santouribista.
Todo esto se intentó reformar recientemente como parte de los acuerdos de paz pero la casta del poder legislativo y el señor Santos bloquearon su trámite como ha ocurrido con la reforma agraria y la reintegración de los guerrilleros de las Farc.
El próximo domingo 27 de mayo se realizará la primera vuelta para seleccionar el próximo Presidente de Colombia. Una de las características de todo este proceso consiste en que el mismo se adelanta en la etapa de implementación de los acuerdos de paz con las Farc que ha significado una ostensible disminución de la violencia política lo que ha permitido un gran auge de la candidatura popular de Gustavo Petro quien ha realizado una vibrante agitación en las plazas públicas estimulando de manera excepcional el entusiasmo de grandes multitudes lo que obviamente ha precipitado el recurso de trampas y maniobras de los señores Santos y Uribe Vélez para imponer sus candidatos y de ser necesario aliarse para mantener el control del gobierno a como de lugar. Un paso clave ejecutado en ese sentido es la manipulación y alteración del software de la Registraduria electoral para programar un resultado favorable tanto a Vargas Lleras como a Duque, los personeros actuales del sempiterno bipartidismo liberal conservador. Obviamente todo en perjuicio de Petro que ha confirmado el fervor popular para alcanzar un triunfo inobjetable este próximo domingo.
Otro elemento que se ha adecuado para los efectos del fraude en desarrollo es la escogencia amañada con los directorios de la politiquería, los integrantes de las Mesas de votación para engañar con falsa información a los seguidores de Petro y de otros candidatos independientes. Agréguese que recientemente el Registrador nacional, uribista y parapolítico, ordeno, a través de uno de sus funcionarios de confianza, eliminar el logo de Petro Presidente del Tarjetón electoral para propiciar el error en el voto a favor de Vargas Lleras o Duque. Petro ha denunciado que Santos y la Canciller han bloqueado la presencia de una Comisión técnica electoral independiente proveniente de Europa, reconocida por su gran experticia en la detección de fraudes en votaciones.
Otra maniobra del fraude la están gestionando gobernadores y alcaldes del país. Los caso más descarados son los de la Gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, ligada a la parapolítica; la situación de la Costa Caribe en manos del Clan mafioso de los Char, dueños de los puertos marítimos de la región por donde sale la mayor carga de narcóticos; y la acción del gobernador vargasllerista de Cundinamarca, un tal Rey que se ha convertido en el campeón de los micos en los Planes de Ordenamiento Territorial para provocar alzas descomunales en los precios de las tierras de grandes terratenientes urbanos.
El fraude electoral contra Petro está cantado y es prioritario denunciarlo con la mayor amplitud para que no nos repitan el robo de las elecciones del 19 de abril de 1970.
La clave del triunfo de Santos y Uribe este Domingo es el fraude y la alta abstención que en Colombia llega casi al 70% del padrón electoral.
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