La Cadena Radial Bolivariana -Voz de la Resistencia- presenta la segunda parte de la entrevista realizada al Comandante Jesús Santrich, integrante del EMC de las FARC-EP y miembro de la Delegación de Paz. Esta vez hablamos con él sobre el nefasto papel jugado por los medios de comunicación en Colombia, y su utilización como instrumento […]
La Cadena Radial Bolivariana -Voz de la Resistencia- presenta la segunda parte de la entrevista realizada al Comandante Jesús Santrich, integrante del EMC de las FARC-EP y miembro de la Delegación de Paz. Esta vez hablamos con él sobre el nefasto papel jugado por los medios de comunicación en Colombia, y su utilización como instrumento para atizar la guerra y la confrontación.
CRB: Los medios de comunicaciones en Colombia no sólo juzgan, condenan, y ocultan la realidad del conflicto, sino que son en la actualidad un instrumento para atizar la guerra. A raíz de la retención de Romeo Langlois las FARC propuso abrir un debate nacional e internacional sobre el papel de los medios y de los periodistas en el conflicto colombiano. ¿Qué le respondería usted a aquellas personas que calificaron a las FARC de descaradas al proponer un debate sobre la libertad de prensa a partir de la retención de un periodista?
Jesús Santrich: Mira el video que filmó el mismo Romeo Langlois puede ayudar a despejar dudas sobre las circunstancias en que fue capturado y el planteamiento que hicieron las FARC. Entre otras cosas este planteamiento no es coyuntural, constantemente hemos hablado de la necesidad de redefinir el papel delos medios que pretenden ser más que jueces, verdugos al servicio del poder económico.
Pero bien; sobre Langlois está claro que cuando es capturado, la guerrilla no sabe que él es periodista. Langlois está en un campo de batalla y cuando la guerrilla copa esa unidad militar, es capturado. Por la situación tan compleja del conflicto colombiano donde la injerencia extranjera, yanqui, israelí, inglesa…, es una realidad, a nosotros nos corresponde verificar de quién se trata, es un procedimiento elemental de seguridad.
Recuerden que en un pasado no lejano capturamos tres mercenarios yanquis de la Dyncorp, que es una empresa contratista delas muchas que hacen las tareas del intervencionismo yanqui en Colombia. Así las cosas, el debate sobre el papel de la prensa no gira en torno a la particular situación que vive Langlois sino en torno a la forma y el fondo como los grandes medios tratan los asuntos de la guerra civil que padece nuestra patria.
No hay objetividad, ayudan a la criminalización de la protesta social, generan situaciones de distorsión de la realidad, de complicidasd con el terrorismo de Estado, etc. Pero esto tiene una explicación y es que la gran prensa no tiene independencia, y no la tienen por que atiende a los intereses de sus propietarios latifundistas, amos de la especulación financiera y los depredadores del territorio.
CRB: ¿Podría darme algunos ejemplos?
Jesús Santrich: ¿Ejemplos?, bueno, sí, hay muchos. Los medios son propiedad de los grupos económicos poderosos que concentran la riqueza y el ingreso en Colombia. Tal concentración, valga decirlo, es extrema, y escandalosamente ascendente. Actualmente nuestro país se ubica como el segundo país más desigual del continente. Y esta situación de miseria para las mayorías, ayudan a justificarla o a ocultarla los medios de comunicación, reitero que para favorecer a los sectores económicos más poderosos.
Concretamente cinco grupos financieros controlan el 92% de los activos en comunicaciones: el Grupo Empresarial Antioqueño controla el 36 %; entre los grupos Santodomingo y Sarmiento Angulo controlan el 28%, y esto puede variar de un mes a otro así como de un mes a otro varían sus ganancias en términos exorbitantes
Algunos especialistas afirman que cuatro grupos económicos controlan la propiedad y los contenidos del 80% de los medios de comunicación; y estos cuatro grupos hacen parte de los cincuenta grupos económicos que en Colombia controlan no menos del 60% de la industria, los servicios, el comercio, el transporte y la agricultura; es decir, la economía.
El Grupo Español Prisa es el propietario de Caracol Radio, y al mismo tiempo son los dueños de El País de España.
El Grupo Santo Domingo es propietario de caracol Tv.; de El Espectador, y de siete emisoras más, las FM BLU Radio que son dirigidas en el plano noticioso por Néstor Morales.
El Grupo Ardila Lulle es dueño de RCN y andaba en el plan de concretar un acuerdo para hacer un negocio de riesgo compartido con Radio Súper que es de los conservadores Pava Camelo, en la idea de ampliar la emisión del programa La hora de la Verdad. Francisco Santos que era su director, de pronto salió por lo mediocre, es uno d elos llamados nuevos llaneros, acaparadores de tierras en los llanos orientales y el descarado jefe del paramilitar bloque Capital. En el canal de noticias está Rodrigo Pardo que es como de la ralea neoliberal Cesar Gavirista.
El Grupo Galvis es el dueño de Vanguardia Liberal en Bucaramanga, y eso equivale a decir que los dueños son sectores del Del tiempo ni qué decir; su amos están en el grupo AVAL, Sarmiento Angulo, proyectándose como un pulpo sobre la televisión digital y el mundo virtual de las comunicaciones. De hecho, son los dueños de CITYTV. La matriz es contrainsurgente, neo-liberalista, pro-imperialista.
El Colombiano es de rancia hechura conservadora; El Mundo es de sectores Uribeños, concretamente de la familia Correa; es decir de la rancia casta aristócrata y paramilitar de Álvaro Uribe Vélez.
En Colombia, otro monstruo financiero, neoliberal que ya hace presencia es el CLARO, de Carlos Slim, propietario de Telmex, el cual viene acumulando en el sector de TV Cable. Ya tiene varios canales y su expansión es evidente, estableciendo paulatinamente el monopolio en el servicio de internet tal como ocurre en México. Este proceso de monopolización es de concreción a corto plazo.
Yo no imagino que una emisora de Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, y ese título ya indica el tipo de explotador y saqueador que es, pueda tener un formato de comunicaciones favorable a las mayorías explotadas de este país. La fortuna de ese señor asciende a 74.000 millones de dólares, según datos del mes de julio, pero imagínense en cuanto estará si dos meses antes era de 70.800 millones. En dos meses se incrementó en 4,51 %, y esto no se logra abogando por los pobres señores.
En el caso de Luis Carlos Sarmiento Angulo, este hombre está clasificado en el puesto 39 de los más ricos del mundo; Creo que estaba ubicado en el puesto 67 y en un año ascendió 28 lugares. Su engorde económico se da sobre todo con la especulación financiera.
La fortuna que le calculan como banquero, como especulador financiero, como zángano de la economía real es de US$10.500 millones. Y digo que es un zángano con razón. Según FORBES estaría en el puesto número 75 de las personas más pudientes del mundo, pero entre los billonarios de FORBES que obtienen sus rentas del sector financiero, este colombiano tiene el tercer lugar en le planeta.
La especulación financiera de Sarmiento Angulo a arrojado el «milagrito» de colocarlo en el grupo de los poseedores de las 100 mayores fortunas del planeta. En América latina es el octavo. Todos estos personajes son los que han reprimarizado y financiarizado la economía malogrando al sector productivo. Y su ascenso como rentista no para, pues se dice que el Grupo AVAL con la compra de Credomatic le ha permitido a Sarmiento Angulo casi doblar su fortuna en un año.
Se calculaba esta fortuna en US$5.600 millones, pero ya hemos dicho que en un año paso a la cifra de 10500 millones de dólares. y esto implica que hace rato superó a Julio Mario Santo Domingo, que está en el puesto número 108 en la lista de FORBES con una fortuna de US$8.400. Pero no s que éste se hubiese estancado; no, de hecho subió 15 puestos y su fortuna se ubica como la número 11 respecto a las del resto de capitalistas de América Latina.
Todos estos elementos tiene que ver con el nuevo rediseño de la espacialidad capitalista que apunta a devastar el territorio con la agricultura extractiva y la depredación minero-energética. Y todo ello es silenciado, maquillado o justificado por la gran prensa.
Fíjense nada más el caso de Eike Fuhrken Batista, cuyo patrimonio que era 27.000 millones en 2010, ahora es de 31.000 millones de dólares. Este es el segundo «latinoamericano» más rico de una lista de 1200 personajes elaborada por FORBES; su auge deriva del saqueo minero del continente y cuando digo del continente incluyo la extracción de oro en Colombia.
Ustedes leen y escuchan en algunos medios, que las empresas brasileras y canadienses se «están robando el Show», en el campo de la inversión minera. Esto es estúpido y criminal, pues aquí lo que se están robando es el país, y los grandes medios lo presentan como si fuese algo muy positivo; y claro esos medios son sus propagandistas. Ahí tiene usted el caso de la W FM, cuya propiedad es de Pacífic- Rubiales Energy corp., que miserablemente le chupa la sangre a los trabajadores petroleros tercerizados en Puerto Gaitán
En carta blanca todos son unos ladrones y responsables de la miseria nacional. El pueblo colombiano se empobrece, nuestro medio ambiente se destruye, nuestras riquezas se esfuman mientras las chequeras de Eike Batista se engordan. Usted puede escuchar de la prosperidad de Vale Do Rio, que la planta de aluminio que tomará requiere inversiones por 4 mil millones de dólares, pero nunca se entera a ciencia cierta cuanto se llevan, tal como ocurre en Cerromatoso, donde el saqueo ha sido descomunal.
Usted escucha de la prosperidad de Odebrecht, que es brasilera, o de Medoro Resources, que es una compañía minera canadiense que concentra su operación actual en Marmato (Caldas) y en Antioquia, con la compra de Frontino Gold Mines. Y sí, para ellos hay mucha prosperidad, pero a costa del desplazamiento de los pobladores de Marmato.
Y hay prosperidad para Scotiabank y otro cúmulo de compañías trasnacionales, pro no para las mayorías empobrecidas de Colombia que son las que a nosotros nos preocupan, a pesar de los grandes medios de comunicación que hacen su guerra contrainsurgente de favorecimiento al neoliberalismo y al saqueo de la nación.