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Se pelea cuando se dice la verdad

Fuentes: Rebelión

«Es criminal quien promueve en un país la guerra que se le puede evitar y quien deja de promover la guerra inevitable»* En Colombia están tratando de imponernos la continuidad de una guerra que podemos evitar y están tratando de impedir una batalla que no podemos dejar de librar. La orden del Presidente Uribe de […]

«Es criminal quien promueve en un país la guerra que se le puede evitar y quien deja de promover la guerra inevitable»* En Colombia están tratando de imponernos la continuidad de una guerra que podemos evitar y están tratando de impedir una batalla que no podemos dejar de librar.

La orden del Presidente Uribe de abortar el proceso conducente a un acuerdo humanitario que permita la liberación de todas las personas cautivas por causa de la confrontación en Colombia , significa también atizar el devenir de horror y miseria en el que estamos inmersos , y acrecentar las amenazas sobre los procesos de democratización e independencia que emergen en la región.

La orden de profundizar la guerra en Colombia , viene acompañada con una directiva que exige que la confrontación sea sufragada aún más por los colombianos, conforme a la determinación impartida este 24 de octubre por Nicholas Burns , segundo mando del Departamento de Estado de los EE.UU. durante su visita a Bogotá junto a 16 funcionarios de alto nivel de su departamento y de seis agencias federales , para examinar y reenfocar la continuidad del Plan Colombia.

La orden de guerra significa consolidar y aumentar el destierro y la desesperación de más de cinco millones de personas, y continuar arrojando al odio fratricida y a la pobreza, a todo un pueblo que solo esta anhelando vivir tranquilo y poder consagrar un día todas sus energías a la curación de los bestiales estragos infringidos al tejido humano y a la naturaleza durante décadas. Crímenes inenarrables y sistemáticos, más de un millón de hectáreas y pueblos fumigados, y millones de seres humanos represados o arrojados a los infiernos de la ignorancia, la desconfianza y el odio, testimonian la agresión y la dirección de un demencial proceso de reingeniería de social con el que se pretende extirpar todo conato de diferencia al trazado imperial en la región.

La orden del Presidente Uribe de continuar una guerra que podría cesar con la refundación política de Colombia no es autónoma, tras su voz se encuentra la orden de los estrategas de EE.UU. que contemplan con extrema alarma el devenir de independencia que sacude la región andina, considerada ya oficialmente – por la riqueza petrolífera venezolana – como la primera reserva mundial de energía fósil. Los verdaderos agentes decisores de la estrategia regional , en su dimensión militar y política , son muy sensibles a la dinámica engendrada por los intereses de poderosos grupos de presión estadounidenses y europeos que se están lucrando con las ventas de armas , las utilidades descomunales del procesamiento industrial de la coca transformada en cocaína , el narcotráfico y el trafico de personas , junto a otros beneficiarios corporativos de las practicas de saqueo que facilita una administración estatal tan increíblemente subordinada como la colombiana.

Así, bajo la propaganda de la «Guerra contra el Narcotráfico» y la «Guerra contra el Terrorismo», se da la orden de intensificar un laboratorio de espanto en el que se han ensayado los métodos más horrendos y crueles de aniquilación, sometimiento y reconducción de una población. Al mismo tiempo, se da licencia real para que los flujos de narcotráfico se mantengan y crezcan, como de hecho se han mantenido y crecido durante lustros de supuesta «Guerra contra el narcotráfico», destruyendo miles de vidas especialmente en los sectores jóvenes de Estados Unidos y Europa.

Mientras tanto , a la opinión pública internacional le es inoculada , a través de los grandes «medios de comunicación» , una versión falseada de lo que realmente esta aconteciendo , dirigida a lograr su indiferencia y su no movilización frente a la mayor operación de intervención estadounidense en el mundo después de Irak. No es gratuito que a las autoridades Irakies subordinadas al régimen de Bush , Condolezza Rice les haya colocado como ejemplo el caso de Colombia , donde gracias a la confrontación directa entre colombianos , no se precisa el envío masivo de tropas estadounidenses y basta con el trabajo de los más de 1600 asesores militares existentes unido al entrenamiento masivo suministrado por la Escuela de las Américas. Si a esta circunstancia se añade el alto nivel de control sobre la información a que puede acceder la opinión pública nacional e internacional en torno a las raíces y el devenir real del conflicto en Colombia , es comprensible el por que se coloca a Colombia como caso ejemplar de intervención eficaz e invisibilizada.

Esta condena a la confrontación en la que en lugar de educación se da entrenamiento , y en lugar de pinceles , libros e instrumentos musicales , se inunda al país con bombas , armas y proyectiles , es ejecutada con la complicidad de la nueva elite dirigente colombiana que se encuentra muy articulada a las nuevas fuentes de rápido enriquecimiento y muy controlada por los señores de la guerra estadounidense. La confrontación además causa y exige la miseria para poder producir las decenas de miles de soldados destinados a la muerte o las mutilaciones. El horror y el sufrimiento humano que se imponen al conjunto de la población con esta confrontación , que podríamos evitar a través de la refundación política , se traduce en los inmensos beneficios geoestratégicos imperiales , y económicos de una pequeña y poderosa red de corporaciones legales e ilegales.

En esta circunstancia es imposible dejar de librar la batalla que se pretende que no libremos. Una batalla sin violencia , con verdades , con argumentos y con razones , que revele a la población colombiana y a la opinión pública internacional las raíces del conflicto , la antigüedad y magnitud de la intervención del gobierno estadounidense en el país , los métodos pérfidos y brutales utilizados para azuzar el odio , el miedo y la desconfianza entre colombianos , condición imprescindible para sostener la confrontación armada y el estado de violencia.

La comunicación de verdades es esencial para lograr que cese la gigantesca e invisivilizada operación de intervención bélica del gobierno estadounidense en Colombia y aportar en el proceso de despertar de la comunidad internacional sobre la naturaleza y los métodos empleados por los poderes que rigen el mundo. Finalizar la agresión significará además proteger el proceso de independencia que emerge incontenible en América Latina, proceso que al consagrar la riqueza y el talento social a las verdaderas y acuciantes necesidades humanas, esta ofreciendo un caudal de esperanza al mundo. Lograr que cese la pavorosa intervención con sus inclementes fumigaciones sobre santuarios naturales que conservan el equilibrio de la biosfera , significará también aportar en un terreno decisivo en un viraje que nos permita escapar del rumbo de autodestrucción global impuesto por la cultura demencial del consumismo enfermizo y su devastación de la naturaleza a escala gigantesca.

La comunicación y la coordinación que esta emergiendo entre los colectivos de solidaridad que existen con la revolución democràtica bolivariana , con el proceso boliviano , con las asociaciones que laboran memoria de los pueblos de Chile , Argentina , Brasil , Uruguay , y los pueblos centroamericanos que también han sufrido las sangrientas arremetidas imperiales , es fundamental , en el proceso de vencer la mentira y el olvido con las verdades y la memoria , y acceder a un curso genuino de paz en Colombia. Las impensables posibilidades que brindan las nuevas tecnologías de la comunicación unidas a procesos organizativos que privilegien las coordinaciones puntuales y el pensar en red, pueden permitir la vertiginosa y crucial reunión con cientos de miles de formas organizativas de la sociedad civil que en Europa y en Estados Unidos rechazan la deriva bélica de un imperio que pretende conducir a la humanidad entera al único terreno en el que aún es fuerte: el de la guerra y la destrucción.

El acompañamiento a los pueblos de Colombia en su anhelo de paz, es fundamental para cesar esta guerra que se pretende intensificar. La labor de los medios de comunicación independientes , l@s periodistas independientes , l@s artistas , intelectuales , l@s artesanos de la palabra , la imagen , el sonido , el pensamiento , de los miles de seres humanos que comprenden lo que acontece en Colombia sin dejarse confundir por los silencios y las medias verdades generadas por la ofensiva mediática con la que se ha ocultado el monstruoso laboratorio, es esencial.

Como es esencial librar la batalla de la vida con la vida y por la vida. La batalla con ideas y verdades que pretenden que no libremos. Hacer sentir nuestro rechazo, desde la asombrosa diversidad vital que nos constituye , a la imposición hegemónica de la cultura de la guerra , el beneficio dinerario y la muerte de todo lo existente : la tierra , los sentimientos nobles , la labor común , la cooperación creadora , la labranza de un orden social fundado en el amor a la verdad y el respeto a los valores sagrados de la vida , la libertad y lo que es justo.

Comunicar con las «columnas del amor sin tregua»* nuestra lucha por construir la unidad fraterna de América Latina, ejemplar y dispuesta a servir al mundo por la riqueza asombrosa de su creación vital nutrida en los rigores de su larga resistencia, en su irrefrenable lucha por el respeto a la dignidad de la diferencia y en el perfeccionamiento espiritual que solo pueden nacer del pan y la cultura compartidos.

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* José Martí