Los insultos que el presidente Uribe lanzó contra los dirigentes del Polo Democrático Alternativo ha revivido el temor de que este movimiento termine ahogado en sangre como ocurriera con la Unión Patriotica el proyecto político creado en 1985 como desarrollo de los acuerdos de tregua, Cese al Fuego y Paz. En su momento la Unión […]
Los insultos que el presidente Uribe lanzó contra los dirigentes del Polo Democrático Alternativo ha revivido el temor de que este movimiento termine ahogado en sangre como ocurriera con la Unión Patriotica el proyecto político creado en 1985 como desarrollo de los acuerdos de tregua, Cese al Fuego y Paz.
En su momento la Unión Patriotica despertó las esperanzas de amplios sectores del pueblo colombiano, generó grandes movilizaciones y en las elecciones de 1986 eligió 14 parlamentarios, centenares de concejales y decenas de diputados regionales y alcaldes municipales. Luego Jaime Pardo Leal sacaría un 5% en las elecciones presidenciales.
Asustados por estos resultados la extrema derecha decretó el exterminio de la UP. Desde las altas esferas del gobierno y en el propio Congreso el gobierno acusó a sus líderes de ser testaferros de la guerrilla. Mientras que los militares y los medios acusaban a la UP de desarrollar «proselitismo armado»
Luego siguieron los ataques dinamiteros contra las sedes de la UP y el Partido Comunista, el asesinato de los candidatos presidenciales, de los parlamentarios, los diputados, los concejales y los militantes. Una orgía de sangre, odio y venganza. Desde las alturas del poder y en alianza criminal con el narcotráfico y sus sicarios se ejecutó el plan de exterminio. Más de cinco mil militantes de la UP y el Partido Comunista fueron asesinados. Miles obligados al desplazamiento, centenares encarcelados y otros obligados al exilio.
Pero el Genocidio contra los sobrevivientes de la UP y especialmente contra los militantes del partido Comunista no termina. Y se ha recrudecido bajo el gobierno de Uribe. Más de doscientos nuevos asesinatos, centenares de desplazamientos y decenas de encarcelamientos de militantes se han producido. En un acto provocación el presidente Uribe acusó de criminales a las víctimas de la UP y amenazó con seguir el exterminio. Sindicaciones hechas bajo la figura de una acomodada propaganda durante la campaña por la reelección.
Ahora las sindicaciones y las amenazas se dirigen contra el Polo Democrático Alternativo.
Por eso el inmenso temor de que con el Polo se repita la historia de la UP.
Pero habiendo escenarios de complicidades similares a las que actuaron contra la UP e incluso habiéndose llegado mediante el terror a la conformación del actual Estado mafioso, las condiciones son diferentes. Durante muchos años el exterminio contra la UP y el PCC fue un genocidio silencioso. Cuando el mundo se dio cuenta del horror ya habían asesinado a miles de militantes.
Hoy la comunidad internacional está más vigilante sobre la situación de los derechos humanos en Colombia. Existen mejores medios de denuncia. Aunque se ha comprobado que a los sátrapas no les importa la comunidad internacional. Y a Uribe no le importa pues sabe que cuenta con el apoyo incondicional de Bush y sus halcones. Y también con el apoyo de gobiernos europeos como el de España, Inglaterra y Alemania.
Por esto el llamado a la solidaridad y la denuncia lanzado por el Polo debe tener en todo el mundo reacciones contundentes y vigorosas.
Detenidos seis parlamentarios uribistas
La Corte Suprema de Justicia dictó en la noche de ayer orden de captura contra seis parlamentarios del Uribismo acusados de complicidad con el paramiliarismo. Esta decisión es resultado de un gesto de independencia del poder judicial, de contradicciones interinstitucionales y sobre todo del aberrante crecimiento de la narcopolitica.
Estas detenciones no son resultado de las bondades de su política como en forma astuta, maquiavélica y cínica reclama Uribe.
¡Como si a Hitler se le debieran dar gracias por el Juicio de Nuremberg!