El director de VOZ, Carlos A. Lozano Guillén, denunció «que el ciudadano colombiano Franklin Carreño Cantillo, previo seguimiento de unidades de la Policía Nacional de Colombia, fue detenido el domingo dos de abril, en horas de la mañana, en Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela, por agentes de la Policía Técnica Judicial de Venezuela, PTJ, que […]
El director de VOZ, Carlos A. Lozano Guillén, denunció «que el ciudadano colombiano Franklin Carreño Cantillo, previo seguimiento de unidades de la Policía Nacional de Colombia, fue detenido el domingo dos de abril, en horas de la mañana, en Maracaibo, República Bolivariana de Venezuela, por agentes de la Policía Técnica Judicial de Venezuela, PTJ, que después de recibir una jugosa coima, lo entregaron a los agentes colombianos que lo sacaron de manera ilegal y lo presentaron como capturado en Cúcuta. Es un caso igual al de Rodrigo Granda que desató una severa crisis en las relaciones de los dos países.
«Carreño Cantillo, administrador de empresas y asesor de cooperativas en Maracaibo, es acusado por la Policía colombiana de guerrillero y fue secuestrado para procesarlo por rebelión. Está claro que agentes de inteligencia colombiana continúan actuando de manera irregular en el vecino país, con un criterio de extraterritorialidad que viola la soberanía nacional venezolana», concluyó Lozano Guillén.
Asimismo, el Director de VOZ, denunció que «Rodrigo Granda, guerrillero de las FARC, secuestrado en Caracas hace más de un año, y quien estaba detenido en Cómbita (Boyacá), fue trasladado sin previo aviso a sus abogados a la cárcel de La Dorada (Caldas), epicentro del paramilitarismo, donde corre peligro su vida, como también la de sus abogados por el desplazamiento que deberán hacer por la peligrosa vía de Bogotá La Dorada, bajo estricto control de los paramilitares.
Lozano, aseguró, «que el ministro del Interior y del Derecho, Sabas Pretelt, tiene la responsabilidad directa de lo que le pueda suceder a Granda y a sus abogados, así como por la negativa al debido proceso y a los derechos procesales de Rodrigo Granda, ahora vulnerados»