Desde su origen el Estado ha sido el aparato institucional que más enconados y sangrientos enfrentamientos entre clases, etnias, tribus, linajes y corporaciones transnacionales en busca de ganancias y mercados, hayamos conocido a través de la historia. El Estado es, de esta manera, el instrumento predilecto de poder y dominio de una clase por otra, […]
Desde su origen el Estado ha sido el aparato institucional que más enconados y sangrientos enfrentamientos entre clases, etnias, tribus, linajes y corporaciones transnacionales en busca de ganancias y mercados, hayamos conocido a través de la historia. El Estado es, de esta manera, el instrumento predilecto de poder y dominio de una clase por otra, la matriz donde se ejerce dicho dominio.
Todo Estado-Nación está política, social, económica y jurídicamente reglamentado por una Constitución. Uno de los temas centrales en ella es el referente a la soberanía (si dicho Estado es independiente), las fronteras de su territorio, las relaciones con otros estados y gobiernos, etc.
Colombia, como al resto de naciones latinoamericanas, es de acuerdo a los manuales de historia y la Constitución una República independiente y soberna. Es la idea que difunde la clase que gobierna y ejerce el poder desde la independencia de España a comienzos del XIX. Sin embrago, la soberanía colombiana como la de la mayoría de Estados latinoamericanos, ha sido secuestrada por los Estados Unidos ya desde que estas eran republicas en ciernes, tiernas. Nunca alcanzó la madurez política ni la mayoría de edad ciudadana sus habitantes tampoco. Aullaba desde el norte un lobo muy sediento. A ese lobo feroz sólo Cuba Revolucionaria le ha aplantado cara. Eso quiere también la hermana República Bolivariana, pero falta camino por andar.
Luego de la primera independencia, pasamos a ser presa de uso de los intereses del lobo del norte, lo señalaban con celo de estrategas los primeros fundadores de la Patria Grande, Bolívar y Martí. Por eso es costumbre decir que nuestras luchas de ayer y de hoy nos llevarán a la segunda y definitiva independencia, después de la que conquistaron los primeros revolucionarios y libertadores criollos junto a las masas de esclavos e indígenas sublevados del XIX.
Pero una cosa es la idea de soberanía e independencia que difunde la clase dominante en el poder desde los primeros días de la República, para lo cual cuenta hoy con los Medios de Alineación Masiva en la era del Internet, y otra cosa es la realidad. Difunde por los M.A.M. lo que desearía que fuera la realidad, creyendo y esperando que los demás creamos que su deseo sea realidad.
Secuestro de Revolucionarios
Los secuestros de Revolucionarios por orden y encargo de la nueva Roma en que se ha convertido Estados Unidos, a través de los virreyes apostados en los búnkeres de las embajadas desde donde deciden sobre política de seguridad, lucha «antiterrorista», uso de recursos naturales, políticas de inversión de capitales, manejo del presupuesto de la nación, etc, nos llevan a pensar que de ahora en adelante lo más correcto es tratar directamente con el dueño de casa, por ahora, y no con un rufián que posa de intermediario. Con quien tenemos que tratar los pueblos en Resistencia es directamente con la nueva metrópolis y sus virreyes. Entender ese lenguaje, esa nueva forma de hacer la política y ejercer el poder soberano de la potencia imperialista significa no llamarnos más a engaños tanto en el tema de la soberanía como todos los demás referentes al poder, y no seguir encerrados en el análisis del Estado de derecho ni ese tipo de cosas baladíes, sin contenido, no solo porque estamos
perdiendo el tiempo, sino los mejores luchadores y luchadoras Revolucionarios.
Ricardo González, de la comisión internacional de las FARC, fue «capturado», según el gobierno y los medios de Alineación Masiva colombianos, el pasado 13 de Diciembre y actualmente se encuentra recluido en una cárcel de alta seguridad. Es lo que desea la clase dominante que sea la verdad, nuevamente piensa con el deseo, cuando en realidad fue secuestrado en Venezuela y llevado a las pocilgas policiales de Cúcuta y de allí a Bogotá de donde vienen las fotos que vemos en los M.A.M.
Según el periodista Carlos Lozano, director del semanario VOZ, Ricardo González (Rodrigo Granda) fue secuestrado el pasado 13 de Diciembre por hombres que se movilizaban en cuatro vehículos y que se identificaron como de la policía venezolana. Lo sacaron de una cafetería al frente de una estación del metro en la ciudad de Caracas, lo introdujeron esposado en el baúl de uno de los carros en donde permaneció durante 14 horas de viaje hasta la ciudad de Cúcuta donde le fue entregado a la Policía colombiana. Es la misma versión que conoció el escritor colombiano Hernando Calvo, en un artículo publicado en Rebelión (20.12.04).
El cinismo y carácter de clase de los M.A.M colombianos queda al desnudo nuevamente al negar o invisibilizar el secuestro de Revolucionarios colombianos en países vecinos. Tanto alarde y espaviento que hacen a diario sobre el «flagelo» del secuestro que azota al país. Según ellos, los M.A.M y la burguesía, el secuestro es el peor mal de Colombia desde la pasada década. Ni el desempleo, ni la pobreza de millones, ni el sufrimiento de las familias víctimas del terrorismo de Estado y sus paramilitares, ni las más de 5.000 desapariciones forzadas de luchadores populares y Revolucionarios de los últimos 15 años se pueden comparar, según su alarido, con el «horror» del secuestro de ladrones de cuello blanco o millonarios que se han enriquecido del saqueo del presupuesto y de la corrupción.
Como se trató de un secuestro en la hermana República Bolivariana de Venezuela, que lucha por ser, más se lo impide la nueva Roma y sus aliados monaguillos criollos, el gobierno Bolivariano le debe explicar a los pueblos lo sucedido. Ya que Ella y su pueblo luchan por recuperar la secuestrada dignidad de Bolívar y los Revolucionarios de la primera generación. ¿Perseguiría Ella Revolucionarios, antiimperialistas que combaten al rufián Álvaro Uribe, intermediario de la nueva Roma y enemigo del gobierno Bolivariano? Seguro que NO.
Secuestro y extradición
Simón Trinidad, comandante de las FARC, fue secuestrado de la misma manera el pasado 2 de enero en Quito, Ecuador, por la policía colombiana, ecuatoriana y la CIA con la bendición de Lucio Gutiérrez. El presidente que llegó de los hombros del movimiento popular a la presidencia y quien no vaciló en traicionar el mandato del pueblo ecuatoriano y latinoamericano aliándose con la Nueva Roma.
Sobre Simón Trinidad pende como guillotina la extradición, el nuevo chantaje a las FARC del canija Álvaro Uribe. Chantaje que puso en entredicho su «cacareada» voluntad para el intercambio humanitario, poniendo en riesgo una vez más la vida de los retenidos por las FARC, demostrando una vez más que esta haciendo el mejor gobierno para la guerra con que cuenta el poder imperial. De llevarse a cabo la extradición de Trinidad, no sería más que otra vulgar traición y violación a la soberanía de Colombia. ¿Si se escribiera la historia de Colombia desde la independencia hasta hoy, de qué otra cosa podrá tratar? ¿Habrá un mejor título que: Soberanía, historia de una traición? Sin duda, la mayor parte de la tinta y el papel se gastaría en «cosillas» como la anexión de Panamá por las águilas del norte, concesiones petroleras, Plan Lazo, matanza de trabajadores las bananeras 1928, Alianzas para el Progreso, 300.000 muertos de la Violencia de los 30´s, estrategias de seguridad nacional
, manuales de contrainsurgencia, entrenamiento de militares en la Escuela de las Américas (donde aprenden técnicas de tortura todos militares de los ejércitos latinoamericanos), las masacres de miles de campesinos y dirigentes sindicales, estudiantiles y defensores de derechos humanos durante los 80’s y 90’s por los escuadrones paramilitares, desplazamiento forzado de más de dos millones de campesinos pobres durante los últimos 15 años, y así, hasta llegar a la extradición que pende sobre Simón Trinidad. En resumen, sería la historia de la guerra contra el pueblo, la guerra de clases en Colombia.
La entrega de Simón Trinidad a los tribunales del nuevo imperio, abrirá otra página más a la historia de esta traición. Será el primer Revolucionario colombiano y latinoamericano (si no me falla la memoria) que será juzgado y condenado por los tribunales imperiales, al viejo estilo Romano cuando ordenaba capturar esclavos y rebeldes sublevados por toda la península para crucificarlos o fusilarlos a los pies del emperador. Pero los Espartacos de hoy, van a la cabeza de una rebelión por la segunda y definitiva independencia del poder imperial. Compromiso que implica deshacernos de cuanto granuja local que actúe de agente del nuevo imperio, para que Colombia, en una segunda independencia vuelva ser la Patria Grande, por digna, libre y soberana que soñó Bolívar, Martí, el Che y por la que han luchado miles de Revolucionarios y seguiremos luchando.
Simón Trinidad, de ser extraditado, será el primer hijo de la nueva Latinoamérica de este siglo que despunta, de la Patria Grande que re -nace. Erguido y dignificado por sus ideas y lucha enfrentará el juicio y la condena ante los tribunales del imperio estadounidense, la Nueva Roma, por desafiar radicalmente su poder y donar su vida y nombre para escribir en grande la nueva página que se abre en la historia de la segunda y definitiva independencia de los pueblos latinoamericanos.
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