Recomiendo:
0

Naschla Aburman, presidenta de la Feuc

«Seguiremos en la calle pero… con propuestas»

Fuentes: Punto Final

Afirma que un gran anhelo de transformación estremece a la sociedad chilena. La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Naschla Aburman, es partidaria de una nueva Constitución Política y de cambiar radicalmente el modelo de educación. Votará el 15 de diciembre marcarando AC e invita a hacerlo, porque cree que […]

Afirma que un gran anhelo de transformación estremece a la sociedad chilena. La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc), Naschla Aburman, es partidaria de una nueva Constitución Política y de cambiar radicalmente el modelo de educación. Votará el 15 de diciembre marcarando AC e invita a hacerlo, porque cree que hay que aprovechar todos los espacios de participación, incluyendo los electorales.

Opina que en Chile tenemos un transporte público para los que no tienen automóvil, hecho por los que andan en auto; un sistema de salud para los que usan Fonasa, administrado por los que tienen Isapres, y un sistema educacional para los que no pueden pagar, pensado por los que sí tienen como pagar.

Para el próximo año ve una oportunidad de concretar buena parte de las demandas del movimiento estudiantil a través de una reforma educacional. Cree que el resultado final dependerá en gran medida de lo que hagan los estudiantes y, parcialmente, del gobierno y parlamentarios. Postula que el movimiento estudiantil y otros movimientos sociales sigan movilizados y en la calle. Pero que esas movilizaciones deben estar llenas de contenido y propuestas. Considera positivo que haya cuatro diputados provenientes del movimiento estudiantil, porque ayudan a que la mirada de los estudiantes esté presente en el Congreso, aunque ellos no representen ni influyan en las decisiones que adopte el movimiento.

Dice que le gustaría que el próximo gobierno se atreva a cambiar el actual modelo político y económico, asumiendo que existe una crisis. Hay derechos sociales básicos que no están garantizados en Chile. Como provinciana, Naschla Aburman afirma que no se ha entendido la profundidad de la discriminación que sufren las regiones. Ella es de Linares, tiene 24 años, practica danza, estudia quinto año de arquitectura y segundo de pedagogía básica. Antes de ser electa presidenta de Feuc fue presidenta del Centro de Alumnos de Arquitectura de la Universidad Católica.

Le interesa ir más allá de aquello que la beneficia personalmente. Aportar a los demás le hace sentir bien. Impartió clases en la organización Crece Chile, que recluta voluntarios para la enseñanza. En un preuniversitario de La Pintana descubrió su vocación pedagógica. «Inicialmente dije ‘me voy de arquitectura, me dedico a esto y se acabó’. Pero también me encanta la arquitectura y me faltaba poco para terminar. Como en la UC es posible hacer carreras paralelas, me puse a estudiar las dos. Ahora pienso que una puede hacer su aporte a la sociedad desde cualquier profesión, si así se lo propone».

Naschla Aburman, que estudia con beca y crédito universitario, piensa que dedicarse a la pedagogía incluye muchas responsabilidades sociales, como la de mostrar a los alumnos todo lo que podrían hacer y hasta dónde podrían llegar. «Cuando alguien empieza diciendo: ‘yo quiero hacerlo’, adquiere confianza para lograrlo, se puede. En el caso de los niños pobres o vulnerables no sólo son sus familias o profesores los que han perdido la confianza en ellos, es también la sociedad entera la que les niega oportunidades».

Dice que el rol de dirigente estudiantil requiere mucha entrega. Por ese motivo congelará el año académico para dedicarse cien por ciento a presidir la Feuc. «Requiere de todas mis energías y estoy dispuesta. Cuando hago las cosas que me gustan, no pienso en el tiempo. Es algo que me llena profundamente».

 

ELECCIONES PELEADAS

Hasta ahora la Nueva Acción Universitaria (NAU) había ganado con holgura la Feuc. ¿Qué pasó este año?

«Muchas cosas influyeron. Algunas se refieren al contexto nacional y hasta generacional. Hay mucha resistencia entre los alumnos a institucionalizarse o a depositar su confianza de manera permanente en una alternativa. Muchos piensan que cuando adhieren a un movimiento político, debilitan sus convicciones personales. En primera vuelta hubo muchas opciones y votó poca gente. En segunda vuelta subimos significativamente. Además, hay que considerar que el Movimiento Gremialista (la derecha, N.de PF) siempre ha tenido un voto duro de un 40 ó 45%.

Asumimos este triunfo con mucha responsabilidad, porque entendemos que hay confianza en nosotros de gente que en la primera vuelta no nos dio su apoyo. Eso nos obliga a responder con trabajo y considerando distintas opiniones».

¿Cuáles son los logros de la NAU en la conducción de la Feuc?

«Las razones por las que surgimos siguen presentes: inconformidad, deseo de avanzar hacia una sociedad distinta y necesidad de construir una universidad para todos. Uno de los mayores aportes ha sido trazar el camino hacia una nueva universidad y un nuevo estudiante. Los títulos póstumos entregados este año a los alumnos que fueron víctimas de la dictadura son un avance increíble. Aunque haya sido solo con apoyo individual del rector y no de la universidad como institución.

El próximo año tendremos un nuevo rector. Su elección ha sido hasta ahora un proceso hermético y queremos transparentarlo, conociendo quiénes son los candidatos y cuáles sus programas».

¿Qué correcciones deben hacerse en la conducción del movimiento estudiantil?

«Desde 2006 el movimiento estudiantil ha ampliado su conciencia. La seriedad con que estamos hablando de educación es un motivo de orgullo. La sociedad completa debe empoderarse y asumir que esta no es solo la lucha de los estudiantes. El gobierno se ha limitado a profundizar el modelo económico y eso ha aumentado las desigualdades; ha implementado medidas superficiales en educación. En este contexto, ha sido grato comprobar que después de tres años de movilizaciones, convocamos a una marcha y llegaron 100 mil estudiantes y que aún tenemos en la opinión pública una aprobación de más de 70%».

 

SEGUIR EN LA CALLE

¿Qué forma debiera asumir la movilización en esta fase?

«Tenemos que seguir en la calle. Cuando nos movemos se habla de educación y si dejemos de hacerlo, no pasa nada. Seguiremos movilizándonos y las acciones que emprendamos tendrán más contenido y sentido que nunca. Ya hemos demostrado que somos capaces de reflexionar sobre educación, los problemas del país y también de hacer propuestas.

No somos solo los estudiantes. También están los profesores y las familias que se endeudan, con una vida de sacrificio para pagar un crédito. Mientras no consigamos una reforma profunda, seguiremos condenados a sufrir una educación pública que se hizo para aquellos que no tienen más opción que aceptarla. En Chile hay una educación pública para los que no pueden pagarla, confeccionada por los que pueden pagar educación privada; un transporte público para los no tienen auto, pensado por los que tienen autos, y un sistema de salud para quienes no tienen Isapres, inventado por los que sí tienen Isapre».

Hay cuatro parlamentarios que vienen del movimiento estudiantil. ¿Qué espera de ellos?

«Es positivo, ellos estuvieron en la calle y saben cuáles son nuestras demandas. Pero ahora no son parte del movimiento estudiantil. Siguieron sus caminos y en esa línea son libres de hacer lo que les parezca. Han manifestado un compromiso con nuestra propuesta sobre educación, y en ese sentido yo espero que cumplan sus promesas».

¿Qué espera del próximo gobierno?

«El próximo año veo una oportunidad de concretar nuestras demandas. Creo que el nuevo gobierno iniciará un proceso de reformas, pero este debe realizarse con presencia de todos los actores de la educación y especialmente, con los que hemos puesto el tema sobre la mesa. La transformación no pueden hacerla sólo expertos, con miradas sesgadas desde la economía, el derecho o la política y sin considerar la experiencia práctica de quienes viven el día a día del sistema educativo.

Me gustaría que el nuevo gobierno se atreva a enfrentar la crisis de un sistema económico, social y político que está perjudicando a la mayoría del país. Hay derechos sociales básicos que no están siendo garantizados y el gobierno debe entender la legitimidad del gran anhelo ciudadano de transformar la sociedad. El país no debe ser para un puñado de empresarios o para aquellos que ven la política como un negocio personal. El gobierno debe ser ejercido con activa participación de las personas afectadas por las medidas que se toman.

Me gustaría que en los debates de la segunda vuelta presidencial se profundizaran ideas, más allá de buenas intenciones o frases superficiales; reemplazando las descalificaciones personales por respuestas precisas a las inquietudes que tienen ciudadanas y ciudadanos. La política se está vaciando de contenidos y más bien parece un programa de farándula televisiva».

 

NUEVA CONSTITUCION

¿Qué piensa del centralismo?

«Entre los que ejercen el poder no hay conciencia de los problemas regionales. La educación regional no mejorará porque instalen una sede universitaria más, cuando existen universidades regionales que no pueden pagar ni la cuenta de luz. La solución tampoco pasa porque aumenten las becas ni porque se extienda el plazo a los deudores de créditos universitarios. Pasa por una solución integral, que permita acceso igualitario a una educación de calidad, sea cual sea el lugar de Chile en que se habite.

Esta no es una discusión ligera y no afecta solo a las universidades y liceos. También ocurre con el transporte público, carísimo en regiones. Todas las soluciones vienen de Santiago, o a lo más se crean ‘sucursales’ de la capital, con encargados regionales implantados desde el centro para que informen al centro lo que está pasando. En la gestión regional falta la visión de personas que conozcan el problema desde la vivencia local. Las ciudades de provincias no sólo son lugares que se visitan en campaña electoral. Ahí también habitan personas que esperan ser representadas».

¿Cuál es su posición sobre una nueva Constitución Política?

«Soy partidaria de cambiar la Constitución y de terminar con el sistema electoral binominal. Estas son medidas indispensables si queremos producir cambios profundos en la sociedad. Pero no solo porque tengamos los votos y el quórum se van a hacer las cosas, ni porque no los tengamos se van a dejar de hacer. Hay que incidir en las decisiones del gobierno y el Congreso. No basta ponerse una chapita que diga AC, hay que tener voluntad de luchar por esa causa. Mientras más personas en distintos espacios trabajemos por una nueva Constitución, más posibilidades tenemos de lograrla. Marqué AC en la primera vuelta y pretendo marcar también AC en la segunda».

Si existe una mayoría que se manifiesta a favor de un cambio profundo en el país, ¿por qué esa voluntad no pesa en las decisiones del gobierno y Parlamento?

«Además de otros factores ya enunciados, me parece importante considerar el papel que tienen en Chile los medios de comunicación que hegemonizan los mensajes en televisión, radio y prensa. Por regla general desinforman o informan de una manera muy sesgada. Tienen una responsabilidad esencial en lo que piensa cada uno de los miembros de nuestra sociedad sobre los temas que se debaten, y ellos definen selectivamente lo que cuentan, cómo lo cuentan y también lo que callan. La mayor parte de los medios masivos tienen una posición conservadora, no están comprometidos con los cambios que la mayoría del país exige. Con los medios alineados de manera abierta y también encubierta con los que ejercen el poder, es difícil avanzar en los cambios.

El movimiento estudiantil ha vivido en carne propia la experiencia de ver cómo se caricaturizan sus demandas, cómo se distorsionan sus propuestas y cómo se criminalizan sus marchas. Es muy valioso ver que a pesar de todos estos inconvenientes, seguimos convencidos de lo que estamos haciendo».

 

Publicado en «Punto Final», edición Nº 795, 6 de diciembre, 2013

 

www.puntofinal.cl