Postal Uno: Tome un país que jura caminar al socialismo. Un país joven y peleón, queriendo repartir panes y peces. Vaya y ordene al Ejército hacer lo que mejor sabe en este país: asesinar compatriotas. Masacre a un número prudente de subversivos, curas obreros, mujeres pobladoras, jóvenes críticos. Sea, eso sí, generoso con las torturas, […]
Postal Uno: Tome un país que jura caminar al socialismo. Un país joven y peleón, queriendo repartir panes y peces. Vaya y ordene al Ejército hacer lo que mejor sabe en este país: asesinar compatriotas. Masacre a un número prudente de subversivos, curas obreros, mujeres pobladoras, jóvenes críticos. Sea, eso sí, generoso con las torturas, someta a algún tipo de picana (eléctrica o psicológica) a por lo menos el 10% de la población.
Postal Dos: Instale en el Gobierno a los cabecillas militares en nombre del Orden y la Seguridad del país: Sí, son estúpidos, pero eso se remedia asesorándolos con los cerebros de los hijos nuestras 500 familias… ¿cuáles? Las que han gobernado este fundo desde 1810. Ahora captó, qué bien. Mande un puñadito a estudiar a Chicago y luego déjeles hacer su práctica profesional manejando las finanzas nacionales. Ellos traen la «Buena Nueva» bajo el brazo.
Postal Tres: Tras una década de mandato, es bueno que aparte a los militares de la escena y deje actuar a los «civiles». Sólo sea cauteloso de dejar un nutrido contingente armado en las calles para balear a pobladores, delatar trabajadores y quemar vivos a jóvenes en movilizaciones callejeras. Entretenga a la masa con Don Francisco mientras deja que Piñera (José) invente las AFP y Piñera (Sebastián) traiga los plásticos-moneda.
Postal Cuatro: Quizás la cosa se le ponga difícil por las protestas. Pero dé señales de paz trayendo al país al Papa. Luego haga contacto entre hijos de esas 500 familias que -malagradecidos- están en la oposición. Y ofrézcales un pacto. Cédales el gobierno, siempre y cuando fije las reglas usted mismo en la Constitución y se asegure la platita del cobre. Claramente la «oposición» no se opondrá. Asegúrese que el primer presidente sea un DC golpista como Aylwin, para no llevarse sorpresitas. Vaya a elecciones, vote y parta a casa.
Postal Cinco: Con la democracia no se alarme, no vendrá el socialismo por más ministros socialistas que hayan… están renovados, limpios de mácula marxista. Jugo Light, en polvo. Si algún niñito revolucionario queda, acribíllelo o encarcélelo. Ya la economía es nuestra, ya las pensiones de los trabajadores son nuestras, ya la salud y la educación nos pertenecen. Dejen rotar presidentes concertacionistas, incluso dejen que el gobierno lo lidere un ex marxista. Usted dedíquese a llenar las familias de tarjetas de crédito, a endeudar a la gente con malls, universidades privadas y cheques en garantía. Gente encalillada, anestesiada por kike Morandé y psicofármacos no se va a rebelar. Menos si los hace dormir una tierna, rubia y generosa presidenta.
Postal Seis: Prepárese para el Bicentenario de este fundo. Haga creer a la gente que hay sangre de héroes corriendo por sus venas. Que algo hay que celebrar. Si bien uno de cada diez chilenos no tiene trabajo y otros seis lo tienen pero «precario», todos somos chilenos. Nos ponemos la roja de todos. Nos emborrachamos el 18 y con caña aplaudimos a los uniformados y sus avioncitos el 19. Pero antes organice una Elección Presidencial. Asegúrese que los candidatos tengan genes Echenique, Gumucio y Ruiz-Tagle, para que siga quedando el negocio en nuestras 500 familias. Haga creer que se pelean un Estado que no existe. Y gane quien gane, diga que es el Presidente de todos los chilenos… aunque lo hayan votado sólo 1/5 de ellos. Fácil, ¿no?