El docente de la Universidad de Chile y uno de los impulsores de las Escuelas Constituyentes, sostuvo que los cambios se harán de acuerdo a un consenso con la derecha y el círculo de poder que a su juicio «tienen las riendas del Gobierno». «Lo importante es que sea un buen proceso, más que el […]
El docente de la Universidad de Chile y uno de los impulsores de las Escuelas Constituyentes, sostuvo que los cambios se harán de acuerdo a un consenso con la derecha y el círculo de poder que a su juicio «tienen las riendas del Gobierno».
«Lo importante es que sea un buen proceso, más que el cumplimiento de un plazo». De esa forma el ministro del Interior justificó el anuncio de postergar para octubre el proceso constituyente, convocado por la propia Presidenta Michelle Bachelet para modificar la constitución política de 1980.
El ministro vocero de La Moneda, Marcelo Díaz, insistió que el Ejecutivo trabaja para escuchar a todos los sectores y generar un amplio consenso que permita modificar la carta fundamental.
«Estamos trabajando dentro de ese margen y esa instrucción que nos entregó la Presidenta de la República. Esperamos poder concretar esa ronda de reuniones dentro de los plazos. Por cierto se nos mezclan las Fiestas Patrias y otras cosas, pero vamos a hacer el esfuerzo para poder concluir esa ronda. Porque una de las tareas fundamentales que nos planteó la Presidenta, y lo dijo el 21 de mayo, es que el proceso de nueva constitución requiere de un acuerdo político amplio», precisó Díaz.
A esto se suma la apretada agenda legislativa, con la reforma al Código del Trabajo que se discutirá en el Senado, además del pronunciamiento del Tribunal de La Haya por su competencia ante la demanda marítima presentada por Bolivia y la asistencia de la mandataria a la 70° Asamblea General de Naciones Unidas a fin de mes.
Los argumentos dados por el Gobierno para revisar la agenda comprometida por Michelle Bachelet, fue calificada como una «tomadura de pelo» por el académico de nuestra casa de estudios, el historiador y uno de los impulsores de las Escuelas Constituyentes, Sergio Grez.
El docente dijo tener «la convicción profunda de que no va a haber cambios constitucional durante este Gobierno. O si se produce va a ser mínimo, producto -en el más puro estilo concertacionista – de un acuerdo cupular con la derecha clásica sin convocar a la ciudadanía a un debate informado, serio, profundo, sin Asamblea Constituyente. Eso nunca ha estado en los planes de la Presidenta ni del círculo de poder que realmente tiene las riendas del Gobierno».
Para el historiador, la única forma de empujar la Asamblea Constituyente, a falta de la voluntad política, es la ciudanía.
«En realidad, esto responde al profundo descrédito y debilidad en que ha caído este Gobierno. Hace pocas horas se ha dado a conocer una última encuesta y la Presidenta de la República está a penas en un 20 por ciento de credibilidad, el Gobierno aún menos, los partidos políticos de ambos bandos del duopolio, el propio Congreso Nacional y las instituciones fundamentales del Estado están en una crisis profunda; estamos ante una crisis institucional», subrayó Sergio Grez.
A su juicio, la única posibilidad de avanzar con el cambio constitucional es que las organizaciones sociales del país impulsen la iniciativa y terminar con la permanente postergación que deja a Chile como el único país que no ha rectificado su carta fundamental luego de una dictadura en toda la región.