Especialistas estimaron que el ex dictador está lúcido, con una memoria pasada y presente clara, por lo que puede ser juzgado por el caso Operación Colombo. Los seis peritos del Servicio Médico Legal (SML) que examinaron a Augusto Pinochet en el marco del caso Operación Colombo concluyeron que el ex dictador está en condiciones de […]
Especialistas estimaron que el ex dictador está lúcido, con una memoria pasada y presente clara, por lo que puede ser juzgado por el caso Operación Colombo.
Los seis peritos del Servicio Médico Legal (SML) que examinaron a Augusto Pinochet en el marco del caso Operación Colombo concluyeron que el ex dictador está en condiciones de enfrentar un juicio criminal, según señalaron altas fuentes judiciales cercanas a la indagatoria.
En el informe que remitieron al ministro Víctor Montiglio, los profesionales señalaron que el general (r) no tiene impedimentos físicos o mentales para defenderse de las imputaciones sobre su responsabilidad y participación en la desaparición de opositores a su régimen militar.
Según las mismas fuentes, el informe señala que durante los peritajes Pinochet se vio lúcido, con equilibrio y con una memoria presente y pasada clara.
Por lo mismo, los peritos opinaron que pese a sufrir una enfermedad degenerativa -demencia subcortical en carácter leve a moderada- el ex dictador está en condiciones de enfrentar un juicio ya que está al tanto de su cotidianeidad y conoce la situación jurídica por la que atraviesa.
Los exámenes a Pinochet practicados por el profesionales del SML fueron llevados a cabo por los neurólogos Shirley Aguilar y Hugo Aguirre; los siquiatras Jaime Valenzuela e Inge Onetto, y los sicólogos Alvaro Aliaga y Omar Gutiérrez.
Montiglio recibió además este miércoles el informe del siquiatra Martín Cordero, perito de la parte querellante, quien afirmó que Pinochet presenta un estado de salud mejor que el que mostraba en 2004. Aún resta el informe del perito de la defensa, Sergio Peñailillo.
La Operación Colombo fue un montaje de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), con la colaboración de servicios represivos de Argentina y Brasil, para encubrir en 1975 la desaparición de 119 opositores al régimen de Pinochet.
El montaje incluyó la publicación por única vez, en junio de ese año, de las revistas Lea, en Argentina y O Novo Dia, en Brasil, en las que se difundieron los nombres de las víctimas, bajo el supuesto que habían muerto en sangrientas purgas internas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), organización que combatió por la vía armada contra Pinochet.
La prensa nacional de la época acogió ampliamente las falsas versiones, bajo titulares como «Miristas se exterminan como ratas», pese a que los 119 opositores habían sido detenidos meses o semanas antes en Chile y sus familias habían presentado recursos de amparo que fueron rechazados por los tribunales.
El ex dictador está desaforado por su presunta responsabilidad en 15 de estos casos, pero los querellantes solicitaron ampliar esa resolución al total de las víctimas del caso.